Crimen satánico

Once años de internamiento para la joven que mató a su madre “poseída por el diablo”

La Audiencia de Tarragona le aplica una eximente completa de alteración psíquica

La puerta de un domicilio
La puerta de un domicilioLa Razón

La Audiencia de Tarragona ha absuelto a la mujer que mató a su madre en la misma ciudad el 22 de octubre del 2019, porque le aplica una eximente completa de alteración psíquica. Este lunes la Fiscalía, la defensa y la acusación particular han sellado un acuerdo de conformidad por el que la joven tendrá que pasar 11 años internada en un centro psiquiátrico.

Durante un enfrentamiento entre las dos, la chica mató a su madre, de quien creía que estaba “poseída por el diablo”. Según las pruebas forenses que se practicaron a la víctima, su hija le había clavado un total de 20 cuchilladas. Las dos, madre e hija, vivían en un piso de esta calle del barrio del Serrallo de Tarragona. Ambas no tenían trabajo y vivían de la pensión que cobraba la madre. La chica sufría un trastorno esquizoafectivo que en varias ocasiones había hecho que la ingresaran al hospital, tanto por descompensaciones del ámbito psicótico como del estado de ánimo de intentos de autólisis.

Aunque tenía prescrita una medicación para su tratamiento, lo había abandonado repentinamente como mínimo varios días antes de los hechos, lo cual la sumergió en un delirio de tintes psicóticos, con delirios mesiánicos y síndrome de Capgras –consistente en reconocer perfectamente el rostro de una persona, pero detectar “alguna cosa extraña” en ella o tener la sensación de angustia al sentir que la persona que conocían perfectamente parecía haber sido sustituido por otra, según detallan los informes médicos aportados por la fiscalía para avalar la alteración psiquiátrica de la autora del asesinato de su madre.

Según relata la Fiscalía, en su escrito de acusación, dónde ya pedía absolver a la chica, en torno a la medianoche del 22 de octubre de 2019, cuando se encontraban en casa, la madre empezó a discutir con la hija porque esta se oponía a que la joven saliera de la vivienda. Durante la discusión, la acusada debido a su patología psiquiátrica creía que la madre estaba “poseída por el diablo”, y decidió acabar con su vida, por lo cual cogió tres cuchillos de la cocina, se dirigió al dormitorio y le clavó varias cuchilladas en el cuello y en el tórax con al menos dos de estos cuchillos -de 20 y 10 centímetros de hoja.

IElla misma también se infligía lesiones apuñalándose en antebrazos, muñecas y en el pecho. La mujer presentaba una veintena de heridas y contusiones, y murió murió como consecuencia de un choque hipovolémico y hemorrágico, según la autopsia.

Agentes de los Mossos accedieron al inmueble poco después de la una de la madrugada y tuvieron que llamar a los Bomberos para que abrieran la puerta, que estaba cerrada con llave. En el dormitorio de la acusada los agentes la encontraron manchada de sangre y sentada en los pies de la cama junta con el cuerpo sin vida de su madre, en medio de un gran charco de sangre. Sobre la cama encontraron un cuchillo de cocina con hoja de sierra y sobre la mesilla de noche otros dos cuchillos.

Cuando los servicios médicos la atendieron la acusada manifestó que se había querido suicidarse cortándose las venas porque había discutido con su madre, pero que las heridas se le habían cerrado y que había clavado el cuchillo a su madre en el corazón.

Como la chica presentaba un cuadro psicótico descompensado, después de curarla la ingresaron inmediatamente en la unidad de agudos del centro psiquiátrico Pere Mata de Reus.

Aunque tenía prescrita una medicación para su tratamiento, la había abandonado repentinamente como mínimo varios días antes de los hechos, lo que la sumergió en un delirio de tintes psicóticos, con delirios mesiánicos y síndrome de Capgras –consistente en reconocer perfectamente el rostro de una persona, pero detectar «alguna cosa extraña» en ella o tener la sensación de angustia al sentir que la persona que conocían perfectamente parecía haber sido sustituido por otra.