Sociedad

El pequeño pueblo de apenas 300 habitantes, y con más de 800 retratos en sus calles

En el corazón de la sierra de Francia, esta localidad salmantina, homenajea a sus gentes con los rostros del pasado y del presente

Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadas
Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadasDavid ArranzAgencia ICAL

Todo comenzó allá por el año 2012. El proyecto de un profesor de la Universidad de Salamanca, Florencio Maíllo, que decidió inmortalizar a sus vecinos en varios retratos. “Retrata 2 388″ se llamaba el título de esta exposición, y donde a partir de unos negativos olvidados en diez carretes antiguos, que tuvieron que hacerse los habitantes de este municipio salmantino en 1967, surgió esta iniciativa.

Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadas
Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadasAyto. Mogarraz

Un trabajo descomunal que vio sus frutos tras varios años y en 2012 algunos de esos vecinos vieron representados sus rostros, en un tamaño considerable en fachadas de edificios, en las calles, em la iglesia... Lo que había sido una exposición de seis meses, ha perdurado en el tiempo. Y es más, ya son casi 800 los retratos, ya que muchos mogarreños han pedido ser retratados para formar parte de la memoria colectiva de esta localidad.

Ello sin duda, ha hecho que Mogarraz, en pleno corazón de la Sierra de Francia salmantina, dentro del Parque Natural de las Batuecas, se ha convertido en un polo de atracción de turistas, que buscan estos rostros alegres, la mayor parte de ellos, y que a veces inquietan, e incluso vigilan nuestros pasos.

Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadas
Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadasDavid ArranzAgencia ICAL

Un proyecto que contó con el apoyo del Ayuntamiento y de la Diputación, y que representa a la perfección lo que significa la despoblación, pero a través de la repoblación de las miradas de sus vecinos, y que son un elemento más del pueblo que fue repoblado en el siglo XII por grupos de franceses. La villa es una de las pocas juderías conversas al cristianismo que se conservan.

Ya en el año 1656 obtenía el rango de villa y en los siglos XVII y XVIII es cuando alcanza su mayor esplendor y cuando se empiezan a construir gran parte de los edificios según el estilo serrano tradicional; piedra para las clases altas y de adobe y barro para las más humildes.

En el año 1986 se le concedía el título de Conjunto Histórico-Artístico y en 1998 Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico y pertenece por derecho propio al club de los Pueblos Más Bonitos de España. Pero qué secretos esconde esta pequeña localidad.

Mogarraz desde la distancia
Mogarraz desde la distanciaAyto. Mogarraz

Comencemos pues con el “Camino del Agua”, una ruta circular de unos nueve kilómetros, que empieza y acaba en Mogarraz y que ofrece al visitante varias obras artísticas curiosas como jaulas metálicas o sillas metálicas de artistas como Miguel Poza, Virginia Calvo o el propio Florencio Maíllo. El agua es protagonista de todo el recorrido que deja impresionantes vistas de la zona.

Volviendo a la propia localidad, Mogarraz cuenta con un trazado urbano muy característico e influenciado del mundo árabe y judío. Allí nos espera la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, con una planta de cruz latina y altar barroco. Su Plaza Mayor, donde se celebraban los festejos taurinos antaño, tiene forma ovalada. Y merece la pena detenerse en el Museo Etnográfico Casa de las Artesanías, donde se rinde homenajes a tres oficios tradicionales como la joyería, zapatería y el bordado, que busca su reconocimiento, este último, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. También, a escasos metros se hallan la Fuente y la Ermita del Humilladero.

Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadas
Calles de Mogarraz con los retratos en sus fachadasDavid ArranzAgencia ICAL

Y finalizamos nuestro tour por esta localidad haciendo boca. La gastronomía no puede faltar y se fundamenta en los productos propios de la Sierra con un buen menú de platos tradicionales. Entre los que destacan las patatas meneas, el limón serrano, el cabrito cuchifrito o el tostón; los embutidos y jamones ibéricos y su extensa repostería.

El limón serrano es una ensalada de sabores agridulces y salados, con limones, naranjas, huevo cocido y chorizo, y aderezado con sal, aceite, vinagre, ajo, sofrito y perejil. Tampoco puede faltar el hornazo, con mucha tradición en la provincia salmantina, y con muchas variedades, depende del lugar donde nos encontremos.

Y dentro de los postres, destacar la leche frita, la tarta de queso o el arroz con leche, pero no faltan tampoco almendras garrapiñadas, perrunillas, paciencias, floretas o amarguillos. Y no puede faltar el vino de la denominación de origen de la zona. Una delicia de viaje tanto para la vista como para el gusto.