Economía
La Generalitat modifica al alza seis impuestos para pactar los presupuestos con los Comunes
EL Govern espera ingresar 543 millones con las nuevas tasas
A falta de cerrar las inversiones de los presupuestos de 2020, Generalitat y Comunes han cerrado un acuerdo para el capítulo de ingresos, que pasa por modificar seis figuras impositivas y añadir una nueva bajo una misma premisa: aliviar la carga fiscal de las rentas más bajas a cambio de castigar los sueldos superiores a los 90.000 euros anuales. "Hemos cerrado un acuerdo fiscal basado en tres ideas: progresividad, fiscalidad verde y justicia fiscal. Para blindar el estado del bienestar"; ha resumido el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Pere Aragonés.
Las seis figuras tributarias afectadas, así pues, son: el impuesto de la renta, sucesiones, transmisiones patrimoniales, estancias en establecimientos turísticos, viviendas vacías y bebidas azucaradas envasadas. En total, el vicepresidente ha valorado el impacto de las medidas acordadas con los comunes en 543 millones de euros anuales, que este primer año de aplicación, en 2020 sería de 173 millones.
Respecto al IRPF, han presentado una rebaja fiscal para los contribuyentes con los niveles de renta más bajos: el mínimo exento pasa de 5.550 euros a 6.105 euros para los contribuyentes que ingresen hasta 12.450 euros anuales. Aragonés explicó que se beneficiarán más de 200.000 contribuents y querido subrayar que se trata de "la primera rebaja fiscal en las últimas décadas". Esta bajada se compensará con un incremento en los tramos tramos más altos del IRPF, una medida que afectará a "poco más de 50.000 contribuyentes que más ingresan", explicó Aragonés, que harán "un esfuerzo "para" beneficiar a los 200.000 contribuyentes que menos ingresan ". Estas rentas pasarían a pagar un 23,5% de IRPF, dos puntos más que ahora. El tipo marginal para quienes cobran más de 120.000 euros también se incrementa también en un punto, del 23,5% al 24,5%.
En cuanto al impuesto de sucesiones a partir de ahora se tendrá en cuenta el patrimonio preexistente a la hora de pagar el impuesto y se recupera la progresividad en la bonificación de la cuota. Es decir, se mantiene la bonificación del 99 por ciento para los cónyuges, pero, para las herencias de más de tres millones de euros, la bonificación oscilará entre el cero y el 60%. Esta reforma reportaría a las arcas públicas unos 190 millones.
La tercera figura modificada es el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que incluirá una reducción del 50% del impuesto para las familias monoparentales, que pagarán un 5 por ciento en vez de un 10 por ciento.
También se revisa al alza la tasa turística desde que se creó en 2012, así como el impuesto sobre viviendas vacías, en el que se ajustarán las bonificaciones para grandes tenedores, y se redondeará el impuesto sobre bebidas azucaradas.
Como novedad, la Generalitat introducirá un nuevo impuesto medioambiental sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente. De esta manera, se incidirá, por un lado, sobre la producción, el almacenamiento o la transformación de energía eléctrica. Y, por otro, sobre el transporte de energía eléctrica y las instalaciones de telefonía, además de las telecomunicaciones.
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