Patrimonio
La joya del Renacimiento que sorprende al mundo desde un pueblo de cien habitantes
Se encuentra en una preciosa iglesia de la comarca burgalesa de Arlanza
Castilla y León es una mina de oro en lo que se refiere a riqueza patrimonial. Cuenta con innumerables ejemplos entre ermitas, monasterios, iglesias, castillos o palacios, fruto de una milenaria historia que ha forjado a esta Comunidad.
De hecho no hay pueblo en esta tierra, ya sea grande o pequeño, que no tenga una joya patrimonial en él, en mejor o peor estado, con una gran historia detrás a sus espaldas y numerosas leyendas.
Pues uno de estos tesoros se encuentra en un pequeño municipio de la provincia de Burgos, de nombre Zael, en el que apenas vive un centenar de habitantes.
Situado en la comarca de Arlanza, a 30 kilómetros de la capital y en los bordes del Campo de Muñó que se inclinan al río Arlanza, se encuentra este pueblo bañado por el río Cubillo, donde destaca la casa del Reloj y en la zona alta se encuentra el camino de las bodegas que se anima en verano con las típicas comidas familiares.
La Villa nació hace más de mil años, en las dos primeras décadas del siglo X. Era una época en la que los cristianos del norte intentaban repoblar zonas más al sur y una de las fuentes de repoblación fueron los mozárabes.
El municipio es fundamentalmente cerealista, con una buena parte de viñedos y otra de cultivos menores.
Y su tesoro patrimonial es la iglesia parroquial de Santa Eulalia, del siglo XVI, una joya arquitectónica de estilo renacentista que sorprende al mundo y no deja indiferente a nadie que la visita. Sobre todo su portada, que se atribuye a Juan de Salas, pero también el retablo de los reyes, y la pila bautismal, de estilo románico.
La iglesia es un templo de tres naves, amplio y luminoso y de estilo gótico renacentista donde destacan sus columnas esbeltas y sus bóvedas estrelladas.
Pero es la portada la que cautiva al visitante. Se encuentra orientada al sol de mediodía y es un conjunto repleto de cabezas de ángeles, medallones e iconos que hacen de la obra una impresionante postal. En el primer cuerpo, la puerta de acceso está flanqueada por dos columnas y decorada con hermosos ángeles. A la derecha e izquierda de la puerta, en sendos medallones, se encuentran San Pedro y San Pablo.
En el segundo cuerpo, sobre la puerta de entrada, se encuentra la patrona Santa Eulalia, flanqueada de dos santas muy populares: Santa Catalina de Alejandría y Santa Águeda, con la bandeja en la que porta sus pechos.
En el tímpano se encuentra un grupo escultórico que representa a la Piedad: la Virgen porta en sus manos al Crucificado. Toda la portada se corona con un Calvario en el que aparece en la cruz a sus pies María y San Juan y a los extremos los dos ladrones.
Ya en el interior, destaca sobre todo el "Retablo de los Reyes”, en la nave de la epístola. De pequeñas dimensiones, está encajado en el muro y decorado con una cenefa de piedra.
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