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Medio Ambiente

Un legado de 25 años de naturaleza y comunidad

El Parque Montaña Palentina celebra un cuarto de siglo de conservación, turismo sostenible y vida rural

Montaña Palentina, en la imagen Camporredono BrágimoIcal

Enclavado en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, el Parque Natural Montaña Palentina celebra este año su 25 aniversario como un faro de compromiso con la conservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible de las comunidades rurales. Declarado el 27 de junio de 2000, este espacio protegido de la provincia de Palencia ha forjado un legado de logros significativos, superación de retos y una renovada visión de futuro, según relató Pablo Zuazúa, director conservador del parque. Con una inversión cercana a los 20 millones de euros en un cuarto de siglo, el parque no solo ha protegido su rica biodiversidad, sino que también ha revitalizado los pueblos de la comarca, convirtiéndose en un modelo de equilibrio entre el cuidado del medioambiente y el bienestar de sus habitantes.

“Han sido 25 años intensos, con momentos de gran impulso y otros más complicados”, reflexionó Zuazúa al hacer balance de este cuarto de siglo. Los primeros años del parque estuvieron marcados por una ambiciosa puesta en marcha, con la construcción de la Casa del Parque en Cervera de Pisuerga como uno de los hitos fundacionales. Este centro, que ha acogido a 268.000 visitantes, incluidos miles de escolares, se ha convertido en el corazón interpretativo del parque, un lugar donde los visitantes descubren la riqueza natural, cultural e histórica de la Montaña Palentina. Junto a ello, se desarrolló una red de 15 senderos, como la Senda de la Ursi o la Senda de Roblón de Estalaya, que atraen anualmente a más de 30.000 excursionistas, y seis miradores estratégicos, como el de Piedrasluengas, que ofrecen vistas espectaculares de este paisaje montañoso.

Sin embargo, el camino no siempre fue fácil. La crisis financiera de 2007-2008 supuso un duro golpe, con una reducción drástica de los presupuestos que limitó las actuaciones del parque. “Fueron años complicados, marcados también por conflictos relacionados con el desarrollo local”, admitió Zuazúa. A pesar de estas dificultades, el parque ha experimentado un renacer en los últimos años, con presupuestos anuales que superan el millón de euros y una apuesta renovada por la colaboración con actores locales. “Estamos recuperando el impulso, trabajando en red con ayuntamientos, la Diputación de Palencia, asociaciones y empresas a través de iniciativas como la Carta Europea de Turismo Sostenible”, explicó el director.

Uno de los mayores logros del Parque Natural Montaña Palentina en estos 25 años ha sido su contribución a la conservación de la biodiversidad, con el oso pardo como emblema. “Cuando se declaró el parque, la población de osos pardos en la zona rondaba los 20 ejemplares. Hoy, gracias a un esfuerzo colectivo, superamos los 120”, destacó Zuazúa con orgullo. Este incremento, que multiplica por seis la presencia de esta especie emblemática, no es solo mérito del parque, sino el resultado de una colaboración estrecha con asociaciones como la Fundación Oso Pardo, administraciones y la propia población local. “Somos conscientes de que el mérito es compartido, pero el parque ha sido un pilar fundamental en este éxito”, añadió.

La conservación no se ha limitado al oso pardo. El parque ha trabajado incansablemente en la protección de otras especies amenazadas, como el desmán ibérico, cuyas poblaciones enfrentan retos debido al cambio climático y la presión de especies invasoras como el visón americano. “El cambio climático es una amenaza para especies alpinas y subalpinas, y debemos seguir trabajando para protegerlas”, señaló Zuazúa. Además, se han implementado medidas para controlar especies invasoras y apoyar actividades tradicionales como la ganadería, que no solo son parte del tejido socioeconómico de la zona, sino que también contribuyen a mantener los valores ecológicos del parque. “La ganadería no debe ser un obstáculo, sino un aliado en la conservación”, afirmó.

Otro logro destacado ha sido el control de la urbanización ilegal. Antes de la declaración del parque, proliferaban construcciones no reguladas, muchas bajo el pretexto de uso agrícola, que amenazaban el paisaje natural. “La normativa del parque puso freno a estas prácticas, centrando la construcción en los núcleos urbanos y apoyando la rehabilitación de edificaciones existentes”, explicó Zuazúa. A través de subvenciones, se han restaurado más de 335 casas, sustituyendo tejados de uralita por tejas tradicionales y recuperando fachadas de piedra, lo que ha transformado el aspecto de los pueblos y preservado su carácter auténtico. “Estas pequeñas ayudas han incentivado a los propietarios a cuidar sus viviendas, contribuyendo a un paisaje más armónico”, añadió.

Uso público: un parque para las personas

El Parque Natural Montaña Palentina no solo es un refugio para la fauna y la flora, sino también un espacio diseñado para las personas. La red de senderos, miradores y refugios certificados con la marca de calidad turística ha convertido a la Montaña Palentina en un destino de referencia para el turismo de naturaleza. “Facilitamos que los visitantes descubran el parque de forma respetuosa, a través de infraestructuras que combinan accesibilidad y conservación”, señaló Zuazúa. Los senderos, utilizados por miles de personas cada año, no solo ofrecen experiencias recreativas, sino que también conectan a los visitantes con el patrimonio natural y cultural de la región, desde el arte románico hasta elementos tradicionales.

