
Cultura
La ciudad española que se la conoce como una piedra preciosa y que es una de las más infravaloradas
Cuenta con una de las colecciones del Románico más importante de Europa, además de fortalezas, monumentos a orillas de un gran río

España se encuentra en la recta final de la Semana Santa. Y una de las ciudades en las que más se vive esta tradición también es una de las más infravaloradas de nuestro país, pese a contar con un ingente patrimonio monumentale. Tal es así que medios de comunicación de prestigio internacional como The Guardian, que en su momento la calificó como “la ciudad más infravalorada de España”. También Condé Nast Traveler la incluyó entre los lugares recomendados para viajar gracias a su valor patrimonial y su entorno natural, lo que ha reforzado su reputación como una piedra preciosa, más concretamente como la "Perla del Duero".
Una ciudad que los 365 días del año es una auténtica maravilla, pero que estos días de Semana Santa luce con luz propia. Esta ciudad no es otra que Zamora.
Semana Santa de Zamora
La Semana Santa de Zamora es el más relevante acontecimiento religioso, cultural y social de la ciudad, siendo su desarrollo reflejo de su propia historia y evolución. Con un origen que se remonta a 1273, es una de las más antiguas y prestigiosas de España, además de contar con una notable repercusión a nivel internacional.
La Semana Santa zamorana cuenta desde 1957 con su propio Museo de Semana Santa, un espacio único en España creado con el fin de conservar y exhibir al público los pasos procesionales de las cofradías, hasta entonces alojados en diversos locales.
Además de poseer una imaginería de gran valor artístico y patrimonial, destaca por sus marcadas señas de identidad, como son la devoción, la sobriedad, la austeridad, el silencio, el respeto y el fervor con el que se vive tanto por parte de los cofrades como por parte de los espectadores.
La Semana Santa de Zamora es la única que cuenta con grupos escultóricos que representan en sus calles todas las escenas de la Pasión en orden cronológico, por lo que se distingue plasmando con la mayor fidelidad, riqueza, rigor y detalle esta celebración religiosa. Debido a todo esto la Pasión zamorana fue declarada de Interés Turístico Internacional en 1986.
En 2015 la Junta de Castilla y León con la supervisión del Ministerio de Cultura del Gobierno de España la declaró Bien de Interés Cultural, siendo así la primera Semana Santa de España en ostentar dicha declaración. Tras este último reconocimiento la Semana Santa zamorana aspira a ser reconocida como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Atractivos monumentales de Zamora
Al oeste de Castilla y León, en un enclave estratégico a orillas del río Duero, se levanta la preciosa ciudad de Zamora. Se cree que los primeros pobladores de Zamora fueron los vacceos, que la llamaron Ocalam. Sin embargo, la ciudad empezó a tener importancia con la llegada de los romanos, que cambiaron el nombre por el de Ocellum Durii (los ojos del Duero), y la hicieron parte del recorrido de la Vía de la Plata.
Fue en la época romana cuando vivió una de las figuras históricas más vinculadas con la ciudad: Viriato. Este pastor lusitense se convirtió en uno de los guerreros más temibles de la zona y luchó contra los invasores, ganándoles en ocho ocasiones, que están representadas en las franjas rojas de la Seña Bermeja, la bandera que aparece en el escudo de Zamora.
En el siglo VIII, con la llegada de los árabes, la ciudad volvió a cambiar de nombre y pasó a llamarse Azemur (olivar silvestre) y Samurah (ciudad de las turquesas). A finales del siglo IX Alfonso III, el Magno, la recuperó y la fortificó, aunque las murallas no pudieron evitar que fuera tomada por Almanzor en el siglo siguiente.
Unos años después, en el siglo XI, Fernando I de Castilla la repobló y reedificó. A su muerte, legó todas sus posesiones a sus hijos, quedando Zamora al mando de una de sus hijas, Doña Urraca.
El hermano de Urraca, Sancho II, no quedó conforme con el reparto y, tras emprender guerras contra sus otros hermanos, sitió Zamora, que resistió durante siete largos meses gracias a la fortaleza de sus murallas, en lo que se ha dado en llamar el Cerco de Zamora. El asedio terminó con la muerte de Sancho a manos de Bellido Dolfos. De este episodio histórico procede el dicho de "Zamora no se conquistó en una hora".
Durante el siglo XII la ciudad vivió una época de esplendor en la que se construyeron la mayoría de los edificios románicos de los que hoy presume. El siglo XIII fue, en cambio, un momento de mayor tranquilidad. La ciudad vuelve a tener su importancia en el siglo XV, con las luchas de poder entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja y las guerras con Portugal.
