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Hanoi, dónde el caos se convierte en espectáculo

Hanoi, dónde el caos se convierte en espectáculo
Hanoi, dónde el caos se convierte en espectáculolarazon

Ana Borges

Hanoi es una ciudad donde el bullicio reina por doquier. Al pisar la capital de Vietnam por primera vez tuvimos la sensación de estar en un lugar desordenado y absolutamente fuera de control. Este choque cultural tan brusco fue una de las primeras impresiones menos agradables que nos llevamos al visitar la ciudad.

Sin embargo, Hanoi también rebosa amabilidad y es una urbe ampliamente abierta y que trabaja por el bienestar de los viajeros y turistas que la quieren conocer. Es a su vez una metrópoli que tiene siglos de historia y por sus calles esto se palpa. En la memoria de la ciudad todavía se percibe la importante colonización francesa de mediados del siglo XX.

El legado galo continúa presente en su arquitectura, con la peculiaridad de que muchos de los edificios, con el paso de los años, han incorporado el estilo asiático-vietnamita, haciendo que hoy la ciudad aparente ser una villa pintoresca.

LLEGADA A HANOI

A nuestra llegada a Hanoi, decidimos contar con los servicios de la compañía Asiática Travel que nos recogió en el aeropuerto muy puntualmente para trasladarnos hasta nuestro hotel Intercontinental Hanoi Westlake.

La mejor forma para conocer tanto Hanoi como sus alrededores es contratando las excursiones a Asiática Travel, una de las más importantes de este sector en Vietnam, y eso fue lo que hicimos nosotros a fin de que nos organizaran un buen itinerario de lugares a visitar con guías en español durante nuestros días de estancia.

Este turoperador tiene como objetivo crear paquetes turísticos a tu medida, siempre con el asesoramiento de su personal altamente capacitado. Desde el primer momento que nos pusimos en contacto con ellos, nos demostraron que su misión era la de brindarnos un servicio integral y personalizado para hacer que nuestro viaje se convirtiera en una experiencia inolvidable.

HOTEL INTERCONTINENTAL HANOI WESTLAKE

La paz y la tranquilidad que evoca el Hotel Intercontinental Hanoi Westlake es difícil de describir y de explicar. Está situado encima de un lago y sólo sus vistas desde la cama o desde la terraza te hacen sentir que estés en el paraíso. Además, todo el personal del hotel es muy amable, muy responsable y cuidan al milímetro cada de detalle para que no te falte de nada y te sientas como en casa. Yo lo recomiendo 100%.

Tras dejar las maletas en nuestras habitaciones, el primer día nos fuimos a dar una vuelta por el Barrio Antiguo (Old Quarter) y comprar algunas cosas. Hay un mercadillo muy grande dónde puedes encontrar de todo, pero si lo que buscas son imitaciones, siento decirte amigo mío que Hanoi no tiene nada que ver con Tailandia dónde puedes encontrar todo tipo de marcas a muy buen precio. Aquí no, aquí lo máximo que encontraras son zapatillas deportivas (muy bien conseguidas) y cortavientos North Face, que tampoco están mal.

Eso sí, muchísimo cuidado al cruzar todas las calles, tanto en el barrio antiguo como en cualquier parte de Hanoi. Cruzar es una actividad completamente de riesgo. Allí, los pasos de cebra, diciéndolo mal y pronto, están de adorno. Nadie los respeta y lo que hay que hacer es cruzar sin pensárselo mucho, si le das muchas vueltas, puedes quedarte esperando más de media hora.

RESTAURANTE DON BISTRO

Una vez realizadas las compras, nos fuimos a cenar a un restaurante que tenía unas vistas increíbles al lago. Se llama Don Bistro, y lo recomiendo sin dudarlo. No sólo por su ubicación que es perfecta, sino porque todos los platos que nos sirvieron allí estaban deliciosos, de mucha calidad, y muy bien presentados todos. Además, cuentan tanto con comida asiática como occidental. ¡No dejéis de probar las ostras gratinadas!

Al día siguiente, Asiática Travel nuevamente nos recogió en nuestro hotel para hacer un tour por la ciudad y nos asignó un guía de allí de Hanoi, pero que hablaba español. Se llamaba Tui. Este guía no podía ser más majo y simpático. Su sentido del humor también era excepcional.

Nos llevó a visitar la Tran Quoc Pagoda que se encuentra en una esquina del Lago Ho Tay o Lago Occidental, a las afueras de Hanoi. Uno de los motivos por los que no debes dejar de visitar esta Pagoda, además de las inmejorables vistas de la ciudad, es que se trata de la Pagoda más antigua construida en la parte central de Hanoi (data del año 545). Su nombre, Tran Quoc, significa Defensa Nacional. La Pagoda ha sido construida siguiendo los diseños budistas.

