Turismo

¿Eres de autocaravana? Descubre estas tres impresionantes rutas para difrutar en agosto en Castila y León

Cada vez son más los amantes de este tipo de turismo que apuesta por la libertad de viajar de forma sencilla por todo el mundo

Área de autocaravanas en la provincia de Palencia
Área de autocaravanas en Castilla y LeónDiputación Palencia

Viajar en autocaravanas está de moda, sobre todo en verano, como una opción más económica pero también más divertida que eligen cada vez más familias en españa.

Una forma de vida que no es de ahira, ya que nació en la década de los 60 del siglo pasado desde la premisa de la libertad y poder viajar de forma sencilla por el mundo por cuanto se trata de un medio de transporte que permite alojarse en lugares idílicos y paradisiacos en plena naturaleza.

En Europa se estima que hay más de tres millones de autocaravanas mientras que son más de 12 millones las personas hacen hoy en día turismo de esta manera. España no está a la cabeza, ni siquiera entre los países donde más se apuesta por este medio de transporte y alojamiento, aunque está creciendo poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Algo que se pone de relieve en las ventas o en el alquiler de este tipo de vehículos, y especialmente tras la crisis sanitaria del coronavirus debido a las restricciones que había que recomendaban destinos al aire libre para evitar contagios.

Varias autocaravanas estacionadas en las inmediaciones de la Vega de Acá, en Almería
Varias autocaravanas estacionadas en las inmediaciones de la Vega de Acá, en AlmeríaLa RazónLa Razón

El único hándicap es la falta de espacios en nuestro país para poder acoger a las autocaravanas, ya que estas no pueden aparcar y estacionar en cualquier lado. De hecho, hay que cerciorarse de que se puede aparcar sin riesgo de multa y sin molestar al resto de usuarios. En principio, se puede dejar el vehículo en cualquier lugar y pernoctar, siempre que no se saquen al exterior elementos como sillas, toldos o ventanas que superen el perímetro de la autocaravana.

Castilla y León, la reina del turismo de interior, cuenta con numerosos espacios para el disfrute de los amantes de las autocaravanas así como rutas que se pueden realizar en apenas un par de días o tres que no dejarán indiferente a nadie.

Y en estas líneas de hoy de LA RAZÓN, traemos tres rutas que los amantes de las autocaravanas que huyan del turismo de sol y playa puede hacer estos días de agosto.

1- Ruta de Carlos V

Este trayecto, de 550 kilómetros, nació para rememorar el viaje que llevó a cabo Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico desde Cantabria a Extremadura pasando obviamente por Castilla y León. En concreto, desde el puerto cántabro de Laredo hasta el Monasterio extremeño de Yuste, y atraviesa tierras de las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid.

Reales Carnicerías de Medina del Campo, primer mercado de abastos de España
Reales Carnicerías de Medina del Campo, primer mercado de abastos de EspañaAyto. Medina del CampoAyto. Medina del Campo

En esta ruta se pueden conocer municipios como Medina de Pomar, en Burgos, una localidad medieval en la que sobresale su espectacular castillo del siglo XIV, el Alcázar de los Velasco; las localidades vallisoletanas de Medina del Campo, con su castillo y gran Plaza Mayor, y Cabezón de Pisuerga; la palentina de Venta de Baños, en Palencia, tierra ferroviaria; Peñaranda de Bracamonte, en Salamanca, con su precioso casco histórico; o el Barco de Ávila en la provincia abulense, donde se puede disfrutar de unas vistas al río Tormes impresionantes.

2-Ruta por el Parque Natural de Arribes del Duero

En esta ruta destacan los miradores increíbles que se pueden disfrutar como el Picón de Felipe o el mirador del Fraile, además de espectaculares cascadas como el Pozo de los Humos y un crucero precioso desde Miranda do Douro en la frontera entre España y Portugal. Una ruta de enorme belleza que en la parte zamorana son Los Arribes del Duero, en la salmantina Las Arribes del Duero, y en la portuguesa el Douro Internacional.

El viaje de este trayecto arranca en el municipio zamorano de Moralina, en Zamora, donde se puede realizar la Ruta de los Molinos por el Duero que discurre entre Los Molinos de Fariza y alcanza el espectacular mirador de Las Barrancas.