Ya en el siglo XIX, concretamente durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas ocuparon la ciudad durante tres años. Esto supuso que se perdiera parte del patrimonio artístico y monumental, aunque a finales del siglo XIX y principios del XX, Zamora vive un nuevo período de esplendor arquitectónico durante el que se construyen los fantásticos edificios modernistas gracias a los que hoy en día forma parte de la Ruta Europea del Modernismo.
El casco antiguo de la ciudad tiene la calificación de conjunto histórico-artístico desde 1973. El núcleo principal del mismo se alza sobre una amplia meseta rocosa, la «peña tajada» de la que habla el Romancero viejo, emplazada al borde del río Duero, por eso su sobrenombre de la “Perla del Duero, que la ciñe por el sur.
Monumentos
Sobresale su conjunto de edificios románicos, formado por los 23 templos del término municipal y las 14 iglesias del casco histórico, datos que sitúan a Zamora como la ciudad de mayor número y calidad de templos románicos de Europa, habiéndose solicitado su declaración como Patrimonio Europeo. Pero antes de adentrarnos en los templos vamos a hablar de otros monumentos:
Castillo
Aunque nunca fue un castillo palaciego sino una fortaleza en la que protegerse y proteger la ciudad, es el elemento que mejor define la historia de Zamora, recibiendo, además, la máxima protección dentro del Patrimonio Histórico Español en 1931, según explica laweb románicozamora.es.
Según las crónicas fue mandado construir por Alfonso II, aunque estudios realizados por historiadores reflejan que realmente sería mandado construir por Fernando I, por lo que el edificio dataría de mediados del siglo XI, aunque de esta época quedan ya muy pocos restos.
Asentado sobre roca y adaptado de forma natural a la plataforma irregular del terreno, cuenta con inmejorables condiciones al ser la cota más alta del cerro. Presenta forma romboidal, destacando sobre ella tres torres, dos de ellas pentagonales y una tercera heptagonal.
Como todo castillo que se precie tiene foso, contrafoso, estancias, liza y patio inferior aunque, por encima de todo, destaca la torre del homenaje y el foso. El acceso al interior se realiza a través de un puente que, en sus orígenes, era levadizo y que va a parar a una puerta de arco apuntado. Anexo al edificio, situado alrededor del primitivo alcázar de Zamora se encuentra el Parque del Castillo, formado por jardines y miradores.
Después de cuatro años de reformas, en el año 2009, bajo un proyecto llevado a cabo por el Ayuntamiento de Zamora, el castillo pudo abrir sus puertas al público. Las labores de reforma han permitido el acceso a toda la estructura, incluso a las almenas, constituyendo así un imponente mirador desde el que contemplar la Catedral, el río y una ciudad inédita y espectacular digna de tener en cuenta.
Horarios
Entrada gratuita. Horario de martes a domingos: Mañanas de 10:00 a 14:00 horas. Tardes de 17:00 a 20:00 horas. Lunes cerrado.
Murallas
"La Bien Cercada" como se conoce a Zamora aún sigue conservando partes de los tres recintos que la amurallaban y que le sirvieron de defensa en los siglos XI, XII y XIII. Punto estratégico y defensivo frente a la invasión árabe, la ciudad quedó en la retaguardia provocando así la explosión románica.
Los recintos amurallados fueron construidos en distintas fases:
El Primer Recinto Amurallado:
Se levantó durante los reinados de los reyes Fernando I y Alfonso VI, época en la que se desarrolló el famoso Cerco de Zamora sigueindo las rocas sobre las que se eleva la ciudad. A día de hoy se siguen conservando las siguientes puertas:
- Puerta de Olivares, que está situada junto a la Casa del Cid y el Palacio Episcopal. Es conocida como la Puerta del Obispo.
- El llamado Portillo de la Traición (ahora rebautizado como Portillo de la Lealtad), fue la puerta por la que Bellido Dolfos entró tras haber matado al rey Don Sancho II en el año 1072.
- La Puerta de Doña Urraca. Es la que mejor se conserva de todas y está junto al Palacio de la misma.
- El Portillo de la reina, por el que se entra al palacio de Doña Urraca.
- La Puerta de Santa Colomba, situada en el castillo de Zamora, que hoy en día está recubierta.
Aún hay otras puertas, como la de Santa Leocadia y la de San Cipriano, pero sólo se conserva algún que otro resto.
El Segundo Recinto Amurallado
Construido en el siglo XII durante los reinados de Fernando II y Alfonso IX (1157-1230), se unió al primer recinto.