La Casa del Parque en Cervera de Pisuerga, por su parte, se ha consolidado como un centro neurálgico para la educación ambiental. “Que 268.000 personas, muchas de ellas escolares, hayan pasado por aquí es un logro inmenso. Estamos formando a las nuevas generaciones en el respeto por la naturaleza”, afirmó Zuazúa. Además, el parque ha trabajado en la mejora de la accesibilidad, con senderos y miradores adaptados que permiten a personas de todas las edades disfrutar de este entorno único.

El impacto del parque trasciende la conservación y el turismo, alcanzando el corazón de las comunidades locales. A través de las subvenciones de la línea de zonas de influencia socioeconómica, el parque ha canalizado casi 5 millones de euros para proyectos que han revitalizado los municipios de la Montaña Palentina. “Hemos apoyado la rehabilitación de edificios como escuelas, casas de maestros o concejos, así como la mejora de infraestructuras públicas como alumbrados, pavimentaciones y plazas”, detalló Zuazúa. Ejemplos como la plaza del Arroyo en San Salvador de Cantabria o el ferial de Cervera de Pisuerga ilustran cómo estas inversiones han transformado los espacios públicos, haciéndolos más funcionales y atractivos.

Además, se han restaurado elementos tradicionales como lavaderos, molinos y fuentes, preservando el patrimonio cultural de la comarca. “Estas actuaciones no solo mejoran la calidad de vida de los vecinos, sino que refuerzan su identidad y orgullo por su entorno”, señaló el director. El parque también ha apoyado iniciativas innovadoras, como la promoción de Aguilar de Campoo como el primer municipio de España en ciertas iniciativas turísticas, impulsadas por un ayuntamiento dinámico y comprometido.

El éxito del Parque Natural Montaña Palentina no sería posible sin la colaboración con la población local, los ayuntamientos, la Diputación de Palencia y otras instituciones. “Los ayuntamientos son nuestra ventana hacia los vecinos. Ellos conocen mejor que nadie las necesidades locales, y trabajar con ellos nos permite acercar nuestra labor a la gente”, explicó Zuazúa. Esta colaboración se ha intensificado en los últimos años con la adhesión a la Carta Europea de Turismo Sostenible, un marco que fomenta el trabajo en red con asociaciones, empresas y el Geoparque Las Loras, generando sinergias que benefician a toda la comarca.

El arte románico, uno de los tesoros culturales de la Montaña Palentina, también ha sido un elemento clave en esta colaboración. Aunque el parque no gestiona directamente este patrimonio, ha apoyado iniciativas puntuales, como la restauración de elementos tradicionales, que complementan la oferta turística y cultural de la zona. “El románico es un valor inmenso que, junto con la naturaleza, hace de este parque un lugar único”, afirmó Zuazúa.

Con la vista puesta en el futuro, el parque enfrenta nuevos retos, como el impacto del cambio climático en especies vulnerables y la necesidad de seguir apoyando actividades tradicionales como la ganadería. “Queremos que estas actividades no solo sobrevivan, sino que sean un pilar de la conservación y el desarrollo económico”, señaló Zuazúa. Además, el parque planea intensificar su comunicación con la población local para dar a conocer mejor su labor. “A veces, con tantas tareas, la comunicación queda en segundo plano, pero es fundamental para que los vecinos se sientan parte de este proyecto”, reconoció.

El 25 aniversario será una oportunidad para celebrar estos logros y mirar hacia adelante. El 27 de junio, con el apoyo de la Diputación de Palencia y ayuntamientos como Cervera de Pisuerga y Velilla del Río Carrión, se presentará un programa de actividades que promete unir a la comunidad en torno a su parque. Además, la reciente visita de los Reyes de España con motivo del 800 aniversario de la Carta de Aguilar de Campoo ha puesto el foco en la Montaña Palentina, reforzando su visibilidad como destino de naturaleza y cultura. “Es un honor que nos visiten. Nos ilusiona y nos da un impulso para seguir adelante. Ya lo hizo la reina Sofía hace un año tras su visita a la Montaña Palentina”, afirmó Zuazúa.

Con una inversión total de 19.641.000 euros distribuidos equitativamente entre conservación, uso público y desarrollo rural, el Parque Natural Montaña Palentina ha demostrado que la protección de la naturaleza y el progreso de las comunidades pueden ir de la mano. Desde el aumento de la población de osos pardos hasta la rehabilitación de pueblos y la creación de una red de senderos que atrae a miles de visitantes, el parque ha tejido un legado de respeto por el entorno y compromiso con las personas. En este 25 aniversario, la Montaña Palentina se erige como un ejemplo de cómo los espacios naturales pueden ser motores de vida, cultura y esperanza para las generaciones futuras.