Dicha Pagoda, de color rosado, posee tantos niveles como estados budistas existen. Se trata de 11 niveles que suman un total de 15 metros de altura. Cada uno, a su vez, tiene 6 puertas custodiadas por una estatua forjada en piedras preciosas.

MAUSOLEO DE HO CHI MINH

También nos llevó a visitar el Mausoleo de Ho Chi Minh ubicado en la plaza de Ba Dinh, la casa donde vivió el líder vietnamita y el palacio presidencial. En el mausoleo están los restos momificados de este político comunista, muy querido por todo su pueblo. Este templo está construido en mármol y estéticamente los arquitectos pretendieron representar una flor de loto. Ho Chi Minh era contrario a toda esta opulencia, y deseaba ser incinerado y que sus cenizas se esparcieran por el Norte, Centro y Sur del país, pero sus deseos no se cumplieron.

Después de visitar el mausoleo, nos acercamos al Palacio Residencial que se encontraba a escasos metros de allí. Es un edificio colonial francés construido en 1906 como residencia del Gobernador General de la Indochina francesa. Sin embargo, cuando los vietnamitas expulsaron a los franceses en 1954, se quiso utilizar este edificio como residencia del presidente, cargo que ostentaba Ho Chi Minh, pero éste rechazó los lujos del palacio, y vivió en tres habitaciones de la zona de servicio y posteriormente se trasladó a la “Casa Zancuda”. Actualmente el palacio se utiliza para recepciones y actos oficiales.

CASA DE HO CHI MINH

Como Ho Chi Minh había dicho que él no podía vivir en semejante palacio teniendo en cuenta la situación de su pueblo. Por ello ordenó construir una pequeña y modesta casa de madera al otro lado del lago del parque presidencial.

Está compuesta de 2 plantas muy humildes y sencillas y tan sólo un par de habitaciones donde Ho Chi Minh descansaba y estudiaba. Él amaba a los peces y todas las mañanas se acercaba al lago y les daba de comer. Para ello, Ho Chi Minh primero daba palmas para que se acercaran y acto seguido, les daba migas de pan y otros alimentos.

PAGODA DE PILAR ÚNICO

Si tenéis la oportunidad, tampoco dejéis de ver la Pagoda de pilar único que además esconde una bonita leyenda. Según los escritos, el emperador Lý Thái Tông que no tenía herederos, soñó que se encontraba con la diosa madre budista Avalokiteshvara y ésta, que estaba sentada sobre una flor de loto, le entregaba un niño. Tiempo después de ese sueño, el emperador se casó con una joven campesina a la que conoció por casualidad y tuvo un hijo con ella.

En gratitud por este hecho, el emperador construyó una pagoda y la erigió sobre un pilar en medio de un estanque de flor de loto, tal y como había visto en su sueño. Por eso, en el interior de la pagoda hay un altar y según la tradición, las parejas que deseen tener hijos, deben acudir a este lugar y realizar una ofrenda.

TEMPLO DE LA LITERATURA

Las razones por las que el Templo de la Literatura es tan famoso es porque fue la primera universidad de Vietnam hacia el año 1076. También cabe destacar que es uno de los pocos lugares de todo Vietnam dedicados a Confucio, ya que Vietnam es en su mayoría budista.

Inicialmente el uso de la universidad estaba restringido a príncipes, nobles y realeza del país. Más tarde se permitió el acceso al resto. El nombre de algunos de los estudiantes más notorios están esculpidos en 116 losetas de piedra. Éstas se apoyan sobre una tortuga (símbolo de longevidad en la cultura vietnamita), también de piedra. Es costumbre y también augurio de buena suerte, tocar la cabeza de todas las tortugas.

SHOW DE MARIONETAS

Tras finalizar la visita por los edificios y monumentos más emblemáticos, la compañía nos ofreció ver un espectáculo de marionetas sobre el agua que nos sorprendió gratamente. El show se representaba en el teatro Bong Sen y el escenario del mismo es un tanque de agua, sobre el que se desarrollan las escenas con las marionetas. Éstas son movidas por personas que están en las bambalinas metidas en el agua hasta la cintura, con palos muy largos y algunos mecanismos que hacen a las marionetas avanzar y retroceder.

Las historias que cuentan son muy entretenidas, desde campesinos que son atacados por dragones, o que luchan entre sí, pescadores que pelean con su presa, todo ello con música en directo, que no sólo acompaña, sino que dota de vida a las historias.

