Burgos

César Rico: «Clunia será un revulsivo para la provincia»

El presidente de la Diputación de Burgos tiene mucha fe en este proyecto, que incluye la restauración del teatro romano y un moderno centro de recepeción de visitantes

El presidente de la Diputación de Burgos, César Rico
El presidente de la Diputación de Burgos, César RicoDip. BurgosLa Razón

César Rico acaba de cumplir hace poco un año de mandato de esta legislatura, tercera consecutiva que afronta como presidente de la Diputación de Burgos. Un mandato, ya que por vez primera ha necesitado del apoyo de otra formación, en este caso Ciudadanos, para ser investido, pero, sobre todo, complicado por la crisis sanitaria del coronavirus que, según reconoce a LA RAZÓN, «nos ha cogido con el pie cambiado a todos».

Pese a ello, Rico es optimista, sobre todo porque antes de la pandemia se aprobaron tanto el presupuesto de la institución, que asciende a 110 millones, como los planes provinciales, que se incrementan hasta los 24 millones, lo que está permitiendo que el dinero esté circulando y llegando a los municipios que lo necesitan.

También está ilusionado por uno de los proyectos que, en su opinión, supondrán un antes y un después para la provincia burgalesa y que afecta a la ciudad romana de Clunia. Al respecto, avanza que están ya a punto de culminar la restauración del teatro romano de este yacimiento arqueológico , que afecta a la zona de escena y al postescenio, a lo que habrá que sumar nuevo centro de recepción de visitantes.

«Este proyecto será un revulsivo para la provincia de Burgos», asegura César Rico.

Igualmente, saca pecho de que este septiembre la Diputación de Burgos será la primera en implantar la Administración electrónica así como del acuerdo alcanzado por la Junta y las operadoras para que todos los municipios burgaleses puedan tener internet de calidad y cobertura móvil más pronto que tarde. «Esta legislatura tiene que ser la de la conectividad en Castilla y León», apunta el presidente, mientras advierte que «no es de recibo que haya todavía vecinos de pueblos qu tengan que subirse al monte para tener un hilo de cobertura móvil. «La gente no puede estar aislada y que no pueda llamar ni siquiera al médico sino se sube al monte», lamenta, a la vez que denuncia que este tema ya no es que sea de índole tecnológica sino también y sobre todo social.

«Esta es la principal reclamación que me trasladan los alcaldes cada vez que nos reunimos; no me piden que arreglemos las carreteras, que también, sino tener conectividad», apunta, convencido de que si hay internet y cobertura, si los empresarios también se implican y los ayuntamientos mantienen los servicios básicos esenciales, los pueblos se podrán repoblar y tendrán mucho futuro por delante.

Respecto a este año de legislatura, se muestra satisfecho del acuerdo alcanzado con Ciudadanos, y destaca que ya se han cumplido o están en marcha la gran mayoría de las 66 medidas que se acordaron en el pacto por la gobernabilidad de la Diputación de Burgos entre PP y Cs.

Por otro lado, se muestra preocupado por los brotes que están acechando durante este verano a la provincia, con especial hincapié en Miranda de Ebro y Aranda de Duero, y apela a la responsabilidad individual para poder convivir con este letal y contagioso virus.

Asimismo, tiene claro que esta pandemia «va a cambiar nuestro modo de vida», y cree que cuando todo esto pase nos dejará varias enseñanzas: la primera, que las administraciones han de estar más y mejor preparadas para situaciones de este tipo. La segunda, que habrá que replantear el servicio de atención que se presta en las residencias de personas mayores, las más afectadas por esta crisis sanitaria, que las permita hacer frente en mejores condiciones a una nueva pandemia. Y, en tercer lugar, apunta, consolidar el teletrabajo que, según dice, «ha llegado para quedarse». En este sentido, se muestra optimista ante lo que se avecina. «Sobreviviremos, porque el hombre ha demostrado siempre que es capaz de superarse a sí mismo», apunta el presidente de la Diputación burgalesa, que es de lo que ve también esta crisis sanitaria como una oportunidad que tienen los pueblos para ganar población.

Los municipios, el chivo expiatorio

César Rico tampoco se muerde la lengua sobre el polémico acuerdo entre el Gobierno y la FEMP por el que los municipios han de ceder sus remanentes y superávit al Estado para poder acceder a las ayudas para la recuperación de la Covid-19. «Este acuerdo no es acertado, porque se castiga a quien cumple y crea desigualdad», denuncia Rico, para quien los municipios vuelven a ser el chivo expiatorio «y encima con la que está cayendo».