Coronavirus: la Generalitat estudia que los presos del 1-O se confinen en casa

La consellera de Justícia, Ester Capella, ha anunciado esta mañana que las juntas de tratamiento de los centros penitenciaros catalanes se reunirán de manera extraordinaria a lo largo de hoy para valorar qué medidas tomar con los presos durante la emergencia sanitaria. Capella, en este sentido, ha precisado que están estudiando la posibilidad de que los políticos independentistas puedan pasar el confinamiento en sus casas.

La consellera ha hecho extensiva esta posibilidad a toda la población penitenciaria catalana y ha asegurado que sería una medida “coyuntural y con carácter reversible” con el objetivo de velar por la salud, integridad física y vida de los presos. Hasta ahora, en una entrevista en “Catalunya Ràdio”, ha dicho que un 69 por ciento de los presos clasificados en tercer grado ya están pasando el confinamiento en sus casas, pero ha dejado entrever que esto no es suficiente y se debe impedir aglomeraciones la para evitar riesgos de contagio. En los centros penitenciarios catalanes, 9 internos han dado positivo –dos están dados de alta- y 19 funcionarios.

Las juntas de tratamiento han aplicado el 100.2 a los nueve presos independentistas -régimen de semilibertad-, precepto bajo el cual pueden salir semanalmente a trabajar o hacer actividades de voluntariado.

Además, la conselleria ha detallado en un comunicado que antes de la emergencia sanitaria, en el conjunto de centros, había 157 segundos grados con el artículo 100.2 y que con la llegada de la pandemia, la Generalitat ha progresado a 57 a un tercer grado. En este sentido, Capella ha aclarado que en todos los casos el juez de vigilancia penitenciaria tiene la última palabra y, por el momento, ninguna ha tumbado ninguna de las decisiones tomadas.

PRONÓSTICO DE REINCIDENCIA BAJO

En un comunicado, la Conselleria de Justicia ha detallado que los criterios que se tendrán en cuenta para autorizar el confinamiento domiciliario son que el pronóstico de reincidencia del preso sea de nivel bajo y también que disponga de un domicilio.

Los centros penitenciarios revisarán los casos de la población reclusa desde este martes y a lo largo de la semana las prisiones celebrarán juntas de tratamiento extraordinarias para compartir las valoraciones y aprobar las medidas oportunas: "En caso de que se dé el supuesto, la medida quedará automáticamente revertida una vez acabe la emergencia sanitaria", agrega el comunicado.

La decisión de la junta va directamente hasta la mesa del juzgado de vigilancia penitenciaria, que informa a la Fiscalía para que se posicione, y después es el juzgado de vigilancia quien decide si ratifica o no la propuesta de la prisión; en caso de recurso, la última instancia es la audiencia de la demarcación.

El comunicado también apunta que el departamento de Justicia estudia confinar a los 100.2 en casa de acuerdo con el endurecimiento del confinamiento en todo el Estado y con el pronunciamiento reciente de las Naciones Unidas "en relación con la necesidad de reducir la población penitenciaria para evitar la propagación del virus en espacios comunes, cerrados y con acumulación de personas".

Asimismo, la conselleria ha detallado que antes de la emergencia sanitaria, en el conjunto de centros, había 157 segundos grados con el artículo 100.2 y que con la llegada de la pandemia, la Generalitat ha progresado a 57 a un tercer grado, por lo que quedan 101 presos con segundo grado y 100.2.

También se han tomado otras decisiones “para proteger la salud de los internos y los funcionarios” como el aplazamiento del traslado de internos excepto por motivos de seguridad, las salidas programadas para hacer actividades culturales y deportivas en el exterior y los vis a vis.