Medio ambiente

Las setas de primavera más codiciadas que empiezan a asomar en el monte

Para los amantes de las setas esta es la época del año más divertida para salir a buscarlas

Marzuelo escondido bajo unas hojas
Marzuelo escondido bajo unas hojasYouTubeLa Razón

Apenas quedan ya un par de semanas para que llegue la primavera y, con ella, llega el buen tiempo y los días son más largos, mientras que e l bosque despierta de su letargo, se inunda de flores y brotes nuevos.

Es la época de fecundidad, y un momento especial para los buscadores de setas y los que disfrutan aprendiendo sobre nuevas especies. Aunque es el otoño sobre todo la estación de las setas o, al menos, la más conocida y popular, la primavera es también un momento importante para la micología, y aunque las setas que pueden cogerse en estas fechas sean menos conocidas por la mayoría, lo cierto es que para muchos recolectores son las más valoradas.

De hecho, algunas de estas joyas de la tierra de esta época son caprichosas y su vida es muy efímera, ya que dependen de las oscilaciones térmicas, por lo que hay que estar ojo avizor para poder cogerlas y disfrutarlas.

El marzuelo, una seta típica en marzo, como su nombre indica, y ya ha empezado a asomar en Castilla y León con cierta abundancia, gracias a las borrascas de enero que trajeron frío y nieve pero también a las temperaturas casi primaverales de febrero.

Pero también se empiezan a ver algunos ejemplares de otros hongos de alto valor típicos de los bosques castellanos y leoneses, como son los perrechicos, las colmenillas, las senderillas, o las setas de cardo, sin olvidar los rebozuelos o los champiñones, todos de gran interés culinario y gastronómico.

Aunque cada primavera, al igual que el otoño, es diferente e incluso irregular, dependiendo del agua bendita que ha de caer del cielo o del deshielo invernal, que son vitales para el crecimiento de los hongos y setas -algunas igual no llegan ni a brotar si no hay agua, como el marzuelo o la colmenilla, que son así de caprichosas- la parte de final de mayo el y el mes de junio entero son buenos y son muchas las especies que el recolector experto, que sepa conocerlas y saber su momento óptimo, ya que hay algunas especies que en esta época no son comestibles al estar parasitadas, podrá encontrar en su camino, entre las cuales están algunas de las que en estas líneas se va a intentar explicar al lector.

No todas las setas de primavera aparecen a la vez, y lo más habitual es que empiecen a surgir de forma escalada, lo que, por otra parte, permitirá disfrutar de todas ellas por separado. Para los expertos y amantes de las setas, la primavera es la época más divertida para salir a por ellas.

Pero antes de ello, lo más importante que debe tener en cuenta la persona que decida salir en la búsqueda de estos preciados y codiciados productos, es saber a qué se va, para conocer también donde hay que ir. Lo que viene a ser sentido común también.

La prudencia y la observación, pero también la humildad, la curiosidad y el mimo a la naturaleza son cuestiones que un buen recolector no debe olvidar nunca, además de la paciencia y que sea una persona fuerte en lo mental e inasequible al desaliento. No basta con haber visto mil veces cada seta, y es básico conocer la zona a la que se sale y los lugares de referencia de la población, así como si se está en un coto privado o no.

Y dos son los elementos imprescindibles que un recolector que merezca tal nombre no debe olvidar en casa: la cesta y la navaja o el cuchillo, vitales para esta faena y, sobre todo, para no hacer un destrozo a la naturaleza y mantener vivo el Medio Ambiente. Tal es así, que un micólogo que se precie siempre tiene en cuenta en primer lugar que debe dejar todo como lo encontró.

Estas son algunas de las especies de setas que ya se están dejando ver por el monte y en los bosques.

Marzuelo

Se trata de una seta difícil de encontrar por crecer semienterrada y por eso se la considera la reina del camuflaje, debido a su mimetismo con la hojarasca de los pinares, lo que hace más interesante y apreciada su recolección. Además, es una especie muy resistente a las heladas. Puede incluso crecer debajo de la nieve, y abunda en primavera en pinares, hayedos, robledales y, en general, suelos ácidos. Es de las primeras en salir al exterior y, por tanto, un alimento codiciado también por los animales del bosque como las ardillas.

