Cultura

Medio siglo de experiencia humana en torno a la música

El coro Tomás Luis de Victoria de la Universidad Pontificia de Salamanca celebra sus "bodas de oro" y, para conmemorar estos 50 años de vida, la agrupación celebra varios conciertos este fin de semana

El Coro Tomás Luis de Vitoria de la Universidad Pontificia de Salamanca ensaya en la Catedral Nueva de cara a los actos de celebración de su 50 aniversario
El Coro Tomás Luis de Vitoria de la Universidad Pontificia de Salamanca ensaya en la Catedral Nueva de cara a los actos de celebración de su 50 aniversarioDavid ArranzIcal

Cinco décadas de armonía, casi un millar de integrantes y más de 1.500 conciertos contemplan hoy al coro Tomás Luis de Vitoria de la Universidad Pontificia de Salamanca. Una coral cuya primera entonación brotó en un lejano 1973 y, desde entonces, solo un obstinado virus, más bien cercano, fue capaz de acallar. Y solo durante un lapso temporal, mayor o menor, y si no está ya vencido, desde luego sí atemperado para volver a brillar en todo su esplendor. Es exactamente lo que ocurrirá este sábado, a las 20.00 horas, cuando la coral brindará con sus voces por las ‘bodas de oro’ en una abarrotada Catedral Nueva, ya sin billetes, bajo la batuta, una vez más, de Francisco José Udaondo Puerto, director de la coral, quien subraya, ante todo, la “experiencia humana” de pertenencia.

Udaondo Puerto ha estado al frente del coro Tomás Luis de Victoria durante la última de sus cinco décadas de existencia, es decir, desde el año 2013. Reconoce en declaraciones a Ical que soplar tantas velas supone, de alguna manera, constatar que, después de todo “se han hecho las cosas bien” y que, además, “se han hecho con cariño”, según destaca. “Nos hemos implicado no solo en el aspecto musical, que es importante, sino, sobre todo, en el aspecto humano”, matiza este doctor con premio extraordinario en Filosofía y Letras por la Upsa, además de historiador y acreedor del título superior de Música en Órgano y profesional de Solfeo y Teoría de la Música por el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León (Coscyl).

“Que de los 900 integrantes del coro en estos 50 años vayan a estar presentes este fin de semana casi 400, incluyendo algunos de los que vivieron el primer concierto en el año 1973, y que coincidan con los actuales integrantes, yo creo que también, de alguna manera, constata lo importante que es la música, y hacer cosas de forma colectiva y grupal en la vida universitaria y, en general, en la vida”, resume el director, consciente de la importancia del componente docente, cultural y artístico en una coral como la que él rige, pero también de facilitar la evolución social de sus miembros, todos estudiantes universitarios, y por lo tanto, “en la mejor etapa de sus vidas”.

Este fin de semana, el coro Tomás Luis de Victoria tiene previstos varios conciertos y actuaciones con un repertorio que abarca “todas las épocas y estilos de la historia de la música”, en el que participarán, no solo los integrantes actuales del mismo, sino antiguos coralistas que no han querido perderse esta efeméride. “Lo que vamos a vivir este fin de semana, o lo que estamos viviendo ya, porque llevamos ensayando todo febrero y marzo, es, sobre todo, una experiencia humana en torno a la música. Es decir, la música, evidentemente, nos ha unido, y en torno al coro hemos creado lazos de afecto y amistad”, certifica el director.

Historia musical

El coro de la Universidad Pontificia de Salamanca nació, de hecho, como iniciativa de un grupo de estudiantes, quienes, impulsados por su afición a la música, fundaron una agrupación coral. Su primer director fue José Antonio Sánchez Gil, quien puso las bases para el desarrollo posterior, según destaca la propia institución académica. En 1977 fue nombrado director Victoriano García Pilo, quien detentó este puesto durante 35 años. Según el Estudio, su labor dio cierta proyección internacional a la joven agrupación, que empezó a difundir la música y el nombre de Salamanca, y de su Universidad Pontificia, por España, Europa, América y Asia. En los años 80, el Coro llegó a estar formado por 120 estudiantes.

