
Vino
Tradición, calidad y modernidad se unen en la «bodega de las bodegas»
La vallisoletana «De Alberto» lleva más de 350 años elaborando vinos de manera artesanal y se consolida como una de las que cuenta con más premios internacionales

Tradición, calidad, historia, modernidad, patrimonio, artesanía, etc... Así se puede definir a la «bodega de las bodegas». La situada en la localidad vallisoletana de Serrada, en el corazón de la Denominación de Origen (D.O.) Rueda, que no es otra que Bodegas «De Alberto». Su CEO, Carmen San Martín, abre las puertas de «su casa» a LA RAZÓN, y su cercanía se nota nada más entrar. El olor a vino y a tradición impregna una bodega que enamora a toda aquel que lo visita.
Y eso no es por casualidad, ya que lleva más de 350 años, ininterrumpidos, elaborando vinos de una forma artesanal. Desde 1657, en la antigua casa de labor de la Orden de los Dominicos, en la localidad vallisoletana de Serrada, Bodegas «De Alberto» ha sido testigo y protagonista de la evolución del vino en España. Su herencia, transmitida durante cuatro generaciones, se ha mantenido intacta, adaptándose al presente, y consolidándose como una de las bodegas españolas con más reconocimientos internacionales. El último, el prestigioso Premio Verema 2024 a la Mejor Trayectoria Histórica, y del que Carmen San Martín, se siente «muy orgullosa», ya que reconoce la labor de muchos años y de un equipo humano, «nuestra familia de la bodega», que trabaja la tierra con esfuerzo, perfecciona cada cosecha y elabora unos vinos de primera calidad.
Pálido Verdejo
Mucha y variada es la oferta de «De Alberto», pero a Carmen San Martín se la iluminan los ojos cuando habla de su vino «De Alberto Pálido Verdejo», ya que es la única bodega que lo produce. El secreto del éxito de esta «joya», es que está custodiada en su bodega subterránea del siglo XVII, en barricas que han sobrevivido al paso del tiempo. Además, de ser uno de los principales atractivos de la oferta enoturística, las subterráneas son uno de los recursos que la hacen única y especial. La verdad que todo aquel que las visita se queda maravillado por su tamaño, ya que es un laberinto interminable de galerías, con un espectacular grado de conservación y una gran belleza.
Carmen San Martín tampoco se quiere olvidar del «Alberto Dorado», el vino más premiado de la bodega, que es elaborado exclusvamente por la bodega vallisoletana bajo un método de crianza oxidativa en damajuanas expuestas al sol y su posterior envejecimiento en soleras.
Se trata de un método muy especial, el de las damajuana, que es un elemento cada vez más de moda en decoración, pero que «De Alberto» utiliza sus alrededor de 10.000, para elaborar con «gran pasión» este vino, que es un producto genuino, y que cada vez cuenta con más adeptos.
Pero no es todo tradición, en la bodega vallisoletana. «De Alberto» cuenta con algunos de los sistemas más modernos para la elaboración y cuidado del vino, porque son conscientes de que se han tenido que adaptar a los tiempos modernos, para ser competitivos y seguir vendiendo su producto en más de cincuenta países de todo el mundo.
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