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Hotel abandonado

Así es el hotel abandonado que vigila las piscinas naturales más increíbles de España

Hoy en día, esta edificación es conocida como el "hotel fantasma"

Así es el hotel abandonado que vigila las piscinas naturales más increíbles de España istockphoto

Entre los parajes naturales de Los Charcones, en el sur de Lanzarote, emerge la silueta desconcertante del hotel Atlante del Sol, una construcción abandonada que desde hace más de medio siglo se ha convertido en una figura fantasmal en el paisaje de Playa Blanca.

Lo que pretendía ser un ambicioso complejo turístico con hotel y campo de golf, ideado por un inversor alemán en la década de 1970, terminó convirtiéndose en una ruina tras el abandono del proyecto en 1973. Hoy, Atlante del Sol es conocido como el "hotel fantasma", una curiosidad para los turistas y un motivo de debate entre los residentes.

Según recogen diversos medios de comunicación locales, la oficina de turismo de Playa Blanca ha explicado que uno de los principales factores que contribuyó al fracaso del proyecto fue la falta de infraestructura. "Es un lugar de difícil acceso que carece de una carretera que lo conecte", señalan las autoridades. Esta deficiencia no solo dificultó la viabilidad del hotel en sus inicios, sino que también continúa afectando al desarrollo turístico de la zona.

Actualmente, la estructura deteriorada representa un dilema. Algunos vecinos sostienen que si el hotel estuviera operativo, el área habría experimentado un impulso económico considerable gracias al aumento del turismo y a la creación de nuevos servicios e infraestructuras. Otros, sin embargo, defienden la demolición del esqueleto de cemento, argumentando que su desaparición devolvería a la zona un aspecto más natural y respetuoso con el entorno protegido de Los Charcones.

Los Charcones, conocidos por sus piscinas naturales de aguas cristalinas, son uno de los secretos mejor guardados de Lanzarote. La presencia del hotel inacabado, sin embargo, rompe parcialmente la sensación de aislamiento y virginidad que caracteriza este enclave. Para algunos visitantes, el contraste entre la belleza natural y la decadencia arquitectónica resulta incluso atractivo, como un testimonio silencioso de los sueños turísticos frustrados de otra época.

El caso del Atlante del Sol no es único en Canarias. Otros proyectos turísticos abandonados han dejado cicatrices similares en el Archipiélago, reflejo de una planificación urbanística en ocasiones precipitada y desconectada de las realidades del terreno. A día de hoy, el hotel fantasmasigue en pie, víctima del abandono, el viento y la salitre, convertido en escenario de exploradores urbanos y fotógrafos en busca de la belleza de lo decadente.

Mientras tanto, el debate sobre su futuro continúa abierto. Demolerlo supondría una inversión considerable y enfrentaría obstáculos legales, mientras que su rehabilitación, si alguna vez fuera posible, requeriría reimaginar un proyecto respetuoso con el medio ambiente y las necesidades actuales del turismo insular.