En 2013, la Upsa nombró a Francisco José Udaondo Puerto director del coro, asistido por Elena Blanco Rivas como subdirectora y pianista acompañante, quienes le dan ahora el empuje y son responsables de su definitiva actualización. “A los directores nos roca estar despiertos y espabilar porque cada año hay que adaptarse al material humano que tiene”, reflexiona. En la actualidad, el coro está integrado por unos 70 estudiantes universitarios de diversas procedencias geográficas y de distintos ámbitos académicos.

En estos momentos, después de la situación de pandemia, la agrupación afronta una “nueva y prometedora” etapa repleta de retos y proyectos musicales, con el objetivo de brindar a sus miembros un ámbito en el que “desarrollarse como personas”, “como amigos”, aprendiendo y practicando el canto coral. “Se generan relaciones que, a veces, duran toda la vida. Los nervios del concierto, el esfuerzo de preparar ensayo tras ensayo esa nueva actuación, hacer viajes juntos, convivencias... Además, en unos años que dejan a uno marcado porque son los años de Universidad. Es decir, cuando te encuentras con alguien del coro, aunque no lo conozcas porque no has coincidido en el tiempo, siempre te da la sensación de formar parte de una misma familia”, apunta Udaondo Puerto.

Todo, con la incertidumbre que comporta, además, la organización de una coral que, por su propia naturaliza, tiene una composición cíclica. “Siempre una incógnita. Yo no sé el coro que voy a tener en septiembre. Lo bueno y lo malo de los coros universitarios es que se hacen y se deshacen cada año. Los coros de gente adulta siempre tienen un fondo de armario, sabes que tienes un repertorio y unas personas que permanecen ahí. Pero el coro universitario es transitorio. Unos llegan en primero y se van cuando terminan la carrera. Cada año es una aventura. Es como una carrera de relevos, unos van dejándole el testigo a otros”, añade sobre su labor a la hora de configurar el grupo.

Trayectoria de prestigio

El coro de la Upsa presume de numerosas invitaciones de instituciones españolas y extranjeras para participar en festivales y concursos. Algunos ejemplos recientes son la invitación a estrenar el musical ‘Emaús’ en el Auditorio Nacional, la participación en el Festival Rühlmannorgel de Sajonia o en el de Cantonigrós de los Pirineos. Además, ha actuado ni más ni menos que para dos papas en el mismo Vaticano y para los emperadores del Japón en su palacio de Akasaka. Por otro lado, colaborado con instituciones españolas como el Centro de Iniciativas de Tolosa, la Semana de Música Sagrada de Cuenca, la Joven Orquesta y coro Santa María la Blanca de Madrid, instituciones de la ciudad y provincia de Salamanca y de Castilla y León, así como asociaciones de Extremadura, Galicia, Valencia, o Andalucía entre otras.

En cuanto a las instituciones extranjeras, destaca la colaboración del coro con la Asociación Alemana de Música Mundi, así como la colaboración con las orquestas de la Universidad de Bonn, Utrech, Manheim, Würzburg, en Alemania, o Burgas, en Bulgaria. La agrupación coral está vinculada a once universidades de Europa, Asia y América y ha recibido como anfitrión en Salamanca a múltiples coros de diversos países, incluyendo España, Estados Unidos, Japón, Hispanoamérica, Austria, Inglaterra, Alemania, Francia, Portugal, Holanda e Italia. En solitario, y con motivo de su 50 aniversario, el coro Tomás Luis de Victoria’ ha grabado recientemente un disco sobre música popular salmantina titulado '¿No te acuerdas, niña hermosa?'.

La celebración comenzará este sábado en la Catedral Nueva de Salamanca, donde los coralistas interpretarán el ‘Requiem’ de Wolfgang Amadeus Mozart, junto a la Joven Orquesta ‘Santa María la Blanca’ de Madrid, con el aforo ya completo. Mañana, domingo 30 de abril el coro participará en la Misa Polifónica en la Catedral Nueva, presidida por el obispo de Salamanca y Gran Canciller de la Upsa, monseñor José Luis Retana. En la Eucaristía, prevista a las 12.00 horas, la agrupación interpretará música sacra y la entrada será libre hasta completar el aforo. Posteriormente, tras la Eucaristía, la agrupación coral se traslada a las escalinatas del Palacio de Anaya para ofrecer un concierto a las 13.15 horas, durante el que las personas interesadas podrán disfrutar de una actuación en la que los integrantes ofrecerán varias piezas de música popular.