Cantabria entrega las primeras medallas a víctimas del terrorismo

"La dignidad, el reconocimiento, la memoria y la justicia”, estos son los cuatro valores a los que ha apelado la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, durante la entrega de las primeras Medallas a las Víctimas del Terrorismo, concretamente aquellas personas que fueron asesinadas por ETA en los atentados de La Albericia, en 1992 (Eutimio Gómez Gómez, Julia Ríos Rioz y Antonio Ricondo Somoza) y del Patronato Militar "Virgen del Puerto" de Santoña, en 2008 (Luis Conde de la Cruz). También se han concedido las Medallas a la Defensa y Atención a las Víctimas del Terrorismo, dirigidas a la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El acto homenaje se ha producido este mismo jueves en el Casyc Up de Santander, donde Buruaga se ha referido a la dignidad, el reconocimiento, la memoria y la justicia de todos los que perdieron su vida en actos terroristas. También de sus familiares, con quienes, según ha dicho, Cantabria salda la “inmensa deuda” que mantenía “desde hace demasiado tiempo”. Cuatro palabras (dignidad, reconocimiento, memoria y justicia) que, tal y como ha señalado la presidenta, se encuentran grabadas en las medallas “para que permanezcan y hacerlas inolvidables”, representando a su vez la condolencia, el apoyo y el “profundo respeto y admiración” del pueblo cántabro tanto a las víctimas del terrorismo como a sus defensores.

En la misma línea, ha querido agradecer en nombre de la comunidad autónoma el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por su “valiente compromiso” en la lucha contra el terrorismo, además de por su “inquebrantable labor” a la hora de proteger y asistir a las víctimas.

Objetivo del Gobierno cántabro de proteger el recuerdo de las víctimas

Hace poco más de un año se aprobó por unanimidad en el Parlamento la Ley de Reconocimiento, Homenaje, Memoria y Dignidad a las Víctimas del Terrorismo. Tal y como ha recordado Buruaga, fue un “acuerdo total” a favor de honrar a las víctimas y reconocer su sufrimiento, “de estar a su lado con actos de justicia y reparación”, para arroparlas con la fuerza de las instituciones de Cantabria.

La presidenta ha aprovechado para resaltar la preocupación de su Gobierno “desde el primer momento” por cumplir con el objetivo de proteger a las víctimas y su recuerdo. Así se creó la Dirección General de Justicia y Víctimas del Terrorismo, la cual dispone de un programa específico para cumplir con los compromisos de reparación y reconocimiento.

En un año de gestión, el Ejecutivo regional ha regulado ya las indemnizaciones y ayudas por fallecimiento y daños, así como las distinciones honoríficas. También trabaja en la normativa que completará esta protección con medidas concretas en materia de asistencia sanitaria, psicológica y social especializada, ayudas al estudio y acciones para favorecer su acceso al empleo, a actividades culturales, deportivas y de ocio, o a una vivienda, en caso de necesidad de traslado.

Las víctimas del terrorismo, "un ejemplo de vida"

En el acto, la presidenta cántabra ha recordado a todas las víctimas del terrorismo en España, incluyendo a Miguel Ángel Blanco y a las víctimas del 11M. También a los 188 policías nacionales y 210 guardias civiles asesinados en atentados terroristas, la mayoría de ellos a manos de ETA por el mero de hecho de “representar los mejores valores de este país”. Durante su intervención, Buruaga ha subrayado que las víctimas del terrorismo son un “ejemplo de vida”, mostrando a la sociedad el camino para fortalecer las convicciones del país, “de la patria que une y acoge, pero no olvida”. Y es que, en palabras de la presidenta, “la fortaleza de una sociedad cohesionada y de una convivencia en paz residen en la memoria”.

Así, respecto a las nuevas generaciones que ya nacieron sin el terror de ETA, ha destacado la importancia de transmitirles “que el Estado de Derecho se impuso a la barbarie, que la labor abnegada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado venció a los criminales y que la democracia ganó al terrorismo etarra”. En este sentido, ha querido resaltar, además, que "como demócratas, no podemos consentir que se reescriba la historia para blanquear el rastro oscuro del terrorismo. Aquí no cabe ni el relativismo ni el olvido”.

El día elegido para llevar a cabo este acto homenaje (27 de junio) responde a una fecha simbólica en la que se cumplen 64 años de la muerte de Begoña Urroz, una niña de 22 meses que murió en un atentado bomba en la estación de Amara, en Guipúzcoa, por parte del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación. Una fecha que, según ha anunciado, volverá a ser la elegida para dar continuidad a este homenaje en años sucesivos, con todas las víctimas y los colectivos que honran y defienden su memoria.