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Toledo

Así es la finca toledana que acoge caballos, vacas y burritos amenazados por incendios forestales

Con 200 hectáreas y experiencia ganadera, un matrimonio ha acondicionado corrales, pilas de agua y accesos para camiones para dar cobijo a animales en riesgo

Complejo Valdepusa Complejo Valdepusa

Mientras los incendios forestales avanzan con fuerza en comunidades como Galicia, Castilla y León o Extremadura, no solo se pierden montes, hogares o cosechas. Miles de animales -domésticos y de granja- se ven atrapados sin posibilidad de huida. En punto, ha surgido una historia de solidaridad desde el corazón rural de Castilla-La Mancha.

Natalia y Gonzalo, propietarios del Complejo Valdepusa, una finca de eventos ubicada en San Martín de Pusa (Toledo), han decidido convertir su espacio en un refugio improvisado para animales de campo afectados por los incendios. Con cerca de 400 hectáreas de terreno, corrales habilitados, agua disponible y una larga experiencia en manejo ganadero, esta finca ha abierto sus puertas a los más vulnerables en estos días de emergencia.

"Durante estos días hemos visto vídeos de animales huyendo del fuego. Y mi marido, amante de los animales, me dijo: hay que hacer algo. Y Ofrecer nuestro espacio era lo mínimo que teníamos que hacer", cuenta Natalia en una entrevista recogida por elDiario.es.

Lo publicaron en sus redes sociales y el mensaje se difundió rápidamente. Desde entonces, han recibido numerosas llamadas de ganaderos y particulares, no solo de Castilla-La Mancha, sino también desde Extremadura o Ávila, buscando un lugar seguro para sus animales.

De finca de eventos a refugio de emergencia

Aunque actualmente el Complejo Valdepusa está enfocado al turismo rural y la organización de bodas, su pasado ganadero y sus instalaciones agrícolas, con almendros, olivos y antiguos viñedos, le permiten funcionar de forma eficiente como centro de acogida.

"Tenemos unas 200 hectáreas cercadas, pilas de agua y ocho corrales preparados. También buenos accesos para camiones de transporte de ganado", explica Gonzalo Vázquez.

Además de vacas y caballos, han recibido peticiones para acoger burritos y ovejas, animales que requieren logística especializada y vehículos adaptados. La pareja reconoce que el mayor obstáculo no es solo el espacio, sino la dificultad para rescatar a los animales de las zonas activas. A menudo, ni los propios propietarios pueden entrar en áreas de riesgo.

"Muchos llegan tarde. Hay rebaños enteros que se están quemando porque no da tiempo a reaccionar. Y eso es lo que queremos evitar", lamentan.

Sin protocolos de evacuación animal

La iniciativa de Natalia y Gonzalo se produce en un contexto donde no existen protocolos claros para evacuar animales en caso de incendio, algo que viene denunciando el partido PACMA desde hace años. La falta de coordinación y medios especializados hace que muchos animales queden abandonados o incluso mueran atrapados en sus establos o corrales.

"No todo el mundo sabe a quién llamar. Algunos ganaderos sí, pero otros se ven bloqueados. Lo peor es la impotencia de ver cómo se acerca el fuego y no tener salida", explica Gonzalo.

Una red solidaria en marcha

A pesar de las dificultades, el matrimonio asegura que no están solos. Sus propios trabajadores se han volcado en la tarea, y también agricultores y voluntarios de la zona se están sumando para ofrecer ayuda. "Estamos encantados de dar visibilidad a esta iniciativa. Esto es una rueda. Todos comemos de la ganadería o de la agricultura", defiende Natalia.

Mientras las llamas siguen devorando paisajes y medios de vida, este pequeño oasis en Toledo se ha convertido en símbolo de solidaridad. "Queremos poner todo a disposición de quienes lo necesitan, con refugio y cuidados, el tiempo que sea necesario", concluyen.