Campo
La “macrogranja” que potencia la biodiversidad muestra su aguijón en Zamora
La Feria Internacional Apícola reúne a un centenar de expositores ocho países
Por el número de ejemplares que maneja este tipo de ganadería podría considerarse una “macrogranja” pero lejos de ser controvertidas medioambientalmente, las explotaciones apícolas son sostenibles y potencian la biodiversidad, según se pone de relieve en la III Feria Apícola Internacional de Zamora Meliza.
El evento, que congrega en el recinto ferial Ifeza de Zamora a un centenar de expositores ocho países especializados en el manejo, la alimentación de las colmenas y la elaboración de la miel, muestra el aguijón dulce de un sector que asienta población en el medio rural y resulta vital en la reproducción de las especies vegetales.
Cada asentamiento apícola cuenta de media con unas cincuenta colmenas y cada una de ellas es la casa de entre 8.000 y 80.000 abejas, dependiendo de la época del año. De ellas, en verano, una colmena puede tener entre 15.000 y 40.000 abejas son pecoreadoras y es al recoger el néctar de las flores cuando cumplen su función polinizadora, cada vez más necesaria para compensar la caída de la población de otras especies como mariposas, abejorros o escarabajos, según explica el secretario técnico de la asociación de apicultores Apis Durii, Francisco Alonso.
Alonso ha hecho hincapié también, en declaraciones a Efe, en el potencial del sector en su contribución a la lucha contra la despoblación en el medio rural, especialmente en provincias como Zamora con grandes zonas aptas para la alimentación natural de las abejas. En los últimos años, en esta provincia, así como en otras zonas de España, se ha producido un auge de incorporaciones de nuevos profesionales al sector, atraídos por la posibilidad de asentarse en el medio rural con un tipo de ganadería que no requiere una gran inversión y que no es tan esclava como otras al facilitar la conciliación de vida familiar y laboral.
Además, la venta de la producción está prácticamente asegurada ya que España es un país deficitario en miel y su calidad hace que incluso se demande en otros países pese a la llegada también del exterior de mieles chinas, más baratas pero de peor calidad, según ha explicado Francisco Alonso. Como contrapartida, la apícola es una ganadería muy delicada, ya que de media el 25 por ciento de las colmenas se mueren y las abejas son muy sensibles a la varroa, un ácaro que las acaba matando y que se está volviendo resistente a los tratamientos clásicos.
De ahí que en Meliza se ofrezcan nuevas soluciones para tratar esa enfermedad así como para hacer frente a la temida avispa asiática, que ya está presente en algunos lugares de la Península Ibérica. Apis Durii promueve junto a la Diputación de Zamora una feria apícola que concentra este fin de semana en Zamora a empresas del sector principalmente españolas y portuguesas, pero también de Francia, Italia, Grecia, Polonia y Hungría, además de un coctelero cubano que ha incorporado la miel a sus combinados.
Entre las novedades de este año de la feria Meliza figura un túnel de la miel que permite degustar más de una veintena de mieles elaboradas en distintas comarcas zamoranas. A los expositores, las catas, conferencias y talleres se suman además actividades que se extienden por la ciudad y otros puntos de la provincia como menús en restaurantes con platos que incorporan miel y tapas en bares y cafeterías que también dan protagonismo al alimento de las abejas.
En el marco de la feria se ha presentado este sábado la marca de garantía Miel de Zamora y el sello identificador de esa figura de calidad que se incorporará al marchamo que reconoce los Alimentos de Zamora.
En esta provincia existen actualmente entre 600 y 700 apicultores y un centenar de ellos son profesionales, con una producción conjunta en esta provincia de unos 500.000 kilos de miel y un movimiento económico de entre tres y cuatro millones de euros.
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