Cantabria está llena de pueblos bonitos que merece la pena visitar, es una comunidad con mar y montaña y que además puede presumir de tener una arquitectura bien conservada que alcanza su belleza más inmensa en los pueblecitos de montaña y en las villas marineras.

Hoy te desvelamos un pueblo que no suele aparecen en las guías y que tiene todas las características para que disfrutes de él: oferta turística, buna gastronomía, preciosos paisajes y además, es el pueblo más occidental de Cantabria y se asienta sobre una península. Si quieres disfrutar de la Cantabria más infinita no puedes dejar de visitar Pechón.

Si vas en coche podrás ir disfrutando de toda la maravillosa vista que ofrece la costa de Pechón. La península, del mismo nombre, abarca toda la zona delimitada entre la desembocadura del río Deva y la desembocadura del río Nansa, que conforman dos preciosas ríos o estuarios, la de Tina Mayor y la de Tina Menor, respectivamente. Y entre ría y ría están algunas de las playas más secretas y bonitas de Cantabria, que son impresionantes en verano pero más aún durante el otoño e invierno, cuando nadie camina por ellas y puedes aprovechar para ves los maravillosos atardeceres.

De todas las playas que te vas a encontrar, que son varias, llama la atención la belleza natural y salvaje de la playa de Amio, con una enormes catedrales de roca que se levantan desde la arena, y que han ido conformando con el paso de los años las erosiones provocadas por al fuerza del mar contra las rocas. Sin duda, pasear por ellas es una auténtica maravilla para desconectar del estrés y del día a día.

El último paraíso antes de llegar a Asturias

Cerca de las playas podrás encontrar una gran oferta de establecimientos de hostelería y restaurantes, donde tomarte un café, un vermú o comer directamente. Pechón es una localidad de poco más de doscientos habitantes y que forma parte del municipio de Val de San Vicente. Este pequeño pueblo es el último costero que nos encontramos en el occidente cántabro y uno de los pocos lugares que aún no está explotado turísticamente y que mantiene virgen la belleza de la Cantabria más de verdad.

Un lugar con playas espectaculares que podemos disfrutar también haciendo alguna de las rutas que existen en la zona. La parroquia de San Sebastián, un templo del siglo XVIII con una atrayente imaginería moderna que fue traída de talleres sevillanos, es toda una joya de la arquitectura que tienes que visitar en el pueblo, además del mirador de Pechón, que ofrece unas espectaculares vistas a la desembocadura del río Nansa y a la playa del Sable. También podemos aprovechar para visitar otros pueblos de la Península del Pechón, como son San Vicente de la Barquera, Comillas o la fantástica playa de Oyambre.

Entre los imprescindibles de su gastronomía están el marisco fresco, pescados del Cantábrico, y la famosa carne de vaca tudanca, unos manjares que no te puedes perder.

El último paraíso de Cantabria antes de llegar a Asturias se llama Pechón.