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La hostelería de Burgos asegura que el cierre de locales está detrás del repunte del virus

Unos 130 hosteleros burgaleses abren sus negocios de forma simbólica encendiendo las luces pero sin venta al público para denunciar su agónica situación

Uno de los locales de Burgos que ha encendido sus luces y abierto su local pero sin venta al público como protesta
Uno de los locales de Burgos que ha encendido sus luces y abierto su local pero sin venta al público como protestaRicardo OrdoñezIcal

Unos 130 hosteleros de Burgos se han concentrado este sábado en el centro de la ciudad para denunciar su situación “agónica” y leer un comunicado en el que aseguran que el mayor repunte de covid de las últimas semanas guarda relación directa con las continuas restricciones y cierres de la hostelería.

Los empresarios de bares, restaurantes y ocio nocturno sostienen que están llegando a un “punto sin retorno”, y por ello se han rebelado este sábado los 130 establecimientos de hostelería de todo tipo que se han adherido a una protesta simbólica y han abierto sus establecimientos a las 12:30 endendiendo las luces para recordar su presencia, aunque sin venta al público para no incumplir las restricciones.

Los establecimientos se mantendrán abiertos hasta las 14:00 y la apertura se repetirá esta tarde de 18:00 a 22:00 horas, cuando entra en vigor el toque de queda.

En su comunicado exigen medidas de desescalada y advierten de que si no se ponen fin a las restricciones que les “asfixian”, “en los próximos días se adoptarán medidas unilaterales con el alcance que se considere necesario y en el modo que se entienda procedente”.

Lectura del manifiesto de los hosteleros de Burgos
Lectura del manifiesto de los hosteleros de BurgosRicardo OrdoñezIcal

Insisten en que “nunca la hostelería ha sido el problema, sino un cauce para evitar el botellón y las reuniones sociales descontroladas, que si se han señalado como principales responsables de la escalada de contagios”.

Consideran que tampoco la apertura de terrazas sería suficiente para salir adelante en Burgos, dada la climatología y se muestran contrarios a la “drástica reducción” de horarios de cierre, aforos y la limitación de consumo en barra, que aseguran que se han impuesto sin dialogar con el sector y con promesas de ayudas que son “solo declaraciones de intenciones de carácter político”.

Aseguran que el cierre total del sector en la capital burgalesa, donde solo se autoriza la apertura para recoger comida o hacer entregas a domicilio, afecta ala hostelería de día, la de noche, restaurantes, bares especiales, discotecas y distribuidores, de los que dependen muchas familias que llevan meses sin poder llevar ni un solo euro a casa.