Fernández Carriedo: “Lo peor de esta crisis está aún por llegar”

La primera parte de 2022. Esta es la fecha marcada en rojo en el calendario del Gobierno autonómico para que se empiece a ver en la Comunidad señales de recuperación y de que se vuelve a la senda del crecimiento económico.

Así lo cree y así lo ha contado esta mañana el consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, durante un encuentro económico organizado por el diario El Norte de Castilla, donde aseguraba, contundente, que lo peor de esta crisis sanitaria, ya económica y social también, está todavía por llegar, y mostraba sus dudas de que en el segundo semestre de este año pueda atisbarse un incremento del PIB de la Comunidad.

“Si la vacunación se agiliza y acertamos con las medidas y las políticas no será hasta 2022 cuando el PIB de Castilla y León recupere los niveles alcanzados en 2019″, decía el consejero.

Pero pese a esta afirmación que puede parecer negativa y pesimista, Fernández Carriedo mostraba su confianza por la fortaleza y capacidad de recuperación que la economía de la Comunidad, “algo que ya ha demostrado en los últimos años”, decía, y apelaba a la unidad de todos, de los partidos políticos, administraciones, agentes sociales y económicos y sociedad civil, para superar los efectos de la pandemia.

“No miraremos hacia otro lado a la hora de tomar decisiones, aunque a veces resulten incómodas”, insistía, mientras apuntaba que la acción de gobierno estará basada en el diálogo, en la política de mano tendida y en la moderación alejada de los radicalismos.

Una fortaleza económica de Castilla y León que avalaba con datos, cuando ponía en valor que la situación económica de la Comunidad “es mejor que la España”, con una tasa del paro del 11,6 por ciento, frente al 16,3 por ciento de nacional, y con una caída del PIB 2,2 puntos inferior, anunció que la Comunidad continuará durante el primer trimestre año perdiendo tejido productivo y no será hasta el segundo semestre cuando vuelva a la senda del crecimiento.

También ponía en valor la alta cualificación de los trabajadores, la sostenibilidad y el tamaño intermedio de las ciudades de Castilla y León, la posición logística estratégica, la diversificación y competitividad del tejido productivo y capacidad exportadora, como algunas de las fortalezas y ventajas de esta Comunidad respecto a otros territorios.

Por otro lado, en su intervención tenía también palabras duras hacia el Gobierno de España, y reprochaba al Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos la subida de impuestos o que solo a las comunidades a la hora de poner en marcha ayudas directas para los sectores más afectados por la crisis, como por ejemplo la hostelería, al contrario que otros ejecutivos europeos como el alemán

También denunciaba el reparto de los primeros fondos europeos que contempla el Plan de Recuperación, ya que mientras Castilla y León ha recibido 128 euros por habitante, esta media en el conjunto de España se ha situado en los 213 euros.

“No se ha tenido en cuenta la dispersión población y hemos sido los grandes perjudicados”, decía. Al respecto, aseguraba que garantizar la cobertura de internet de banda ancha en toda la Comunidad y el impulso a la economía verde, con especial hincapié en el medio rural, son las prioridades para los fondos europeos que están por llegar.