Miranda de Duero, en tierras portuguesas, es el siguiente destino para hacer parada y fonda. un lugar de buen comer y con unas vistas al Duero que quitan el hipo desde el Mirador de Picote. Una vez allí hay que visitar la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, que tiene otro mirador espectacular.

Muy cerca de allí se encuentra Sendim, donde se puede visitar su villa romana y dejar allí la autocaravana para hacer una ruta a los pies del Duero. El siguiente destino sería Lamoso donde no hay que dejar de ver su cascada de la falla de Agua Alta.

Tras este periplo por Portugal hay que volver a tierras zamoranas, en concreto hasta Fermoselle, musa de escritores como Miguel de Unamuno, declarado conjunto Histórico-Artístico por sus calles, angostas y sinuosas en extremo.

La ruta concluye en la localidad salmantina de Aldeadávila de la Ribera, en Las Arribes del Duero, donde se encuentra el Salto de Adeadávila, uno de los que forman parte del sistema hidroeléctrico conocido como los Saltos del Duero. Un entorno sin igual al que Unamuno se refirió como el más bello, agreste y más impresionante paisaje de España entera. Un embalse emblema de la España de Franco que ha sido llevado al cine en varias ocasiones.

Mirador del Fraile en Aldeadávila de la Ribera, con la presa emblema de Franco al fondo
Mirador del Fraile en Aldeadávila de la Ribera, con la presa emblema de Franco al fondoJcylLa Razón

Conla autocaravana se puede visitar el Poblado del Salto de Aldeadávila, la Verde o Santa Marina, donde el senderista o el conductor puede disfrutar de rincones increíbles y unas panorámicas sin igual. O también en Aldeadávila de la Ribera, desde sus calles medievales hasta sus edificios más emblemáticos como el Palacio del Marqués de Caballero, del siglo XVIII, la ermita de Nuestra Señora de las Huertas, la del Santo Cristo del Humilladero o la de San Sebastián, pasando por sus miradores al gran río Duero que nos une con Portugal y contemplar los vuelos del águila real, el azor, la cigüeña negra, el buitre leonado y el alimoche, entre otros.

La ruta del Duero también es estupenda para conocer los viñedos de las comarcas vitícolas más afamadas de Castilla y León, como Ribera del Duero, Toro, Rueda o Cigales.

3- Ruta por El Bierzo

En la comarca leonesa se encuentra al área Recreativa de Folgoso de la Ribera, un sitio estupendo para hacer noche en la autocaravana y después visitar el Bierzo Alto.

Allí, a los pies del Pico Catoute se encuentra Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, uno de los pueblos más bonitos del Bierzo. En este enclave maravilloso se puede hacer la ruta de la campa de Santiago y la ascensión al pico Catoute, a parte de conocer los pueblos deshabitados de Los Montes de la Ermita y Urdiales de Colinas.

Desde allí se puede visitar Molinaseca, un lugar emblemático del Camino de Santiago bien conservado y con numerosos espacios verdes y una amplia y variada oferta de actividades culturales. Su peculiar estructura urbana se desarrolla de forma lineal a partir de la Ruta Jacobea, que toma el nombre de calle Real. En este entorno se conserva un interesante conjunto de arquitectura tradicional y casas blasonadas, así como los edificios civiles más destacados del núcleo.

Casco histórico de Molinaseca (León)
Casco histórico de Molinaseca (León)IcalIcal

Destaca la presencia de los tres elementos claves característicos de los núcleos del Camino de Santiago: la iglesia, el puente y el hospital. Entre los elementos de destacado valor arquitectónico, sobresalen la Casa Palacio de los Balboa, también conocida como de los Cangas Pambley, así como la Casona de don Pelegrín o Casa Palacio de Doña Urraca.

La siguiente parada podría ser Balboa, otros de los pueblos del Bierzo que hay que conocer, donde se encuentra un espectacular castillo situado sobre una colina que domina el valle, en la confluencia del Arroyo Areal con el río Balboa, posiblemente se edificó sobre un castro celta-astur, con finalidad defensiva al igual que la mayoría de los castillos bercianos.