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Un centenar de hosteleros de Burgos se rebelan ante el cierre y abrirán este sábado sus negocios

“No podemos quedarnos de brazos cruzados, viendo caer empresas, sabiendo que muchos compañeros no volverán a levantar las persianas”, señalan en un comunicado

Concentración de hosteleros a las puertas de la Delegación Terirtorial de la Junta en Burgos.EUROPA PRESS30/10/2020
Concentración de hosteleros a las puertas de la Delegación Terirtorial de la Junta en Burgos.EUROPA PRESS30/10/2020Servicio Ilustrado (Automático)EUROPA PRESS

La hostelería de Burgos no aguanta más y se rebela contra las medidas de restricción impuestas por la Junta, que les impiden poder abrir sus negocios al público desde el pasado 6 de noviembre y hasta el próximo 3 de diciembre.

Ante la “agónica” situación en la que se encuentran, un centenar de establecimientos burgaleses ha decidido levantarse en pie de guerra y abrirán por tanto sus puertas este sábado como medida de supervivencia ya. Lo harán en dos franjas horarias diferentes ante una situación que, advierten, “está cobrando tintes dramáticos y muy preocupantes en la ciudad”.

Y es que Burgos, además, es la que peores datos epidemiológicos tiene en estos momentos ya que su tasa de incidencia acumulada se encuentra por encima de los mil casos por cada cien mil habitantes en los últimos catorce días y con 453 a siete días vista, lejos de los 400 y 200 casos que el Gobierno autonómico ha situado como baremo para poder levantar las restricciones a la hostelería e incluso para la movilidad.

“No podemos quedarnos de brazos cruzados, viendo caer empresas, sabiendo que muchos compañeros no volverán a levantar las persianas, mientras las distintas administraciones se pierden en reuniones, planes, proyectos e ideas para el futuro”, señalan en un comunicado este grupo de empresarios que mañana a las doce del mediodía leerá un manifiesto en la Plaza Huerto del Rey.

“Mientras crece la incertidumbre sobre cuándo y en qué condiciones se nos dejará regresar a nuestros trabajos, las diferentes administraciones públicas se pasan el balón unas a otras para ver quién tiene que ayudar. Los días pasan y la situación de muchas de nuestras familias y empresas va agravándose por momentos, hasta el punto de que ya no podemos aguantar más”, insiste el grupo en el texto, al que ha tenido acceso este periódico.

“Creemos que es una cuestión de falta de voluntad ni de solidaridad para con los demás, sino de supervivencia. Y aunque sabemos que la salud es lo primero y por eso, en nuestros establecimientos, siempre hemos adoptado las oportunas medidas de seguridad”, apuntan.

Por ello, y como muestra del momento límite que atraviesan nuestras empresas y familias y todos aquellos de viven directa o indirectamente de este sector, aseguran que no les queda más remedio que llevar a cabo el primer acto de desobediencia civil tras el inicio de las restricciones.

Así, la hostelería de la ciudad abrirá sus puertas de 12.30 a 14.30 horas y de 18 a 22 horas. La apertura no pretende “realizar la actividad ordinaria”, sino advertir a las administraciones de que “necesitan, de manera inmediata, medidas que acaben con las restricciones y permitan trabajar”.