Además, raramente se agusana y presenta una gran calidad organoléptica y gran aptitud para la gastronomía. Se trata por tanto de una de las especies para trabajar en su valorización agroalimentaria y promoción mico-turística. Tiene la singularidad de su época de producción entre febrero y abril, lo que puede contribuir a desestacionalizar el micoturismo y promocionar la recolección ordenada de setas en otros momentos del año además del otoño.

Al inicio de la temporada los restaurantes pueden llegar a pagar entre 20 y 25 euros por kilo de marzuelo, y si la campaña es abundante el precio oscila entre uno y 15 euros. En el conjunto de la temporada se suelen registrar producciones totales de entre cinco y diez kilos por hectárea en Castilla y León, sobre todo en su orla montañosa, en Segovia, Soria, norte de León, Palencia y Burgos.

Amanita cesarea

Esta seta es la que más historia tiene, y de ahí su nombre, que viene de la afición que tenía a ella el emperador romano César Augusto, que se las hacía traer por correos especiales a caballo desde todos los rincones de imperio, Hispania entre ellos.

Le gusta el calor del suelo, termófila. Así empezará a aparecer a finales de primavera, en verano y principios de otoño. También la humedad y tiene algo que seduce y atrae al setero: que es difícil encontrar y la satisfacción que produce cuando se consigue algún ejemplar.

Suele crecer de forma aislada y a veces en grupos numerosos en bosques de encinas o alcornoques, caducifolios, robles o castaños. También en coníferas, pero menos. Se la detecta por su peculiar sombrero, que es muy grande, y por su cutícula, de un color anaranjado muy característico, aunque con frecuencia aparece decorado con restos de su volva.

Amanita cesárea
Amanita cesáreaLa RazónLa Razón

Perrechico

También conocida como seta de San Jorge, mansarón, blanquilla o bujarón según la zona de España, es, quizás, la gran estrella primaveral y una de las más bonitas y que más placer provoca al recogerla.

Destaca su gran aroma y se suelen encontrar en los mismos setales cada año y marcando la hierba, por lo que los recolectores expertos conocen cada año donde van a brotar. Es también de las más valoradas en la gastronomía y la cocina, y por ello no es extraño ver precios de perrechicos entre 200 y 300 euros el kilo.

Rebozuelo

Es otra de las grandes setas de esta época, muy colorida además, y le gusta mucho el calor. De hecho, el reflejo amarillo dorado de esta seta indica la inminente llegada del verano, según los expertos. Cuando brota al exterior lo hace de forma abundante y en grupos numerosos.

Boletus lepido

Conocida también como boleto agradable o Faisán, y es muy habitual en primavera. Tiene la peculiaridad es que se le confunde fácilmente con otros boletus como el edulis, el pinícola, o el aereus y el reticulado, incluso para los expertos. Si bien, lo que más llama la atención de esta seta es por su gran porte y su coloración, que la hacen distinta y reconocible al resto.

Boletus reticulado

A esta seta se la conoce también como hongo blanco de verano, hongo de castaño, hongo de marojal faisán de alcornoque. Es de las más comunes y alegres en cuanto llega el buen tiempo.

Se detecta bien por su sombrero de color avellana o marrón claro y porque suele cuartearse y a veces se suele confundir con el boletus edulis. Es el ejemplar que predomina y domina durante los meses más cálidos del año. Produce cuerpos fructíferos en los meses veraniegos que son comestibles y se recogen popularmente. Se encuentra en cualquier bosque si ha habido un clima cálido y húmedo.

Debe tenerse cuidado al identificar a las senderuelas, ya que estas pueden confundirse con otras especies tóxicas.
Debe tenerse cuidado al identificar a las senderuelas, ya que estas pueden confundirse con otras especies tóxicas.Lord Mayonnaisepixabay

Senderuelas

Son habituales en los prados que se ven desde el coche cuando circulamos por la carretera marcando la hierba, y por eso son conocidas también como ninfas de prado. Son muy frecuentes cuando ha llovido, ya que el agua, además, las infla y reaviva si han salido y se secan. También se encuentran en grandes cantidades cuando brotan y su enemigo público número uno son las altas temperaturas y el calor extremo