Una retrospectiva viajera de la Castilla y Cantabria de hace 30 años y de la actual

“La Ordel de Pedal”. Así se denominaba un grupo de cuatro amigos que un buen día, hace treinta años ya, decidieron recorrer en bicicleta distintos parajes de Castilla y León y adentrándose por territorios cántabros. Fruto de estos viajes, el escritor Pascual Izquierdo fue plasmando sus impresiones en distintos artículos que fueron publicándose en prensa y que, ahora, ven la luz en un libro de viajes que lleva como título “Viaje por Tierras de Castilla (y Cantabria)”.

Un texto muy viajero, como él mismo señala en una entrevista a LA RAZÓN, y donde va desgranando vivencias, anécdotas, reflexiones o apuntes patrimoniales y paisajísticos. Pero todo ello visto desde la actualidad, ya que el propio Pascual ha realizado esos mismos recorridos de antaño en la actualidad para comprobar el antes y el después y que le ha permitido “cambiar la mirada” y comprobar de primera mano como la despoblación ha ido comiendo terreno a esta vieja tierra. “Han cambiado muchos escenarios”, confiesa y se detiene especialmente en dos monumentos patrimoniales como el Monasterio de San Martín de Rioseco o el de la Santa Cruz de la Zarza, en ruinas hace tres décadas y que ahora recuperan un poco de su esplendor, gracias a los vecinos y asociaciones de las localidades donde se ubican.

Son cinco recorridos que comprenden pueblos burgaleses, otro siguiendo el curso del Arlanza, el tercero llegando hasta el nacimiento del Ebro para terminar con el románico palentino y la Tierra de Campos de Valladolid y Palencia. Unos viajes que le permitió a este grupo conocer más en profundidad los secretos que esconde esta vieja tierra, “hay mucha riqueza patrimonial y paisajística que no se ha dado a conocer por que ha habido dejación”, afirma, y sobre todo, el hecho de conocer más a sus gentes, ya que el texto está plagado de interesantes diálogos con los vecinos de la zona.

Dos miradas que convergen en el mismo escenario y donde el autor ha procurado buscar un equilibrio entre la evocación nostálgica de antaño como un análisis más crítico de hogaño y donde los pueblos y los pocos habitantes que quedan en ellos se han “visto derrotados por el tiempo” ante la modernidad o la postmodernidad que nos empuja en la actualidad a mirar al futuro y no detenernos en el presente y mucho menos en tener en cuenta el pasado.

Pascual Izquierdo cuenta una de esas anécdotas que podemos disfrutar en el libro, cuando paraba en la localidad de Crespos, con apenas una docena de casas de piedra, y preguntaba a una de sus vecinas que cuántos habitantes existían en el pueblo en 2014. “Nueve”, contestaba. ¿Y ahora? “Ahora sólo cinco. Hay más huéspedes en la casa rural que personas en el pueblo”.

Y para hacer más ameno este libro se puede disfrutar de 83 acuarelas y seis mapas realizadas de manera artesanal, por su hermano Santiago, otro de los integrantes de “la Orden del Pedal”, y donde aparece la plaza Mayor de Lerma, el puente de Torquemada, capiteles, esclusas, monasterios... En definitiva, una auténtica joya, tanto los dibujos como los textos, que se han convertido ya en una lectura obligada para conocer la grandeza pero también las miserias de esta tierra.

Un libro que se puede adquirir en las librerías de Aranda de Duero y de Burgos y también en la web. “www,oporteeditores.com”. Y en el horizonte, otro libro, esta vez dedicado al Canal de Castilla. Pero toca esperar y disfrutar de este, que merece y mucho la pena.