Energías renovables
Guzmán: el pueblo de Burgos que planta cara a la subida de la luz y la calefacción
Trece vecinos de este municipio de apenas un centenar de habitantes crean una comunidad rural de energías renovables e instalan 30 kilovatios de paneles solares para autoconsumo
Los precios disparados de la luz y del gas, que seguirán previsiblemente con su imparable escalada tras la invasión rusa en Ucrania, es uno de los grandes problemas por solucionar en España, un país en estos momentos dependiente en materia energética del exterior, y que tiene en vilo a decenas de miles de familias y empresas.
Pero como dice el sabio refranero español, “A grandes males grandes remedios”, y esto es lo que han debido de pensar un grupo de trece vecinos de la pequeña localidad burgalesa de Guzmán -una pedanía de Pedrosa de Duero de apenas un centenar de habitantes y habitada todo el año por unos cuarenta hogares-, a los que conocen como los trece de Guzmán, como si fueran una especie en extinción los protagonistas de una película del viejo Oeste, quienes han decidido coger el toro por los cuernos y crear una comunidad rural de energías renovables, preocupados por el gasto en calefacción y luz que tienen que sufrir,
Una iniciativa, a la que esperan que se sumen más vecinos de la localidad, según cuenta a LA RAZÓN Antonio Páramo, uno de sus impulsores y presidente de la Asociación “Guzmán Renovable” que han puesto en marcha, y que en un primer momento contempla la instalación de 30 kilovatios de paneles solares para autoconsumo en la cubierta de una nave industrial del municipio, con una vida útil estimada de veinte años
Objetivo: contribuir a la sostenibilidad energética en el medio rural promoviendo la producción y el consumo de energía renovable por parte de los habitantes, el ayuntamiento y las empresas del municipio, además de reducir el impacto del consumo de energía en el coste de las facturas de los socios generando beneficio social y económico en la localidad y mejora la economía circular.
“Queremos ser autosuficientes y conseguir que los vecinos y empresas puedan ahorrar costes y, por qué no, fijar y atraer población”, señala este joven de Guzmán, mientras cuenta que la idea nació durante los primeros meses de la pandemia de la mano de un grupo de personas inquietas y preocupadas por el futuro de la zona.
De hecho, son los mismos que llevan tiempo movilizándose en favor de la Sanidad Rural en esta zona, para reclamar servicios de salud dignos, ya que cuentan con un médico que va una vez a la semana y no siempre, carecen de ambulancia de emergencia por la noche y tienen que desplazarse 30 kilómetros para ir al hospital más cercano, en Aranda de Duero.
La inversión prevista para este proyecto es de unos 30.000 euros que esperan recuperar en unos cuatro o cinco años más o menos y, para poner en marcha este proyecto y otros más que mejoren la eficiencia energética del municipio, como consumo fotovoltaico en tiempo real o un punto de recarga para vehículos eléctricos, están a la espera de poder recibir una subvención por parte del programa implementa CE del Plan de Resiliencia del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera.
Páramo cuenta que esperan ahorrar un 40 por ciento de media entre los trece contadores, aunque depende también de cada hogar, y estima que esta instalación generará cada año aproximadamente la mitad de toda la energía consumida por todos los participantes, así como las instalaciones del ayuntamiento.
De todas formas, no es el primer proyecto energético que se lleva a cabo en esta pedanía, ya que con la colaboración de un profesor de ingeniería la Universidad del País Vasco, hijo de un vecino del pueblo, que realizó un estudio de viabilidad, consiguieron reducir consumos y una subvención de Sodebur, la Asociación para el Desarrollo de la provincia de Burgos, dependiente de la Diputación, con la que instalaron calefacción de biomasa en las escuelas en las dependencias municipales.
Además, los vecinos de esta asociación llevan tiempo realizando actividades divulgativas y pedagógicas para enseñar a la población de la zona, por ejemplo, como entender las facturas de la luz y aprender a ahorrar energía con los tramos horarios así como todo lo referente a la comunidad rural energética que han puesto en marcha.
También han escrito varios artículos informativos sobre comunidades energéticas en la revista cultural del pueblo “El cotarro”, realizado estudios sobre los consumos de energía (tanto eléctrica como térmica) en la localidad así como estimaciones de producción fotovoltaica a cargo de los alumnos de fin de grado de Ingeniería de la Universidad del País Vasco, supervisados por el profesor Koldo Martín Escudero.
Y, para finalizar, el presidente de Guzmán Renovable señala que han llegado a un importante acuerdo de colaboración con la cooperativa de energías renovables “Energética Coop” para que el cien por cien de la energía consumida por el ayuntamiento sea de fuentes renovables .
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