Sociedad

La aldea poblada más alta de Castilla y León y sus deslumbrantes paisajes

Escondido entre montañas, es un refugio perfecto para escapar de la rutina diaria en plena Sierra de Gredos

Navasequilla, en el corazón del Gredos abulense
Navasequilla, en el corazón del Gredos abulenseWikipedia

No tiene grandes monumentos y tampoco ha habido por esos lares grandes gestas que hayan pasado a la historia de España. Son numerosos los pueblos que existen en toda España, pero si hay una comunidad que alardea de localidades esa no es otra que Castilla y León, que además cuenta con la provincia que atesora el mayor número de ellos como es Burgos.

Y entre todas esas localidades existentes en la comunidad castellano y leonesa sumerge una que es la que se encuentra situada a mayor altitud de toda la comunidad. Casi se puede decir que toca el cielo, y además en un lugar emblemático como es la provincia de Ávila.

Un tranquilo pueblo que para llegar a él hay que atravesar una sinuosa montaña. Un pequeño municipio en el que viven alrededor de una decena de personas. Nos estamos refiriendo a Navasequilla, en el extremo occidental de la provincia abulense, a unos 90 kilómetros de la capital, y que se encuentra integrado en Santiago de Tormes.

Es sin duda alguna el techo de Castilla y León, si nos referimos que está poblado, con una altura de 1.646 metros sobre el nivel del mar y que cuenta con un fabuloso mirador para perderse en las vistas de la Sierra de Gredos, sencillamente únicas y espectaculares. Desde aquí se puede observar la imponente silueta del pico Almanzor y se vislumbra el Circo de Gredos, con sus lagunas glaciares, paredes rocosas plagadas de cabras monteses y aves rapaces

Navasequilla es el cuarto pueblo mas alto de la península, detrás de Valderinares en Teruel y dos que se ubican en el Pirineo leridano.

Situada en la comarca de El Barco de Ávila y Piedrahita, entre sus monumentos destacados se encuentra la Iglesia en advocación a Santa Ana así como la ermita en honor a la Purísima Concepción.

Un pueblo extraordinario, de esos que uno no encuentra en el mapa, pero que son una auténtica delicia.