Cultura

El sorprendente pueblo repleto de bodegas que inspiró a Gaudí

Se trata de un conjunto medieval que cuenta con la distinción de Bien de Interés Cultural

La localidad palentina de Baltanás con sus bodegas
La localidad palentina de Baltanás con sus bodegasJcylJcyl

Hay paisajes que llegan al corazón de las personas. Eso es lo que debío pensar el genial arquitecto Antonio Gaudí, cuando durante un viaje en tren se quedó prendado de un pequeño pueblo del que sobresalían cientos de chimeneas. Esta fotografía que capto en su memoría le sirvió para inspirar una de sus principales obras, la Casa Milà, también conocida como La Pedrera, que se erigió en Barcelona entre los años 1906 y 1910, y que año tras año recibe millones de turistas, que le convierten en uno de los monumentos más visitados de nuestro país.

El edificio es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en los profundos análisis efectuados por Gaudí de la geometría reglada.

A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental; partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica. Desde el año 2013, la Casa Milà es propiedad de la Fundació Catalunya-La Pedrera, que es la encargada de organizar exposiciones, actividades y visitas.

Baltanás

Pues el genio Antonio Gaudí para realizar esta maravillosa obra se inspiró en el pequeño pueblo palentino de Baltanás, y más concretamente en su barrio de bodegas subterráneas. Baltanás está situada en la comarca del Cerrato, al sureste de la provincia de Palencia, junto a los límites provinciales de Valladolid y Burgos. Existen evidencias que este lugar fue habitado por los vacceos, ya que existió un castro vacceo en el actual cotarro del Castillo. Algunos historiadores han llegado a suponer que en esta villa se encontraba situada la antiquísima Eldana, ciudad de los vacceos, mencionada por Ptolomeo en su Geografía (siglo II).

El primitivo castillo medieval de Baltanás -hoy, desaparecido- sería levantado, tal vez, en el último tercio del siglo IX, durante las victoriosas campañas, del Rey Don Alfonso III «El Magno». La villa estuvo amurallada y tuvo varias puertas almenadas, entre las que figuraban las de El Sol, La Fragua y Barriuso.

El primer documento histórico que menciona a Baltanás es del año 1030, en cuya época el Rey Don Sancho «El Mayor» hizo donación al Monasterio de San Isidro de Dueñas de la Iglesia de San Miguel de «Valle de Atanasio».

Posteriormente esta zona fue poblada por legiones romanas, que durante el Imperio romano, hicieron crecer la población del término baltanasiego, a juzgar por los hallazgos arqueológicos encontrados.

Durante el reinado de los Reyes Católicos, la villa de Baltanás llegó a la cumbre de su grandeza al ser establecida en ella la Cabeza o capitalidad de la Merindad de Cerrato, que anteriormente lo había sido la muy histórica y noble villa de Palenzuela. También, los Reyes Católicos otorgaron a Baltanás el privilegio de que sus alcaldes pudieran ir con vara levantada hasta ciertos pueblos de su jurisdicción.

En los siglos XVI, XVII y XVIII, varios vecinos de esta villa probaron su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid. Los referidos hidalgos ostentaban los siguientes apellidos: Calvo, Carbajal, Ezquerra, Garzón, Mena, Orantes, Pedrosa, Pérez, Rodríguez, Rozas, Urizar y Vélez.

En 1826, Baltanás continuaba siendo villa realenga del Partido de Cerrato, en la Provincia y Obispado de Palencia, con lcalde Ordinario. Por entonces, su población era de 605 vecinos (2.840 habitantes). Poseía una Parroquia, una Ayuda de Parroquia y un Convento de Misioneros. La villa tenía un Pósito y su término producía 28.000 fanegas de todo grano (trigo, cebada, morcajo y avena), unos 40.000 cántaros de vino y mucha «rubia». Su industria consistía en cuatro fábricas de curtidos (de suela, becerros y cabras) y tres de alfarería.

Durante la Guerra Civil Española sufrió grandes bajas en su población que rondaba los 3000 habitantes a principios de la república. El hambre y el desempleo durante la década de los 50 condujo a muchos baltanasiegos al éxodo hacia las capitales. Actualmente, Baltanás es el centro neurálgico y económico de la comarca del Cerrato, al ser su capital. La economía se basa en la agricultura, ganadería, servicios y turismo.

Atractivos de Baltanás

Este pequeño pueblo medieval cuenta con un gran número de atractivos, pero es conocido principalmente por sus bodegas subterráneas.

Bodegas

La comarca palentina del Cerrato es tierra de buenos vinos. Pero su producción no sería posible sin una excelente materia prima y sin un lugar adecuado donde elaborarlos y criarlos. En Baltanás, como en tantos otros pueblos de tradición vinícola, ese lugar son cuevas, catalogadas como Bien de Interés Cultural como Conjunto Etnológico, es uno de los conjuntos excavados periféricos más importantes de Castilla y León por su extensión, número de bodegas (374), conservación y antigüedad (1543).

Las bodegas de Baltanás son espacios excavados bajo el terreno arcilloso donde tradicionalmente se elaboran y conservan vinos, gracias a las condiciones del terreno es posible garantizar unas condiciones de humedad y temperatura estables durante todo el periodo del año.

Este espacio que ocupan, y denominado “El Barrio de Bodegas”, se distribuyen en dos zonas elevadas, zona de bodegas del Castillo y zona de bodegas de las Erillas, separadas por el camino Hondo y la calle Soltadero.

La zona del Castillo, también llamado Cotarro del Castillo, cuenta con 305 bodegas siendo la zona más extensa (3,5 hectáreas), estas bodegas se organizan alrededor del cerro siguiendo niveles de bodegas superpuestos con una altura total de este conjunto de 800 metros de altura.

