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Turismo

Esta es playa con dos chiringuitos en la provincia de León para escapar de las olas de calor

El verano y las olas de calor hacen que mucho españoles busquen "refugio" durante sus vacaciones en lugares con temperaturas más moderadas

Esta es playa con dos chiringuitos en la provincia de León para escapar de las olas de calor Juan Carlos G. Romano

El verano y las cada vez más constantes e intensas olas de calor hacen que mucho españoles busquen "refugio" durante sus vacaciones en lugares en los que las temperaturas son más moderadas y, sobre todo, donde durante las noches bajen los termómetros y haga falta echarse una sábana o una mantita en muchos casos. Por eso, cada vez más turistas llegan a la zona leonesa de El Bierzo cerca de Galicia pero lejos del bullicio del mar y que esconde un tesoro natural único: las zonas de baño de El Bierzo. Estas zonas de baño, acondicionadas en los márgenes de los ríos y embalses de la comarca, ofrecen un refugio de frescura y diversión durante los calurosos meses de verano.

Las zonas de baño de El Bierzo se caracterizan por su entorno natural privilegiado. Rodeadas de bosques, verdes praderas y montañas imponentes, estas áreas invitan a la relajación y al disfrute del paisaje y de todo tipo de deportes acuáticos en aguas tranquilas y en las que no cubre demasiado. Son muchos los ejemplos de estas playas como la de Vega de Espinareda, la de Igüeña, Cacabelos, la Ribera de Folgoso o la de Molinaseca. Pero entre todas ellas destaca la de Villafanca del Bierzo, la Compostela leonesa, con un entorno idílico y una playa con dos chiringuitos y merenderos ideales para hoir del calor y pasar el día en familia. Esta localidad, declarada conjunto histórico-artístico desde 1965, es un oasis para aquéllos que huyen de las altas temperaturas: el mercurio no suele llegar a los 30 grados durante los meses de julio y agosto y donde las noches hace falta ponerse una chaquetilla porque el termómetro suele caer a los 13-14 grados.

El único inconveniente es que puente que cruza el río Burbia volverá a estar cerrado por tercer año consecutivo durante la temporada estival debido a que no han logrado solventar los planes provinciales para reformarlo y las ayudas en forma de subvención siguen sin llegar. A pesar de ello, el alcalde Anderson Teófilo Batista, espera que esta obra pueda realizarse este mismo año.

Qué ver en Villafranca del Bierzo

Como muchos de los pueblos de Galicia y sus alrededores, las leyendas forman parte de su ADN. En este caso, tiene que ver con la fundación del municipio. Cuentan los más viejos del lugar que había un grupo de pastores con sus rebaños pasando por la zona, cuando se vieron sorprendidos por un temporal de frío. Una vaca blanca se separó del grupo sin motivo alguno y decidieron seguirla hasta un lugar en el que decidieron refugiarse. Y fundaron lo que hoy es Villafranca del Bierzo. Ubicada en una zona geográfica estratégica, fue convertida en un fuerte militar durante la época romana y un lugar clave en la lucha por la Reconquista. Pero también era un lugar idóneo para el descanso de los peregrinos que viajaban a Santiago a ver al apóstol, hasta el punto de que el municipio fue creciendo gracias a los hospitales construidos para atender a los viajeros del Camino.

Puerta del perdónVillafranca del Bierzo

A partir de ahí comenzó a cimentarse su vasto patrimonio. Primero se levantó el castillo, seguido de su estructura medieval y su conocida Iglesia de Santiago con una Puerta del Perdón que permitía obtener la bula papal. Este templo románico de finales del S. XII permitía a llos peregrinos ganarse el jubileo sin llegar a Santiago. En los años santos, en caso de que algún peregrino que no pudiera continuar por enfermedad o accidente, tenía la oportunidad de asistir a la Eucaristía y rezar por las intenciones de la Iglesia (igual que en Santiago). Finalmente, se le abría la Puerta del Perdón para que ganara las Gracias Jubilares.

Otros de los monumentos destacados de Villafranca del Bierzo son la Anunciada, un edificio elevado sobre las ruinas de un antiguo Hospital de Peregrinos y que alberga una colección de cuadros de pintura flamenca de principios del siglo XVII; o la Colegiata, en otro tiempo ocupada por un monasterio de la orden francesa de Clunny, constituyendo un vestigio importantísimo para la Ruta Jacobea y sus peregrinos.

Qué ver cerca de Villafranca del Bierzo

Los visitantes de la Compostela de León también pueden disfrutar de los alrededores de la localidad. Una de las opciones es acercarse a las minas de oro de la Leitosa. Situadas a orillas del río Burbia, son junto con Las Médulas las más espectaculares de El Bierzo. Se estima que en ellas llegaron a excavarse 40 millones de metros cúbicos de tierras aluviales, las cuales, tras ser lavadas para extraer el oro, fueron conducidas hacia el Burbia, provocando el enorme manto de sedimentos, de hasta veinte metros de espesor, que todavía puede observarse a lo largo de la margen izquierda del río. Para llegar hasta ella, hay que tomar la carretera de Paradaseca y coger el desvió de Paradiña par después girar a la izquierda por una pista que conduce hasta la mina.

La ermita de Fombasallá es otro de los lugares de interés turístico de la zona. En ella se venera a la Virgen de Fombasallá, imagen de gran devoción en toda la zona, cuya romería se celebra el 15 de Agosto, contando con la participación de gran cantidad de Cofrades y Devotos, que en gran parte acampan desde días anteriores al cobijo de los pradairos de la campa. La Virgen es una talla de madera policromada del S. XVIII, que fue coronada por el Obispo de Astorga en el año 1.983. Y cómo no, también forma parte de una leyenda, la de las 7 hermanas: Según relata un viejo romance, 7 hermanas peregrinaban a Santiago cuando la más pequeña tuvo que ser atendida debido a las heridas sufridas en sus pies. La hermana mayor le lavó los pies en Foncebadón, mientras que el resto de hermanas continuaron el camino. La hermana mayor dejó a la pequeña descansando y salió en busca del resto. La pequeña, afligida porque la habian abandonado por retrasar la marcha de las demás decidió adentrarse en el valle y se retiró completamente del mundo. Sólo salía de noche. Cuando fue encontrada en Valdescayos, le hicieron una ermita y se convirtió en la Virgen de Escayos, patrona de Manzanedo.

El resto de hermanas decidieron dispersarse por el Bierzo en busca de la menor y fueron fundando el resto de las ermitas de la zona: En Valdeprado, la Virgen de Las Nieves; en Congosto, la Virgen de la Peña; en Cacabelos, la Virgen de las Angustias; en el valle de Fornela, la virgen de Trascastro; en el alto del Aguiana, la Virgen de La Guiana y por los montes de Villafranca, la Virgen de Fombasallá.