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Iglesia Católica

La Iglesia en Palencia goza de buena salud económica

La Diócesis cierra 2019 con más de 2,3 millones de euros de superávit tras ingresar 11,7 y gastar 9,4, de los que más de cinco se dedican a conservación de edificios y funcionamiento de la institución

Presentación del Día de la Iglesia Diocesana La Diócesis de Palencia ofrece una rueda de prensa para presentar el Día de la Iglesia Diocesana, en la que participará el obispo, Manuel Herrero (D); y el ecónomo diocesano, Tirso Castrillo (I)
Presentación del Día de la Iglesia Diocesana La Diócesis de Palencia ofrece una rueda de prensa para presentar el Día de la Iglesia Diocesana, en la que participará el obispo, Manuel Herrero (D); y el ecónomo diocesano, Tirso Castrillo (I)BrágimoIcal

Buenas noticias para los fieles palentinos. Y es que la Diócesis de Palencia goza de muy buena salud económica, lo que redunda en la atención y servicios que presta en la sociedad de esta provincial eclesial. Al menos así era hasta el inicio de este 2020 desolador por la crisis sanitaria del coronavirus que ha derivado en otra económica y social aún por determinar.

Y es que la institución religiosa, cuyo pastor es Manuel Herrero, ha cerrado el ejercicio de 2019 con más de 2,3 millones de euros de superávit, dado que las arcas eclesiásticas ingresaron un total de 11,7 millones de euros y destinaron cerca de 9,4 millones de euros a gastos, de los cuales más de la mitad fueron a parar a la conservación edificios y gastos de funcionamiento, con más de cinco millones de euros en dicha partida, según los datos facilitados por la entidad.

En el capítulo de ingresos, cabe señalar que la asignación tributaria asciende a 2,9 millones de euros (24,84 por ciento), y las aportaciones de los fieles reflejan otros 2,7 millones de euros (23,64 por ciento), mientras que los ingresos de patrimonio y otras actividades ascienden a 1,3 millones de euros. Además, durante el año pasado, la Diócesis recibió 3,4 millones de euros procedentes de otro ingresos corrientes y un millón más en una partida extraordinaria, que hace referencia a una herencia.

Mientras que en los gastos, el 54,8 por ciento del total fue a parar a la conservación edificios y gastos de funcionamiento, con más de cinco millones de euros, seguida de la retribución del clero, con 1,5 millones de euros (16,2 por ciento) y las acciones pastorales y asistenciales, a partir de 1,4 millones de euros (15,8 por ciento). Además, se destinaron 617.000 euros en gastos extraordinarios y otros 583.000 euros a las retribuciones del personal seglar.

En el ámbito de actividad caritativa y asistencial, la Diócesis atendió a 692 personas en el único centro de asistencia a emigrantes, refugiados y prófugos, así como a 2.007 ciudadanos en los centros para mitigar la pobreza. A mayores, prestaron ayuda a 207 personas en nueve casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad, así como a 118 palentinos en los centros de menores y jóvenes y otros centros para tutela de la infancia.

“El Buen Samaritano”

Durante la presentación de la memoria de 2019, el obispo Monseñor Herrero también ponía en valor que la Diócesis de Palencia ha abierto un cauce extraordinario de solidaridad, a través de la Fundación diocesana ‘El Buen Samaritano’, con algunos colectivos que son víctimas de la crisis económico-social provocada por la COVID-19.

Además, aprovechaba este acto para recordar que este domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, y pedía la colaboración de todos, que “no solamente debe ser económica, sino también de corazón”. Una colaboración en la que “se preste el tiempo y las cualidades de cada uno para hacer presente el reino de Dios”.

Herrero destacaba que se puede ofrecer tiempo para acompañar a personas que están solas, colaborar como catequistas o poner a disposición de todos los mejores aspectos de uno mismo, ya sean musicales, educativos o asistenciales. Todo ello bajo el paraguas de un día que lleva el lema ‘Somos lo que nos ayudas a ser’, apuntaba.

Los destinatarios de este proyecto de solidaridad se dividen en personas trabajadoras que no perciben ningún tipo de prestación o subsidio, así como aquellos que reciben una ayuda pero resulta insuficiente para la cobertura de las necesidades básicas de la unidad de convivencia. En segundo lugar, está el apoyo a pequeños negocios y autónomos con o sin empleados a su cargo, que se encuentren en dificultades como consecuencia directa de la crisis sanitaria.

El obispo de Segovia, César Franco (I), junto al secretario de Medios de Comunicación Social, Juan Cruz Arnanz (D), a su llegada a la rueda de prensa
El obispo de Segovia, César Franco (I), junto al secretario de Medios de Comunicación Social, Juan Cruz Arnanz (D), a su llegada a la rueda de prensaNacho ValverdeIcal

La Iglesia en Segovia busca autofinanciarse

Por otra parte, la Diócesis de Segovia, que también presentaba la memoria de 2019 unificada con el Obispado, las parroquias y la Catedral en aras de la transparencia, emprende un camino hacia la autofinanciación con el objetivo de lograr que en cinco años el 20 por ciento ya sea autofinanciado, según ha explicado este miércoles el ecónomo Rafael de Marcos.

Objetivo: seguir la estela lograda por el Cabildo Catedralicio que es autosuficiente económicamente desde hace tres años. Para tener toda la información, se han invertido 140.000 euros para que una empresa realice un inventario detallado de todas las propiedades, como inmuebles y fincas, ya que el valor de las iglesias o la Catedral es complicado de calcular.

La Diócesis cuenta con un superávit de algo más de 175.000 euros, con un ingresos de 6,8 millones de euros y unos gastos de 6.6 millones.

Según las cuentas de 2019, el 35,3 por ciento de los ingresos, son de ingresos de patrimonio y otras actividades; el 31,1 por ciento en asignación tributaria y el 20,3 por ciento de aportaciones de los fieles. Al haber optado por una contabilidad unificada es difícil hacer una comparativa, pero según el ecónomo sí ha producido una bajada en el número de personas, en 250, que marcan la ‘x’ en su declaración de la renta, entre 2018 y 2019, con un 1,40 por ciento menos de declaraciones.

En este apartado, destaca los ingresos por la venta de entradas de la Catedral que supusieron 1,4 millones de euros, además el templo mayor de la ciudad ingresó algo más de 7.000 euros por servicios como bodas, misas o funerales.

En cuanto a los gastos, destacan los 3,3 millones de euros para la conservación de edificios y gastos de mantenimiento.

Finalmente, cabe señalar que durante 2019 las aportaciones de los fieles fueron de más de 1,1 millones de euros en colectas y 55.203 euros en suscripciones, hasta sumar junto a otros conceptos una cantidad cercana a 1,4 millones de euros.