Historia

El curioso pueblo que celebra la Noche de San Juan "sin quemarse"

Se trata de un rito ancestral Fiesta de Interés Turístico Nacional

Paso del Fuego de San Pedro Manrique
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Llega una de las noches más esperadas del año, la de San Juan. Y la gran mayoría de pueblos y ciudades se preparan para disfrutar de una jornada singular y muy especial, siempre ligada al fuego. La Fiesta de San Juan, también llamada la Víspera de San Juan o la Noche de San Juan, es la celebración que tiene lugar anualmente en la víspera de la festividad cristiana del nacimiento de san Juan el Bautista el día 24 de junio.

Algunos vinculan la festividad, o algunas de sus celebraciones, a ritos de origen pagano previos o ajenos al cristianismo, reminiscencia de sacrificios humanos. En los países europeos mediterráneos la realización de hogueras suele ser un elemento habitual.

Esta celebración de san Juan el Bautista se da debido a que es el santo que está junto al niño Jesús y el único del que se celebra el nacimiento. En la historia sagrada, san Juan el Bautista es el primo de Jesús, que anuncia el nacimiento del Mesías y por eso se le considera su precursor. No es casualidad que su fiesta se celebre justo seis meses antes de la Natividad de Jesús.

La llegada del solsticio de verano se celebra en toda la geografía española con ritos y tradiciones ancestrales. Algunos piensan que San Juan es la noche más corta del año (en el hemisferio norte) o la más larga (en el sur), aunque en realidad esto suele ocurrir el día 21 de junio, por lo que en muchas localidades se celebran fiestas que duran hasta el amanecer y en las que el fuego y las hogueras tienen un papel especial. La Noche de San Juan ha adquirido la magia de las antiguas fiestas paganas que se organizaban con el solsticio de verano.

El origen de esta costumbre se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente, el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.

En la comunidad castellana y leonesa son importantes la Fiesta de San Juan dentro de las fiestas de San Juan y San Pedro de León, las Fiestas de San Juan o de la Madre de Dios de Soria que fueron declaradas de Interés Turístico Internacional. En la ciudad de Burgos se celebran las fiestas de San Pedro y San Pablo, las fiestas mayores. También se encienden varias hogueras de San Juan, en la barriada San Juan Bautista, según señala Wikipedia.

El Paso del Fuego

Además todas la mayoría de ciudades y pueblos de Castilla y León celebran sus particulares hogueras, pero hay un lugar en el que esa noche es especial, y no es otra que la localidad soriana de San Pedro Manrique, con su tradicional “Paso del Fuego”.

Cada 23 de junio San Pedro Manrique acoge su rito más tradicional y mágico: el Paso del Fuego. Se trata de una de las festividades asociadas a San Juan con más tradición en la provincia soriana y, sin duda, la más conocida en toda España. Un rito de origen inmemorial, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, que lleva a todo el que lo presencia a vivir un momento realmente especial en una de las noches más mágicas del año.

Aunque el solsticio de verano coincide astronómicamente con el 20 o 21 de junio, la tradición es que sea la víspera de la noche de San Juan, 23 de junio, cuando tienen lugar los ritos ancestrales de fuego y hogueras típicos de esta celebración en muchos lugares de España. San Pedro Manrique es uno de ellos.

Los pasadores cruzan descalzos las brasas de una hoguera que se prepara horas antes meticulosamente. Desde las 21.00 horas, se prende fuego a los miles de kilos de madera de roble, escogida especialmente ya que se trata de un tipo de madera que arde fácilmente y no forma grumos. Sobre las 23.30, se prepara el camino de brasas a modo de alfombra, alisándolas con unas varas llamadas hoguneros. A las 00.00 horas está todo a punto para que comiencen a pasar sobre las ascuas.

Es en ese momento cuando el graderío del recinto de la Virgen de la Peña contiene el aliento y se prepara a vivir una noche mágica, con mucha simbología asociada al fuego que purifica y quema todo lo viejo y malo para dar paso a nuevas oportunidades y deseos.

La tradición dice que solo los hijos del pueblo pueden pasar las ascuas porque «no se queman», según sentencia general del vecindario. Ante una expectación y emoción general, uno a uno los pasadores, solo o con alguien a hombros, van dando cumplimiento a este rito ancestral, que ha conseguido perpetuarse en la localidad y ser uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia.

Mucho se ha especulado sobre la técnica o secreto para evitar quemarse y hay explicaciones para todos los gustos. Desde que el secreto reside en pisar fuerte y con los pies bien extendidos para eliminar el oxígeno y evitar así la combustión, hasta conseguir un estado de trance mediante concentración, o regular la respiración, pasando por otras versiones más peculiares. La explicación más mística es que es la protección de la Virgen de la Peña la que impide a los sampedranos quemarse.

En este ritual, y en los que se suceden durante los días de fiestas en San Pedro Manrique, las celebraciones giran en torno a las Móndidas. Tres jóvenes del pueblo, con cestaño y arbujuelo, vestidas de blanco, que según relata la tradición representan a las antiquísimas sacerdotisas de las tribus celtibéricas. Unas fiestas llenas de historia, tradición y magia, según señala la web sorianiteloimaginas.com.