Sociedad

El primer nacimiento en 18 años en un pueblo de Zamora que no llega al centenar de habitantes

La alcaldesa, Rebeca Navia, muestra su alegría por la llegada al municipio de Ayoub

Karima con su pequeño Ayoub, lleva la esperanza a un pueblo de Zamora
Karima con su pequeño Ayoub, lleva la esperanza a un pueblo de ZamoraLa Razón

La localidad zamorana de Vega de Villalobos ya puede presumir de tener un nuevo vecino. Y han tenido que pasar la friolera de 18 años. Se trata de Ayoub, que ha nacido recientemente, y que se ha convertido en un nuevo habitante de este municipio de la despoblada Zamora, de apenas un centenar de habitantes.

Un pueblo, que también ha sido protagonista en los últimos meses por la puesta en marcha de una campaña para recuperar la torre de su iglesia, seriamente deteriorada. La alcaldesa de la localidad, Rebeca Navia, expresaba su alegría por la llegada del pequeño señalando que "me enorgullece que tengamos un nuevo pequeño vecino con nosotros. Siempre es felicidad, alegría y gozo", ha indicado, mientras que varios vecinos han apuntado que este hecho "merece que se toquen las campanas", en señal de alegría.

La idea de sus padres es la de criar a Ayoub en esta localidad, donde el progenitor trabaja en una ganadería desde hace cinco años. Mohamed empezó a trabajar a su llegada a España en Murcia, para después trasladarse a Zamora, donde consiguió un contrato para poder traer con él a Karima, su mujer, quien manifiesta su felicidad, aunque afirma que en la provincia no hay mucho trabajo para gente joven y echan en falta servicios, por lo que se hace necesario desplazarse a kilómetros de distancia.

«He realizado mi sueño de ser mamá en España. Estamos tranquilos y también felices», señala la madre, aunque lamenta que en la provincia no hay mucho trabajo para la gente joven y que echa en falta más servicios, para lo que es necesario desplazarse a kilómetros de distancia en caso de una determinada necesidad.

Eso sí, el proceso para ser madre ha sido largo y laborioso. En el año 2027 visitaba los servicios de Ginecología para intentar conocer la razón por la que no se quedaba embarazada y, de esta forma, comenzaba con los protocolos para poder acceder a la fecundación in vitro y con inseminaciones artificiales que no llegaron a fructificar. También lo probaron en la sanidad privada, y logró quedarse embarazada pero sufría un aborto. Ya en Valladolid, lo volvió a intentar, otra vez en la sanidad pública y, por fin, tras meses de espera, llegaba la grata noticia, el embarazo y la gestación de Ayoub y, ahora sueña con darle un hermano o hermana. Sería un habitante más para estos pueblos que viven el drama de la despoblación y del envejecimiento.