Pasan y pasan los años y en pleno siglo XXI las distintas administraciones continúan sus avances para contar con unas infraestructuras modernas y rápidas y que faciliten la vida a los ciudadanos de estas localidades. En los últimos días ha arreciado la polémica debido a la supresión de paradas de AVE en la comunidad de Castilla y León, y curiosamente en localidades de la España despoblada como Medina del Campo y Otero de Sanabria, que dice bien poco o nada de la apuesta del Gobierno de España y, en este caso de Renfe, de apostar por la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades de los ciudadanos con independencia de donde vivan.

Uno de los casos que más clama al cielo y que continúa sin visos de solución es el proyecto de la Autovía del Duero en Soria, una delas provincias más afectadas por los efectos de la despoblación. Una demanda que sigue sin ser atendida y que a día de hoy es una utopía unir Valladolid con Soria y una solución que no se atisba en el horizonte. Otro de los casos sangrantes es la futura autovía que debería unir Valladolid con León, que debería ya estar operativa, y que a día de hoy le restan más de un centenar de kilómetros...

Pero si existe capital de provincia que está mal comunicada esa es Ávila. Y además, estando solo a 110 kilómetros de la capital de España, Madrid. El aislamiento que vive la capital a nivel de infraestructuras se ha visto castigado otra vez por la negativa del Ministerio que dirige Óscar Puente de conectar la autovía por la capital con la A-6, con la justificación de que no alcanza en la actualidad los 10.000 vehículos. Son 25 kilómetros entre Ávila y Adanero que evitarían el pago de 12 euros por utilizar la autopista o utilizar la Nacional 110.

Es decir que no existe autovía directa con Valladolid, que ha sido descartada lo que ha provocado una gran disputa en las últimas fechas entre la Junta, diputados del PP con el Ministerio, a pesar de que ha habido proyectos previos. Eso sí esta conectada con Salamanca a través de la Autovía de la Cultura (A-50) y se encuentra unida con la Autovía del Noroeste (A-6) con la Autopsita AP-51.

Pero estos son los problemas por carretera. En el caso del tren se multiplican. El trayecto para comunicar Ávila con Madrid se va a las dos horas, cuando únicamente las separan 110 kilómetros. Para poner un ejemplo sangrante, con el AVE de por medio, viajar desde la capital de España hasta Palencia, con más de 250 kilómetros supone apenas una hora y media de trayecto, incluso menos.

Y es que son 25 años de retroceso ferroviario. Además se han perdido frecuencias y bastantes y la velocidad media del tren alcanza los 70 kilómetros por hora. Eso sí, da para disfrutar del maravilloso paisaje de estos lares abulenses. Es decir que a día de hoy es mayor la odisea viajar en tren a Ávila o viceversa que hace 25 años, a pesar del progreso, la conectividad, pero falta lo más importante voluntad política. Y eso, claro, perjudica a sus habitantes, en torno a los 60.000 y a restar competitividad a una capital y a una provincia con un sinfín de posibilidades.