Tribuna

En paralelo

Beatriz García - Valdecasas

Son numerosos los asuntos judiciales que en los últimos tiempos han trascendido del plano puramente jurisdiccional para ser objeto del escrutinio popular. En paralelo a los juicios sometidos a reglas y garantías procesales, han surgido los juicios mediáticos, en ocasiones instigados interesadamente, donde la opinión pública ha ejercido de juez, fiscal y abogado defensor; según los casos, y ha utilizado la información obtenida de manera sesgada y parcial.

Nuestra Constitución establece el principio de publicidad de los juicios, que tiene la finalidad de mantener la confianza de la comunidad en los tribunales, y reconoce la libertad de información, la cual sin embargo no es ilimitada, pues debe suministrarse y tratarse de manera cuidadosa, objetiva y neutral, al poder entrar en conflicto con otros derechos igualmente fundamentales como el derecho de todos a un proceso con todas las garantías y el derecho a la presunción de inocencia.

Hoy en día la información, veraz o no, fluye muy rápido, y es muy fácil inyectar en el ciudadano una versión parcial e interesada de los conflictos notorios, logrando con ello condenas o absoluciones populares que no esperarán a que el Tribunal les dé la razón.

Mención aparte merecen las presiones al órgano judicial. No se trata de hacer inmune la labor jurisdiccional, sino de respetar la ardua tarea del Juez en la adopción de sus decisiones, pues se le exige la averiguación de la verdad mediante la valoración de la prueba recabada, y luego encajarla en lo que la ley dictamina.

Nuestro sistema legal no arbitra medidas eficaces para impedir los juicios paralelos y neutralizar sus efectos perniciosos, por lo que debe apelarse por un lado, a la responsabilidad de los entes públicos en la emisión de sus opiniones durante el enjuiciamiento de los casos, debiendo reforzar los estándares de cuidado y diligencia en el suministro de información y opinión; y por otro a mejorar la capacidad de transmisión del propio Poder Judicial para contrarrestar la información sesgada con habilidad y transparencia. Es necesario exigir del Juez una actitud más colaborativa hacia la prensa facilitando la información oportuna, ya sea a través de figuras que pueden crearse en el propio marco del Poder Judial asumiendo funciones de comunicación a través de los distintos medios, -“Juez Divulgador”-, o mediante resoluciones comprensibles para el público general, logrando de este modo humanizar la toga del Juez y aproximar la eficacia de su labor a la sociedad.

Beatriz García-Valdecasas es magistrada