Patrimonio

El espectacular portón renacentista del último palacio religioso

El edificio, del siglo XVI, está considerado BIC en categoría de monumento y acaba de dejar de pertenecer a una congreación de siervas de María

Imagen del Palacio de los Almarza (Ávila
Imagen del Palacio de los Almarza (ÁvilaJcylLa Razón

La Congregación Siervas de María Ministras de los Enfermos ha vendido a la Diputación de Ávila el palacio de los Almarza (siglos XV-XVI) que durante los últimos 138 años ha sido sede de esta congregación religiosa en la capital abulense, junto a la muralla y a la casa natal de Santa Teresa.

La congreación empleó este edificio como convento y residencia desde 1884 hasta su cierre en noviembre de 2022. Las últimas religiosas de esta orden abandonaron Ávila obligadas por la falta de vocaciones y la avanzada edad media de la comunidad, de en torno a 76 años, que dificultaba la continuidad de su labor asistencial.

El escrito de compraventa entre ambas partes se ha formalizado por 1,1 millones de euros para el traspaso de la propiedad de este recinto palaciego, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento.

Según se recoge en el expediente oficial de la Diputación, la incorporación del Palacio de los Almarza se justifica “en atención al valor funcional y operativo que ofrece la ganancia del espacio que brinda el inmueble en cuestión, en condiciones óptimas por razón de su contigüidad con el Palacio Provincial”.

Además, se reconoce que esta adquisición “garantiza la más idónea y eficaz preservación de los valores materiales e inmateriales inherentes al bien”. La operación llega tras materializarse la venta del antiguo Colegio de Huérfanos a la UCAV.

El palacio de los Almarza se sitúa dentro del recinto amurallado de la ciudad de Ávila, próximo a las puertas del Matadero y del Rastro, junto a otras edificaciones de destacado valor artístico e histórico. como el Palacio de los Superunda de Ávila, la Biblioteca o el Museo Teresiano.

Es uno más de los múltiples ejemplos de arquitectura civil que proliferaron en Ávila durante el Renacimiento, en su mayoría emplazados junto a la muralla.

Conocido también como Casa de don Juan Vázquez Rengifo, destaca por su portón renacentista de medio punto adornado con arco conopial y enmarcado por un alfiz labrado, flanqueado por escudos tallados en piedra.

Cuenta con dos plantas y un pequeño patio interior, que es accesible por un zaguán principal que da paso a la antigua capilla, reflejo de su posterior uso conventual.

En la fachada, severa y de mampostería de granito, se abre la portada principal, semejante a la de la Mansión de los Velada, renacentista con reminiscencias medievales. Decoran este conjunto sendos escudos y una fina greca que recorre la parte interior del alfiz. El acceso al interior del edificio se hace a través de un amplio zaguán con tres puertas: La principal y las de acceso a la capilla y al actual convento. Las plantas, baja y principal, se comunican mediante una escalera doble.

Ávila es una ciudad palaciega por antonomasia en España. A finales del siglo XV y durante todo el siglo XVI, la ciudad de Ávila, coincidiendo con una etapa de apogeo socio-económico, experimentará una evolución en su arquitectura civil, de casas fuertes y palacios, que irá desde el último gótico hasta el Renacimiento, lo que conllevará la rehabilitación o demolición de sus antiguas casonas medievales.

La mayoría de ellas están situadas intramuros, siguiendo el trazado de los lienzos de la muralla, formando un segundo cinturón de defensa hacia el interior, adosadas a los muros o configurando plazas en torno a las puertas de acceso a la ciudad.

El Monasterio convento de Santo Tomás; el Palacio de Blasco Núñez Vela; el Palacio de los Almarza, el Palacio de los Superunda; el Palacio - Torreón de los Guzmanes; el Palacio de los Dávila / Palacio de Abrantes; el Palacio de Valderrábanos; el Palacio de los Velada; el Palacio Episcopal; el Palacio de los Águilas o de Don Miguel del Águila; el Palacio de los Verdugo; el Palacio de Santa Cruz o Bracamonte; el Palacio de Don Juan de Henao o de Benavites; el Palacio de los Polentinos; la Casa de las Carnicerías; la Casa de la Misericordia; la Casa de los Deanes y el Palacio de los Serranos dab fe del rico y variado patrimonio palaciego del que dispone la capital amurallada.