Patrimonio

¿Dónde se encuentra el “Skyline” rural con más encanto de España?

Como si fueran misiles apuntando al infinito emergen desde los tejados de esta típica arquitectura popular las chimeneas más misteriosas y funcionales

Imagen de las chimenas cónicas pinariegas sobre las casas de Calatañazor
Imagen de las chimenas cónicas pinariegas sobre las casas de CalatañazorEduardo OrtinLa Razón

Al panorama urbano o perfil de una ciudad se le denomina con el anglicismo skyline, que significa línea de cielo, que lo que viene a mostrar es la silueta o las estructuras de los edificios de una ciudad, principalmente, pero también lo puede ser de un pueblo, por pequeño que este pueda ser.

Y Castilla y León, que cuenta con una amplia y variada arquitectura popular a lo largo y ancho de su extensa geografía donde confluyen diferentes estilos, puede presumir de contar con lugares con espectaculares líneas de cielo en su medio rural.

Es el caso de la provincia de Soria, donde hay un pueblo medieval con mucha historia, incluso visigoda, a sus espaldas. Situado en zona de pinares, aparte de su pasado islámico -se dice que allí Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Maafirí, llamado al-Manūr, «el Victorioso», más conocido como Almanzor, perdió su tambor, que es tanto como decir que perdió su talismán de imbatible y que resultó derrotado. Una expresión que, según cuenta la leyenda, hace referencia a la derrota que sufrió a manos del rey de León Bermudo II y del conde García Fernández de Castilla a finales del siglo X y principios del XI, en una batalla que no está del todo claro que se produjera, pero que los cristianos elevaron a gesta.

Verdad o mentira, lo cierto es que el encanto del pueblo no pasa desapercibido, pues incluso Orson Welles lo usó como escenario de «Campanadas a medianoche». Cabeza de comarca, Burgo de Osma, coronada por su gran catedral y salpicada de numerosos edificios, bien merece una visita.

Se trata de Calatañazor, una pequeña villa Soriana donde el tiempo se ha detenido en la época medieval, que fue bautizada por los árabes como Qalat an-Nusur (Nido de águilas) hace más e un milenio al situarse más de mil metros por encima del nivel del mar y erguirse sobre una roca desde la que domina las Tierras del Burgo.

Las calles, plazas y casas de esta Villa se adaptan a la topografía y su población se organiza en torno a un eje marcado por dos calles que partían de las dos puertas mayores de la villa y se unen en la Plaza Mayor, al pie del castillo. De marcado aspecto medieval, Calatañazor deslumbra por sus calles empedradas con canto rodado, algunas casas blasonadas y las otras de arquitectura tradicional, con entramado de madera de sabina y cubiertas de teja árabe.

Pero, sobre todo, este municipio soriano es conocido por la campaña de los reinos cristianos contra los moros y por la figura de Almanzor, que es considerada, además, un conjunto histórico artístico desde hace sesenta años, en 1962, y en el cual podemos disfrutar en su entorno mas cercano del Sabinar de Calatañazor, del Monumento natural de La Fuentona, de la iglesia de Nuetsra Señora del Castillo, de la Ermita de la Soledad o del espectacular Rollo del siglo XV en la plaza, donde se impartía justicia a los reos de la época.

Arquitectura popular de Catalañazor
Arquitectura popular de CatalañazorLa RazónLa Razón

Pero, sin lugar a dudas, si algo caracteriza a Calatañazor, y la causa de que sea un pueblo muy visitado, es por lo singular de su arquitectura popular.

Son dignas de ver las tradicionales casas pinariegas, una construcción rústica y sencilla, generalmente de planta baja y bajocubierta en la que se utilizaba la piedra, la mampostería o el sillarejo, o con dos plantas. Los habitantes de este municipio usaban este segundo piso para proteger el edificio de la humedad del terreno. Las viviendas, además, culminan con aleros pronunciados, para proteger los muros, generalmente de adobe, para protegerlos del agua de la lluvia, mientras que los vanos de las ventanas son pequeños para abrigarse del frío soriano.

Pero, sobre todo, lo que caracteriza a Calatañazor y conforma el Skyline rural con más encanto de España, son sus bellas y singulares a chimeneas cónicas.

Chimenea típica de Catalañazor
Chimenea típica de CatalañazorLa RazónLa Razón

¿Y cómo son estas chimeneas?

También llamadas cocinas pinariegas, se alzan de forma cónica desde el techo de las cocinas. Construidas con madera, el armazón se hacía con postes o colondas de roble, formando una estructura cónica cuya envolvente se cuajaba con tejido de cestería a base de bardas de enebro recubiertas de barro y cal por el interior, que se ennegrecía con el humo dándole un aspecto muy característico. El exterior se recubre con tejas fragmentadas para proporcionar su impermeabilización. Además, disponen de aberturas en la parte superior para permitir que entre la luz ya que por norma no tienen ventanas.

La chimenea solía atravesar la planta superior para asomarse al exterior y se remata con la “contera” acabando en una punta metálica llamada chipitel a modo de terminación.

Actualmente, estas chimeneas permiten su prefabricación en otro lugar así como su montaje y terminación posterior en el edificio.

Construcción hoy en día de una chimenea pinariega
Construcción hoy en día de una chimenea pinariegaalbanecar.esLa Razón

José Tudela de la Orden, investigador soriano, define a estas chimeneas de forma poética y literaria de la siguiente forma: “Son cocinas recogidas, humildes, donde se cobijan en verano las golondrinas adornando la estancia con sus nidos y alegrándola con sus revuelos y chillidos. Son el lugar sagrado donde se vive, se come, se abriga, se sueña.”

Es un espacio “vital” en el que históricamente la gente se sentaba alrededor del fuego, al calor de la lumbre, siempre encendida, y sobre la que colgaba un caldero con agua caliente, por lo que servía de calefacción. También se comía del puchero, ya que tampoco existían platos en aquella época, y los moradores se sentaban en banquetas y bancos.

Igualmente, esta estancia servía de alacena, un armario para dejar menaje, especies o el horno de pan, mientras que en la paredes se colgaban utensilios mediante barras.

Sabinar de Catalañazor
Sabinar de CatalañazorLa RazónLa Razón

Riqueza e historia

Los pueblos de la comarca soriana de la Tierra del Burgo cuentan con una gran riqueza e historia a sus espaldas, desde la misteriosa ermita templaria de San Bartolomé a la villa medieval de Calatañazor, pasando por el sabinar más peculiar del mundo o la Laguna Negra, que rematan una escapada rural inigualable

El sabinar se encuentra a escasos kilómetros de Calatañazor. Es considerado como el más denso, alto y abonado del mundo, gracias a que el suelo en el que se alza se ha enriquecido a lo largo de los años por el aporte de boñigas de vaca y bostas de caballo. Y es precisamente esta aportación animal lo que ayuda a que el sabinar cuente con unos 200 árboles por hectárea. Y, al norte de Calatañazor, se encuentra la Laguna Negra, de origen glaciar, de la que Machado escribió en 1912 que no tiene fondo y que está comunicada con el mar mediante cuevas y corrientes subterráneas.