
Sociedad
Alerta fatiga: un proyecto europeo une IA y neurofisiología frente a accidentes de tráfico
La iniciativa cuenta con el aval de la Unión Europea, que ha financiado con 3,5 millones de euros

La neurofisiología y la inteligencia artificial (IA) se alían para reducir los accidentes de tráfico mortales causados por fatiga o somnolencia, a través de una nueva tecnología no invasiva que permite enviar alertas personalizadas cuando se detectan indicios de fatiga, avisando al conductor de que debe descansar antes de que se quede dormido.
En concreto, el proyecto FitDrive ha desarrollado una nueva herramienta que permite controlar el rendimiento al volante, la carga cognitiva, la fatiga física y mental y el tiempo de reacción del conductor, y a partir de los datos obtenidos identificar patrones de conducción para detectar si el conductor está o no en condiciones de seguir al volante.
La iniciativa cuenta con el aval de la Unión Europea, que ha financiado con 3,5 millones de euros este proyecto de investigación, que tras más de tres años de trabajo finalizó el pasado febrero, dentro de una iniciativa conjunta de nueve socios, liderada por el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL).
El investigador del centro tecnológico, con sede en Burgos, Marteyn van Gasteren, ha explicado a EFE que lo que diferencia el proyecto FitDrive de la tecnología ya existente -que envía avisos cuando el conductor se desvía del carril o conduce de forma errática- es que este sistema de protección está personalizado, lo que garantiza su efectividad.
“Cada persona es diferente, conduce de manera diferente”, ha indicado, por lo que un sistema de protección único es menos fiable que identificar modelos individualizados de conducción, a partir de los cuales se pueden detectar desviaciones del patrón, indicios de fatiga física y metal o simplemente estados en los que el conductor no está en condiciones -por efecto de las drogas, el alcohol o una enfermedad-.
FitDrive parte de la creación de modelos neurofisiológicos capaces de detectar los primeros indicios de fatiga, incluso cuando el conductor no es consciente, y con la ayuda de la Inteligencia Artificial se diseñan esos patrones personalizados, que permitirán asociar la conducción a comportamientos normales o anómalos y, dentro de estos, a la causa más probable, dando el correspondiente aviso al conductor.
Simuladores, sensores y herramientas inteligentes
La investigación, que ha tenido a conductores como público objetivo, ha incluido pruebas con simuladores, entre ellos, el simulador IRIS del ITCL, pero también en carretera, y se han utilizado sensores para medir cuestiones como la actividad cerebral o las pulsaciones y herramientas del propio vehículo, como navegadores o tacógrafos inteligentes.
El movimiento del volante, la aceleración o la velocidad pueden lanzar avisos de que el conductor no se encuentra bien; también el pulso, ha explicado Marteyn van Gasteren, pues en la fatiga el pulso baja pero justo antes experimenta una ligera subida, como si el cuerpo quisiera luchar contra esa fatiga, y es una variación que se puede detectar con cualquier teléfono o pulsera inteligentes.
Libre acceso
Una vez concluido el proyecto, FitDrive se pone a disposición libre de las firmas automovilísticas y las instituciones, entre ellas la Unión Europea, que se ha comprometido a tener en cuenta las conclusiones de la investigación; el objetivo es que esta herramienta, que iría incluida en el software del vehículo, pueda implementarse de manera generalizada para mejorar la seguridad al volante.
Van Gasteren ha explicado que, entre las aplicaciones de la herramienta -que se ha probado con proyectos piloto en España (León), Irlanda (Dublín) e Italia (Roma)-, están también los coches autónomos, que en determinadas situaciones pasan el control al conductor y si pudiesen detectar que no está en condiciones podrían tomar otra decisión, como buscar un lugar para pararse con seguridad.
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