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Un juzgado de Manresa tumba la querella de Junqueras contra el Tribunal Supremo

Se declara incompetente para su admisión a trámite

El líder de ERC, Oriol Junqueras, fue condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación en la sentencia del 'procés'
El líder de ERC, Oriol Junqueras, fue condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación en la sentencia del 'procés'David ZorrakinoEuropa Press

El juzgado de instrucción número 7 de Manresa (Barcelona) ha desestimado la querella que interpuso Oriol Junqueras contra el Tribunal Supremo por un presunto delito de amenazas, coacciones, usurpación de funciones administrativas y contra el ejercicio de derechos fundamentales a raíz de la advertencia que hizo la Sala Penal del Alto Tribunal a los funcionarios de las prisiones catalanas cuando estudiaban si permitían salir a los presos independentistas de la cárcel para pasar el confinamiento en casa mientras dure el estado de alarma.

El líder de ERC interpuso la querella el pasado 6 de abril y pretendía que se esclareciese quién o quiénes dieron las instrucciones para la difusión -a través de un mensaje de WhatsApp- de la advertencia por parte del propio Supremo. La juez de Manresa considera que no tiene competencias para admitir a trámite la querella porque el propio querellante atribuye los “hechos presuntamente delictivos a personas que gozan de un fuero especial”, en referencia a los miembros del Alto Tribunal, aunque también matiza que se puede “reiterar" la querella "ante el órgano jurisdiccional competente” -además, permite presentar recurso al acuerdo durante tres días-.

Al tener conocimiento de que las juntas de tratamientos de los centros penitenciarios catalanes estaban valorando excarcelar a los presos independentistas durante el estado de alarma, el Alto Tribunal se apresuró a advertir de que los funcionarios podrían incurrir en un delito de prevaricación. Ante esta circunstancia y después de que los propios funcionarios descartaran permitir la salida de los nueve presos independentistas, Junqueras interpuso una querella, que no se dirigía a nadie en concreto, pero apuntaba a los miembros del Supremo.