Agricultura y Ganadería

Donaciano Dujo califica de “catastrófico” un año marcado por la falta de rentabilidad ganadera y la baja producción agrícola

El presidente de Asaja Castilla y León avisa de que si las cosas no cambian se movilizarán

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, comparece junto al presidente de Asaja Salamanca, Juan Luis Delgado, para realizar un balance anual del sector agrario
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, comparece junto al presidente de Asaja Salamanca, Juan Luis Delgado, para realizar un balance anual del sector agrarioJesús FórmigoIcal

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, calificó este 2023 de “catastrófico” para agricultores y ganaderos. Un año marcado por la falta de rentabilidad de las explotaciones y por la poca y los altos costes de producción en el caso de los agricultores. Una producción que, de media en los últimos diez años rondó los siete millones de toneladas, y que en este período se quedó en un 45 por ciento, con un total de 3,4 millones, cifra que suele alcanzar solo el cereal.

Donaciano Dujo realizó el balance anual del sector agrario de Asaja junto al presidente de la opa en Salamanca, Juan Luis Delgado, en un encuentro con los medios de comunicación en el Hotel Recoletos Coco de la capital charra. En él, incidió en el debido a los altos costes, los agricultores se ven en la obligación de reducir el área sembrada, “porque las cuentas no nos salen”. Así, ejemplificó, que, si el coste de una hectárea de cereal era de 500 euros, ahora duplicó su valor a los 1000, y mientras que en la Comunidad había cerca de dos millones de hectáreas de histórico sembrado de cereal, este año las cifras bajaron a 1,6 millones.

Por otro lado, Dujo destacó que el año fue aún “más catastrófico” para la ganadería debido a la “falta de rentabilidad” en las explotaciones, motivada por los altos costes de producción y por unos precios de venta al mercado que “no han sido los justos”. A ello, habría que sumar la “desgracia sanitaria” de la tuberculosis bovina y la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que “se ha cebado de manera brutal”, detalló, con las provincias de Ávila, Segovia, Salamanca y Zamora.

A ello, añadió la “preocupación por la fauna salvaje que transmite enfermedades y estropea nuestros pastos”, y el peligro de la presencia del lobo que dejó, según las cifras trasladadas, más de cinco mil animales muertos en Castilla y León en 2023.

Así, desde Asaja destacaron también el primer año de aplicación de una PAC que fue diseñada en 2017, “un momento que nada tenía que ver por la situación actual”, destacó Donaciano Dujo, en relación a los conflictos bélicos, y que “está provocando un desabastecimiento en la producción de Europa”. “Una PAC medioambientalista, restrictiva y con menos presupuesto”, continuó, recordando el documento firmado junto a la Consejería de Agricultura y el resto de opas mediante el que exigieron al Gobierno que modifique toda la normativa y la haga “profesional, productiva y libre”.

Ante esta situación, recordó las movilizaciones por parte de la organización para que las instituciones dieran ayudas al sector agrícola y ganadero. En el caso del segundo, Castilla y León quedó al 50 por ciento de las ayudas nacionales, condición que calificó de “castigo” a la Comunidad “por tener un signo político distinto”. Respecto a la agricultura, admitió que las provincias de Ávila, Segovia y Salamanca “subieron de escalón” para cobrar las ayudas a la sequía en el grado de intensidad alta, mientras que las otras seis provincias continuaron en intensidad media.

Aun con todo, Donaciano Dujo mostró su satisfacción por conseguir ayudas directas de la Junta de Castilla y León aumentando en un 25 por ciento las indemnizaciones de Agroseguro, o los préstamos a interés cero hasta los 60.000 euros con cinco años de amortización.

“Peleamos y seguiremos peleando por los seguros agrarios como la herramienta necesaria en el sector, más con el cambio climático, para asegurar los ingresos en los años tan catastróficos. Exigimos que la cadena alimentaria funcione para que aquellos que nos compran y venden no se aprovechen de nuestro trabajo y tengamos unos costes sensatos”, continuó el representante nacional. Así, volvió a calificar a la política hidráulica de “equivocada y restrictiva”, al no aumentar la superficie de regadío ni mejorar los existentes.

