Medio Ambiente

Un refugio natural en Valladolid de gran biodiversidad

Se construirá en la reserva biológica de «El Tomillo» y se instalarán 360 árboles, cerca de 1.400 arbustos y 2.000 plantas

Jesús Julio Carnero durante su visita unl futuro nuevo espacio verde en Valladolid capital
Jesús Julio Carnero durante su visita al futuro nuevo espacio verde en Valladolid capitalAyto. Valladolid

La reserva biológica «El Tomillo» se convertirá en un refugio natural de gran biodiversidad en el entorno del ámbito urbano de Valladolid, después de transformar un espacio actualmente degradado, y que acumula una gran cantidad de escombros.

El alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, visitaba este recinto, donde comenzarán las obras el próximo mes de marzo, prolongándose durante seis meses, con el objetivo de «crear diferentes hábitats, lugares de nidificación, cría o reproducción para la fauna del entorno. Estamos hablando de que se van a plantar 360 nuevos árboles, cerca de 1.400 arbustos y más de 2.000 plantas aromáticas, además de generar una pradera naturalizada de 11.757 metros cuadrados».

Para el diseño de esta intervención se cuenta con la colaboración de la Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid, Acenva y de las asociaciones de vecinos «29 de diciembre» de los barrios Belén, Pilarica y Santos Pilarica, que desde el año 2016 llevan trabajando en la recuperación de dicho entorno urbano.

En el proyecto figura la creación de un bosque de ribera donde se plantarán chopos, álamos, olmos y fresnos así como otro de carácter más mediterráneo en el que se utilizarán especies adaptadas a la sequía como sabinas, encinas, quejigos o endrinos. Se van a tener en cuenta los criterios de ahorro hídrico, minimizando la necesidad de tareas costosas, el uso de abonos y productos de carácter fitosanitario.

También se colocará una pantalla vegetal para separar el parque de la VA-20 con el objetivo de potenciar la entomofauna y la avifauna y se incrementará la microrreserva de mariposas y polinizadores silvestres además de crear dos charcas de anfibios.

No faltará la puesta en marcha de un aula verde, para facilitar la realización de actuaciones de educación ambiental, a la vez que se amplía la red de paseos, para garantizar la accesibilidad a todo el parque.

Para solucionar el problema de la acumulación de escombros se ha optado por su valorización in situ, mediante el triturado y cribado de los residuos y aplicación para el relleno de gaviones. Con ello, al evitar su transporte, se reducirá la huella de carbono y la contaminación atmosférica.

Se actuará en una superficie de 9,36 hectáreas con una inversión de casi medio millón de euros y se prevé que la finalización completa, debido a las siembras y plantaciones en la época de otoño-invierno, sea en febrero de 2025.