
Congreso
Moncloa se aferra a sacar "leyes buenas para Cataluña" pero los socios detectan la "agonía" de Sánchez
Sumar apuesta por "utilizar a la sociedad civil para presionar" a Junts y obligarles a votar a favor de medidas sociales.

¿Qué va a pasar con las votaciones en el Congreso de los Diputados tras el anuncio de ruptura de Carles Puigdemont? Pues depende de a quién se le pregunte. Desde el Gobierno, tanto el PSOE como Sumar, insisten en intentar relativizar el golpe y confiar en que se van a poder sacar adelante leyes que sean "buenas para Cataluña", tal y como pide Junts. Sin embargo, muchos socios parlamentarios de Pedro Sánchez no comparten esa indiferencia y consideran que la legislatura, que ya estaba débil, ha caído en un periodo de "agonía" de difícil salida.
En su comparecencia del lunes, Puigdemont anunció que daba por rotos todos los puentes con el PSOE, por finalizado el pacto de investidura y que Junts no iba a negociar nada más con los socialistas. Sin embargo, no especificó que fuera a votar en contra de todo y dejó la puerta abierta a apoyar las normas que, a su parecer, sean buenas para la comunidad autónoma. En Moncloa esto ha dado espacio al optimismo obligado.
Según explican fuentes del ala socialista del Gobierno, el Ejecutivo y sus grupos parlamentarios van a llevar leyes al Congreso a las que sea muy difícil que Junts vote en contra, informa Javier Portillo. "Les vamos a llevar a un abismo en algunas cuestiones y que se tengan que retratar", aseguran desde la Moncloa. Se trata de una estrategia que ya han puesto en práctica con Podemos y que creen que puede volver a funcionar. Un ejemplo reciente sobre esto: los morados estuvieron pronunciándose en contra del embargo de armas a Israel y al final no sólo no se abstuvieron, sino que acabaron votando a favor para que no se les culpara si decaía.
Hablando de normas que afectan exclusivamente a los postconvergentes, al Gobierno le cuesta creer que Junts vaya a votar en contra de leyes como la de Atención al Cliente. La formación de Puigdemont logró colar ahí una enmienda para que las empresas tengan que atender en las lenguas cooficiales y sería difícil de explicar ahora que la vayan a tumbar. El resto de socios también consiguieron que se aceptasen sus enmiendas al texto, por lo que el apoyo a la norma se daba prácticamente por seguro.
Sin embargo, el alcance de esta ruptura se medirá antes, con el decreto de financiación de la ley del ELA. El Ejecutivo pretende llevar la convalidación a votación dentro de dos semanas (la que viene no hay Pleno) y también cuesta creer que Junts vaya a votar en contra.
De hecho, desde Sumar creen que en los temas sociales pueden obligar a Junts a retractarse. "Hay que ser inteligentes y llevarles a terrenos en los que se pueda utilizar a la sociedad civil para presionar", explican fuentes del grupo plurinacional. "En normas muy trascendentes pueden jugar con el control de los tiempos, pero hay otras en las que no se van a arriesgar a echarse a la sociedad civil en contra", añaden. Ese argumento, sin embargo, es el que abanderó Yolanda Díaz para la reforma de la jornada laboral y Junts se la tumbó sin miramientos.
Sin embargo, los socios parlamentarios del Gobierno no comparten ese optimismo que parece provenir del Consejo de Ministros. Varias fuentes parlamentarias explican que creen nada va a cambiar explícitamente en el corto plazo, porque el Ejecutivo ya tenía que sudar sangre para cada votación y Junts sólo votaba a favor de lo que podía capitalizar políticamente, pero que la actividad parlamentaria se va a rebajar, todavía más, a un punto muerto en el que Pedro Sánchez acabe teniendo que convocar elecciones.
Habló públicamente sobre ello la portavoz en el Congreso del PNV, Maribel Vaquero. Ante la pregunta de si creía que la legislatura sigue siendo viable, contestó que "no es muy sostenible, la verdad, entramos en una fase de agonía". "Si el Gobierno no consigue aunar una mayoría positiva, es una fase poco sostenible hasta el final de la legislatura. Se necesitaría llegar a un acuerdo, podrían serlo los Presupuestos. Pero no depende de nosotros", añadió. Es decir, encomienda a Sánchez que intente recomponer la mayoría de investidura "en torno a algún proyecto que sea importante".
Hay voces en Moncloa que, dentro de su optimismo, creen que si Sánchez presenta ante el Congreso de los Diputados unos Presupuestos con amplias partidas para Cataluña, también pondrán a Junts en una posición difícil. Incluso socios como el propio PNV o Sumar están a favor de que el Gobierno lleve los Presupuestos a la Cámara Baja. Sin embargo, todo apunta a que con Puigdemont volverán a topar. El líder de Junts ya llevaba semanas diciéndole a José Luis Rodríguez Zapatero que no hablaría de Presupuestos sin desbloquear las demás negociaciones pendientes y, el lunes, explicitó que no tendría cuentas públicas.
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