Con la vista puesta en el 2024, Dujo lo aborda con “ilusión y ganas”, con la vista puesta en un “año bueno en cuanto a producción agrícola y ganadera” y unos precios que hagan rentables a las explotaciones. En segundo lugar, pidió “que las enfermedades se erradiquen y no causen problemas en la cabaña ganadera”, siguiendo con un cambio en la política de la mano de la participación de los ciudadanos en las elecciones europeas para lograr un cambio en las políticas medioambientales para que sean “rentables y sostenibles por el medio ambiente”. Además, solicitó acuerdos entre el Gobierno central y las Comunidades Autónomas “para proteger y dar mejor vida a todos los ciudadanos” y “que los agricultores y ganaderos podamos disfrutar de nuestro trabajo produciendo alimentos y que sea reconocido por la sociedad”.

Ante estas demandas, afirmó que, si no se llevan a cabo, Asaja “liderará la reivindicación a través de los medios, pero también en la calle, como así lo hemos hecho siempre”, subrayó.

Más de 8.300 cabezas de vacuno muertas

Por su parte, Juan Luis Delgado enunció la muerte de más de 8.300 cabezas de ganado bovino en el último año en Salamanca, la mayoría de ellas, causadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE). Una enfermedad que comenzó a azotar a la provincia a principios de agosto y que, según Delgado, “ha dado mucho que hablar en el seno de las ganaderías y muy poco en las administraciones”.

Así, según los últimos datos, trasladó que las pérdidas han sido “cuantiosas”, superando los 50 millones de euros solamente en la ganadería bovina, pudiendo llegar en Castilla y León al doble, y aproximando que la Comunidad registras aproximadamente unas 10.000 muertes por EHE hasta el momento.

Juan Luis Delgado trasladó los datos agrarios y ganaderos en este 2023. Así, trasladaron un año malo no solo para la ganadería, afectada por la lengua azul, la vacunación obligatoria y la tuberculosis bovina, que causó movilizaciones relevantes, sino también para el sector agrario.

En este sentido, afirmó cómo la climatología afectó negativamente al año, convirtiéndolo en “uno de los peores en el sector”, en que el secano alcanzó en la provincia de Salamanca tan solo la mitad de la producción con el doble de los costes, habiendo alcanzado entre 1.400 y 1.600 kilogramos, causando “pérdidas considerables en todas las explotaciones”. “La campaña se ha hecho bastante mal por las excesivas aguas”, explicó, condición que está afectando también a la siembra. En relación con la producción y climatología en la ganadería, demandó una sobrealimentación de unos 250 días en el ganado extensivos.

Por otro lado, encontró problemas también en una PAC “muy enredada, difícil de tramitar”, y que afectó “muy negativamente” a las explotaciones de ganadería debido a la “disminución de pagos acoplados y por las condiciones medioambientales” que está siguiendo.

“Hemos tenido unos políticos ausentes en los problemas reales de la sociedad”, continuó el presidente provincial de Asaja, demandando que en Castilla y León agricultores y ganaderos son una “pieza indispensable” que no contó con la presencia del ministro “n buena parte del año”. Así, continuó considerando que en estas “guerras políticas nos han utilizado como moneda de cambio o bala de cañón”, y que las diferentes instituciones “nos han dejado de lado echando balones fuera y culpándose unos a otros en la responsabilidad de los problemas que nos afectan”.

Por ello, realizó una crítica “a todos los políticos independientemente del signo que sean” por el abandono que se “está sintiendo cada vez más en el sector agrario”, que se ha “sentido solo” ante el problema de la EHE y ante la que recibieron “ayudas muy pequeñas” y, por otro lado, respecto a las ayudas de la sequía, en la que Castilla y León recibió la mitad que otras comunidades como Extremadura o Andalucía, señalándolo de una “discriminación cuando no tenía justificación”, informa Ical.