«Es importante una buena calidad del sueño para no desarrollar depresión»

Investigadores del proyecto Barcelona Brain Health Initiative han publicado los primeros resultados de un estudio, impulsado por el Instituto Guttmann y ‘la Caixa’, que concluye que la mala calidad del sueño es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades neurológicas y neuropáticas.

-¿Qué es lo que han analizado y cómo se ha llevado a cabo el estudio?

-Se ha llevado a cabo en el marco de un estudio mucho más grande, que es el Barcelona Brain Health Initiative, donde lo que se pretende es seguir en el tiempo a un grupo muy grande de personas, más de 5 mil, para ver cuáles son los factores que pueden resultar protectores del desarrollo de patologías neurológicas o psiquiátricas, ya que sabemos que éstas tienen una incidencia y prevalencia bastante importante en la población adulta. De hecho, se estima que en personas entre 40 y 60 años, un 26% desarrollará algún tipo de patología relacionada con este espectro en 10 años. Durante un año, hemos pasado unos cuestionarios a estas personas de manera periódica para seguir en el tiempo la evolución que tienen y ahora hemos analizado la información que nos han aportado a través de estos cuestionarios y hemos visto que 80 personas de las cerca de 3 mil que han respondido al cuestionario de seguimiento han desarrollado algún diagnóstico, y la mayoría por depresión. Además, hemos estudiado qué tenían de diferente estas personas al principio del estudio que pudiera asociarse con este diagnóstico. Y la conclusión es que las mujeres tienen más riesgo, lo cual no es particularmente novedoso porque hay ya muchos años de literatura sobre el hecho de que las mujeres tienen más o menos el doble de riesgo de desarrollar depresión que los hombres. Otro factor de riesgo es una baja calidad del sueño, pero lo más novedoso es que hemos mirado cuál podría ser la interacción entre estos dos factores, uno de ellos modificable como es la calidad del sueño y otro no modificable, como el género. La conclusión es que el riesgo que representa ser mujer, una parte de él pasa por la calidad del sueño, así que mantener una buena calidad del sueño puede ser un factor protector frente al riesgo biológico, sobre todo para las mujeres en el caso de la depresión. Es decir que en el caso de las mujeres, ya que tienen un riesgo innato y son más propensas a desarrollar depresión, es especialmente importante mantener una buena calidad del sueño.

- ¿Se conoce en qué consiste esa relación entre la calidad del sueño y las patologías neurológicas y psicológicas?

-El sueño es muy importante a nivel cerebral, tiene un rol fundamental en muchos procesos como la memoria, procesos no inflamatorios... El sueño es un estado de nuestro cerebro que es necesario para mantener un buen funcionamiento, es un estado en el que se reestablece y recupera del desgaste de todo el día. Una mala calidad del sueño seguramente afecta al funcionamiento y la comunicación entre las neuronas. Por ejemplo, la privación del sueño se relaciona con un peor funcionamiento cognitivo. También hay mucha literatura acerca de la relación entre el sueño y la falta de memoria, ya que éste es muy necesario para archivar la información que hemos ido recopilando durante todo el día.

-¿Cómo y cuánto hay que dormir para tener una buena calidad del sueño?

-Básicamente, hay que dormir entre 7 y 8 horas de sueño regular, intentando mantener siempre una franja horaria estable, es decir irse a dormir y despertarse sobre la misma hora...

-¿Qué factores miden la calidad del sueño? ¿Cómo se calcula o cómo se mide?

-Más allá de la duración del sueño o de la sensación subjetiva que podamos tener al despertar, hay otros factores que miden la calidad del sueño como es el despertarse muchas veces por la noche y mantenerse despierto un buen rato, tardar más de media hora en conciliar el sueño cuando te metes en la cama...

- ¿Una persona que ya tiene afectaciones en su salud por la mala calidad del sueño puede revertir la situación adoptando buenos hábitos?

-Hay grandes estudios en marcha en este sentido, cuyo objetivo es ver si un cambio en los hábitos puede tener un impacto sobre una alteración en una condición de salud. Parte de nuestro estudio contempla también llevar una pequeña intervención para ver cómo impacta en la salud de estas personas. Ya hay evidencia que apunta que una mejora en la calidad del sueño puede asociarse a un mejor rendimiento cognitivo.

- Los resultados del estudio, ¿qué conclusiones nos permiten sacar? ¿Qué medidas nos invitan a tomar?

-Nuestros resultados están limitados a las características de nuestra muestra, pero el mensaje principal, aunque sea limitado a una hábito de vida como es el sueño y a una patología concreta como la depresión, es que los factores modificables pueden tener un impacto sobre un riesgo biológico predeterminado. Podemos tener una condición, que en este caso es el género respecto a la depresión, pero no nos hemos de quedar con ello, sino que podemos hacer mucho porque este riesgo se reduzca o al menos sea muy limitado. En resumen, esta primera parte del estudio apunta a que hay un factor modificable, que es el sueño, que puede disminuir el riesgo que representa una cosa que no puedes controlar, como es el género en este caso. El riesgo no nos condena, solo es una ficha sobre la mesa y hay otras fichas más y sobre las que podemos actuar.