Por otro lado, la zona de las Erillas cuenta con 69 bodegas que se extienden en una sola dirección hasta el páramo de San Antón, esta zona más pequeña que la anterior tiene una superficie de una hectárea.

La primera referencia conocida de la existencia de las bodegas es del año 1543, fecha en la que se documenta la adquisición y tenencia del señorío de Baltanás por D. Pedro de Zúñiga y Enríquez, IV marqués de Aguilafuente. La carta de venta se firmó en Valladolid el 21 de septiembre de 1543 y en ella se cita expresamente las bodegas: "El nuevo señor de Baltanás compra por la suma de 62.205 maravedises las bodegas y cuevas halladas junto al Castillo".

Las bodegas pasarían a ser definitivamente propiedad de la villa de Baltanás a finales del siglo XVI, gracias a un cambio de suelo por la que la villa cedía al Marqués de Aguilafuente a cambio del cerro de bodegas, los terrenos necesarios para la construcción del Convento de San Francisco y Santa Ana.

Baltanás tiene una gran tradición vitivinícola que se puede observar en que un gran número de propietarios de bodegas siguen elaborado su propio vino de manera tradicional para consumo propio. Debido a la gran fama y calidad de los caldos por parte de los baltanasiegos, en los últimos años se celebra anualmente en el mes de septiembre el Concurso de vinos elaborados en las bodegas de Baltanás. Además, desde el año 2010 en el municipio se celebra anualmente la Feria del Queso y el Vino en la que participan gran variedad de empresas bodegueras.

El pueblo, sus bodegas y sus vinos pertenecen a la Denominación de Origen Arlanza. Las uvas que se utilizan para elaborar el vino son de tipo Albillo y Viura para vino blanco y de tipo Tempranillo, Garnacha, Mencía, Cabernet Sauvignón, Merlot y Petit Verdot para vino tinto.

Iglesia de San Millán

Este templo se ubica en la parte más alta de la villa, entre la falda del Castillo y la Plaza Mayor. Edificio monumental con un emplazamiento privilegiado, construido en el siglo XVI en estilo renacentista, en planta esta compuesta por tres naves, destacando la robusta torre de la iglesia. Asentada sobre un declive progresivo desde la cabeza hasta los pies y hacia la derecha lo que hizo necesario la construcción de una escalera que salvara el desnivel para facilitar el acceso al templo.

Su interior cobija dos sepulcros de estilo gótico. El retablo mayor es de estilo barroco del siglo XVII, en él sobresale la imagen de San Millán, obra de Felipe Gil de Mena, corona el ático un Cristo del Siglo XIV. Un segundo gran retablo del siglo XVII con relieves y esculturas marianas, además de un Ecce Homo obra de Gregorio Fernández. Pero sin duda, destaca el precioso órgano situado en la tribuna de estilo plateresco en el lado del Evangelio con antepecho de piedra al que se accede a través del coro alto.

Convento de San Francisco

Es un edificio histórico ubicado en la Plaza de Los Olmos de Baltanás. Está datado entre el siglo XV – XVII. En la desamortización, la huerta y sus edificios fueron destinados primero a cárcel, más tarde a silo y finalmente a vivienda. En la actualidad es de propiedad particular.

Ermita de Nuestra Señora Virgen de Revilla

En un altozano a las afueras del pueblo está la Ermita de Nuestra Señora Virgen de Revilla. Fue la iglesia parroquial de los que vivían fuera de la cerca, en el arrabal o revilla, de donde procede su denominación, Ermita de Revilla

El templo actual data de los siglos XVII y XVIII, aunque se asentó sin duda sobre un edificio medieval, pues una «iglesia de Santa María», localizada en Baltanás, aparece mencionada en la estadística de la diócesis palentina que se efectuó hacia 1345. Planta de una sola nave.

El retablo presenta altorrelieves de temas marianos. La imagen de la Virgen de Revilla, una talla del siglo XIV, como centro de un grupo representando la huida a Egipto preside el altar mayor. Otras pequeñas esculturas son de marfil, madera y alabastro. Sobre el pórtico de entrada a la ermita aparece otra imagen de la Virgen Peregrina, tallada en piedra.

Ermita de San Gregorio

Cuenta la leyenda que una terrible plaga de langosta asoló los campos de Baltanás en 1629. Los baltanasiegos acudieron a la Virgen de Revilla para que les liberara de tal castigo, y en solemne procesión suplicaban la intercesión de Nuestra Señora para que terminara tan nefasto azote. Al llegar al lugar donde se encuentra la ermita de San Gregorio, de improviso, quedó fulminada la nube de langosta, lo que se atribuyó a un milagro de la patrona.

Para conmemorar esa fecha se construyó ese templo, y todos los 9 de mayo se celebra la Fiesta de San Gregorio con una romería desde la iglesia de San Millán hasta la campera y una comida.

Casas Solarieras

Estos edificios hablan de la historia de la misma, entre ellas el conocido como “Cuartel Viejo”, fechada en el siglo XVII fue propiedad del los Hermanos Calvo y durante muchos años cobijo el cuartel de la Guardia Civil. También la “Antigua Casa de Escuela para niños. Real Pósito de la Villa” fundada en 1751, que posteriormente pasó a ser cárcel del partido Judicial y actualmente es la Casa de la Cultura de Baltanás.

Por el término municipal pasa la Cabaña Real Burgalesa, como atestiguan los chozos o cabañas de pastor donde estos se refugiaban durante los periodos de trashumancia. La población de Baltanás acoge la Feria del Cerrato que tiene como protagonistas al queso y al vino un escaparate abierto para poner en valor los productos de la provincia con la presencia de diversos productores.