A lo largo de los siglos ha sido reformado en varias ocasiones
El Tercer Recinto Amurallado
Se data sobre el año 1325 durante el reinado de Alfonso XI. Aún se conserva una parte denominada Degolladero o Puerta Nueva y está situada desde el segundo recinto hasta el puente románico.
De esta parte sólo queda visible el arco de Puerta Nueva y un postigo cerca del puente románico.
Casa del Cid
A la Casa del Cid también se le llama Palacio de Arias Gonzalo por ser la casa donde se criaron, junto con el Cid y bajo la tutela de Arias Gonzalo, los infantes de León y Castilla, hijos de Fernando I. Se trata de un edificio civil de estilo románico, siendo de los pocos que quedan en España.
Se encuentra ubicado junto a la Puerta del Obispo, frente a la Catedral. Ocupa un lugar privilegiado, formando parte del primer recinto amurallado, donde tiene unas magnificas vistas hacia el río Duero. La Casa del Cid se encuentra en el lienzo meridional de la Puerta de Olivares o del Obispo, llamada en época del Cid Puerta Óptima.
El edificio presenta una fachada sobre la muralla con dos ventanales con forma de arco de herradura. Ésta parece la parte más antigua del edificio. En cuanto a la fachada que mira a la Catedral presenta una puerta con arquivoltas decoradas posiblemente de mediados del siglo XII. Tiene estructura rectangular y sólo se conservan los cuatro muros perimetrales, realizados en un potente paramento de sillería. La fábrica general es de sillería sin que se pueda destacar ningún elemento decorativo fuera de los anteriores. En su interior hay un jardín y una casa que ha sido renovada varias veces desde su construcción.
En 1931 fue declarado monumento histórico artístico y actualmente es una casa particular.
Puente de Piedra o Puente Nuevo
Construido en el siglo XII sobre el río Duero, el Puente de Piedra es uno de los cinco que posee la ciudad, aunque en su época era el único paso posible para comunicar los barrios del arrabal con el centro histórico. De estilo románico, este puente consta de dieciséis arcos apuntados y una longitud de 250 metros.
Fue levantado para sustituir el destruido puente romano, por ello también es conocido como “Puente Nuevo”. Inicialmente tenía dos torres en sus extremos, que cumplían una triple función: elemento de vigilancia, control de mercancías y cobro tributario del portazgo.
Plaza de Viriato
Es un espacio urbano en la ciudad de Zamora (España). Su actual nombre se debe a la estatua del escultor zamorano Eduardo Barrón dedicada a Viriato. Se encuentra cercana a la plaza Mayor (conectadas por la Calle Ramos Carrión) y resulta ser un centro urbano por agrupar en torno a ella el edificio de la Diputación Provincial (antiguo Hospital de la Encarnación), el Parador de Zamora (antiguo Palacio de los Condes de Alba y Aliste) y la Oficina de Información y Turismo en el moderno edificio Las Arcadas. Es lugar de paso de algunas procesiones de la Semana Santa zamorana, siendo la más destacada la que realiza la Cofradía del Cristo Yacente que realiza el "canto del miserere" en la Plaza y las Siete Palabras de la Hermandad Penitencial de las Siete Palabras.
Teatro Ramos Carrión
El Teatro Ramos Carrión es un edificio modernista de gran belleza del arquitecto Francisco Ferriol. El propio teatro da nombre a la calle en que está situado.
Templos religiosos
Pero si por algo es conocido Zamora es por reunir el mayor número de iglesias románicas del mundo, en total 23 templos, de ellos 14 en el centro histórico, entre las que destacan:
Catedral
La Seo zamorana es una de las más antiguas, ya que los expertos atribuyen su origen al siglo XII, más concretamente, al año 1174 coincidiendo con el reinado de Alfonso VII. Situada en el punto más alto de la ciudad, es una de las catedrales más pequeñas y más antiguas de Castilla y León, siendo declarada Monumento Nacional por la Real Orden el 5 de septiembre de 1889.
Su seña de identidad es su espectacular cimborrio de influencia bizantina y con escamas de piedra. Se trata de un tambor perforado con 16 ventanas con vidrieras sobre el que se elevan dos cúpulas: una interna semicircular, gallonada y otra externa ligeramente apuntada. Su exterior se ameniza con cuatro cupulillas que sirven para reforzar las esquinas y cuatro frontones hacia los puntos cardinales que apuntalan la bóveda.