RESTAURANTE DA PAOLO WESTLAKE

Antes de regresar al hotel Intercontinental hicimos una parada en el restaurante Da Paolo Westlake, un italiano en el que estaba bueno desde la primera página del menú hasta la última.

Después de tantos días comiendo comida asiática la verdad que también se agradece probar otras cosas diferentes, y he de decir que la pasta y las pizzas de este restaurante estaban deliciosas. Muy recomendable porque además el precio era bastante económico. También estaba muy bien situado con unas vistas preciosas al lago.

La vuelta al hotel la hicimos en un tuc-tuc, que fue una de las experiencias más divertidas, así que si tenéis ocasión no dudéis en montaros en uno. Eso sí, regatead un poco el precio al igual que en todos los mercadillos.

Hanoi, está envuelto en un caos constante, un caos que se convierte en un espectáculo digno de admirar y que, si lo observas con los ojos adecuados, puedes terminar enamorándote de él. Un caos que contrasta de manera salvaje con nuestro siguiente destino, Halong Bay.

HALONG BAY

Al día siguiente partimos de Hanoi para dirigirnos a Halong Bay. El trayecto hasta el muelle de Halong, dónde se encontraba el crucero con el que reservamos, lo hicimos en autobús. El recorrido dura unas 3 horas desde Hanoi y lo organizamos con la misma compañía del crucero, Oriental Sails.

Cuando llegamos, nos subimos a bordo del crucero Calypso Cruiser. Es un barco de vela vietnamita que navega por la bonita bahía de Halong y ofrece muchas actividades, desde kayak, la visita a un pueblo de pescadores, la visita a una fábrica de perlas o relajarse en el solárium, con vistas a la bahía. Además cuenta con conexión a Internet.

Los camarotes de estilo oriental cuentan con aire acondicionado, suelos de moqueta y vistas al mar. Todos están insonorizados y son para no fumadores. Los baños privados del Calypso Cruiser están equipados con ducha de agua caliente y artículos de aseo gratuitos.

Es un barco muy completo y bonito, y la comida que ofrecen (incluida en el precio) está muy rica y es muy abundante. Bajo petición se preparan platos para dietas especiales y vegetarianos. Incluso puedes participar en una clase de cocina con el chef del crucero y hacer rollitos vietnamitas que luego os podréis comer durante la cena. Lo único que no teníamos incluido son las bebidas, pero todas las tardes hay un espacio de tiempo que lo llaman “Happy Hour” que ofrecen descuentos suculentos. ¡Ah! ¡Y también hay karaoke! Muy divertido.

Sin embargo, lo que más nos impresionó del crucero que hicimos con Oriental Sails fue la visita al interior de la cueva Thien Canh Son, que ofrece una belleza salvaje a la par que misteriosa. Su interior está lleno de estalactitas y estalagmitas formadas con el paso de los años y estatuas de piedra dónde podréis ver, dándole a la imaginación, la forma de un elefante, flores de loto, etc... todo ello parece crear un mundo imaginario que hará las delicias de los más fantasiosos.

La bahía de Halong es claramente un destino que todo ser humano debería ver antes de morir. Es un lugar mágico donde belleza, naturaleza, y leyenda se unen para formar un increíble paisaje de islotes kársticos. Y es que a Halong Bay no solamente es una de las siete maravillas naturales del mundo, también se la conoce como la bahía de los descendientes del dragón. Y esto es así por la leyenda que gira en entorno al origen de esta zona.

Cuentan también que durante los tiempos del emperador de Vietnam, los invasores chinos querían apropiarse de las tierras del imperio vietnamita, y por eso el emperador pidió ayuda a una familia de dragones que lanzaron perlas y jade para hundir a los barcos enemigos. Una vez finalizada la batalla y dada la belleza del lugar, los dragones y sus descendientes decidieron quedarse en aquel lugar y de ahí que los islotes adquieran la forma del cuerpo de un dragón.

Por último, dar las gracias a GoPro por facilitarnos la cámara HERO4 Session para la realización de los vídeos de nuestro viaje.

PARA MÁS INFORMACIÓN :::

ASIATICA TRAVEL (www.asiatica-travel.es)

HOTEL INTERCONTINENTAL HANOI WESTLAKE (www.hanoi.intercontinental.com)

RESTAURANTE DON BISTRO (www.dons-bistro.com)

RESTAURANTE DA PAOLO WESTLAKE (www.facebook.com/dapaolowestlake)

ORIENTAL SAILS (www.orientalsails.com)

Fotos: Clara Martínez