Otro elemento importante de la Catedral es la Torre del Salvador. Cuenta con 45 metros de altura y se construyó a lo largo del siglo XIII, aunque el estilo es románico. Por su parte la Puerta del Obispo, en la fachada sur, es quizás la pieza más valiosa de la Seo, junto al cimborrio. Es un ejemplo de decoración arquitectónica casi sin escultura y la única que se mantiene completa.
La planta de la Catedral es de cruz latina con tres naves, en origen tres ábsides, que se sustituyeron en el siglo XV por los actuales góticos y un crucero poco marcado en planta. Los transeptos se cubren con bóvedas de cañón apuntado, las naves laterales con bóvedas de arista capitalizadas y la nave central con bóveda de crucería.
Por uno de los laterales se accede al Museo Catedralicio, en el que podrás ver una extraordinaria colección de tapices franco-flamencos de los siglos XV al XVII.
Iglesia de Santa María la Nueva
También del siglo XII, este templo fue incendiado por el pueblo zamorano durante el Motín de la Trucha (en el año 1158), para quemar a los nobles que había reunidos en su interior. Fue reconstruida por orden real, cambiando su nombre por el actual de Santa María la Nueva, estando catalogada como Bien de Interés Cultural.
De su estructura primitiva románica conserva la cabecera, el ábside semicircular decorado con siete arcos sobre columnas de delgados fustes, y la fachada sur. En su interior destacan una pila bautismal del siglo XII y un Cristo Yacente del siglo XVII, obra de Gregorio Fernández. Frente a esta iglesia se emplaza la escultura al “Barandales”, personaje que desde el siglo XVI abre las procesiones de la Semana Santa zamorana.
Iglesia de Santa María la Magdalena
Está considerada la iglesia románica más bonita y elegante de Zamora (también está declarada Monumento Nacional), y se la denomina como “La Perla del Duero”. Se trata de un templo de una única nave reforzada por numerosos contrafuertes, que cuenta con una torre (inconclusa) a los pies y con un ábside semicircular que alberga la capilla mayor.
Lo más destacable de esta iglesia es su gran esbeltez y la esmerada decoración de la portada sur (sobre la Rúa de los Francos). Está ornamentada con motivos vegetales y con una curiosa orla en la que aparecen 46 cabezas sonrientes representando el paraíso celestial.
Este templo tiene dos curiosidades. La primera es que alberga el sepulcro de una dama desconocida cuya figura yacente aparece empotrada en el muro junto a relieves de animales y seres mitológicos. La segunda, que entre la decoración vegetal de las arquivoltas se esconde un obispo con casulla, mitra y báculo.
Iglesia de Santiago El Viejo (o Santiago de Los Caballeros)
Situada a extramuros, cerca del castillo, está muy ligada al Romancero Zamorano ya que perteneció a los capellanes del número del cabildo catedralicio y según cuenta la leyenda allí fue armado caballero el famoso héroe medieval El Cid Campeador por el Rey D. Fernando I de Castilla. A su lado se encuentra el campo de la Verdad, donde tenían lugar las justas medievales.
Iglesia de Santiago El Burgo
Declarada Monumento Nacional, la Iglesia de Santiago El Burgo es uno de los templos que mejor conservan su estructura románica original de finales del siglo XII. Tiene planta basilical con tres naves divididas en cuatro tramos y en la cabecera tres ábsides planos.
Lo más destacable del templo es su fortísima torre y la portada de la fachada sur, con sus capiteles colgantes decorados con motivos vegetales y temas históricos, sobre el que se haya un precioso rosetón con doble celosía de piedra. Su interior esconde el retablo mayor dedicado a Santiago, la antigua mesa de altar románica y la capilla de los Villareal, de estilo renacentista.
Iglesia de San Pedro y San Ildefonso
El segundo templo en tamaño e importancia de la ciudad, también cuenta con la declaración de Monumento Nacional. Fue levantada sobre una anterior iglesia visigoda y guarda los restos de San Ildefonso, primer obispo de Zamora. Iniciada en el siglo XII, fue renovada durante el siglo XV con una cubierta a base de bóvedas de crucería gótica.
De su primitiva construcción románica se conserva la portada, la capilla mayor, un rosetón, y el muro meridional. A los pies del edificio se levanta una torre de origen románico alterada con elementos barrocos. Es la sede de la Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano de Zamora.
Iglesia de San Claudio de Olivares
Es considerada como la más antigua y valorada por sus capiteles, ofrece una rica decoración escultórica tanto en las arquivoltas del pórtico como en los capiteles de las columnas del interior. Los documentos disponibles datan la iglesia sobre el año 1176, constituyendo el núcleo del arrabal de Olivares.
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