Oncología

Vall d’Hebron acomete la reforma de su espacio de Oncología Pediátrica con el apoyo de tres fundaciones

Para poner en marcha el proyecto de rehabilitación y mejora de las instalaciones, con 30 años de antigüedad, las cuatro entidades buscan la implicación de donantes para reunir los más de 6 M€ necesarios

Biel ha concluido ya el tratamiento con quimioterapia y continúa con sus sesiones de fisioterapia en Vall d'Hebron
Biel ha concluido ya el tratamiento con quimioterapia y continúa con sus sesiones de fisioterapia en Vall d'HebronVall d'Hebron

El pasado sábado, Biel, de 10 años, recibió su última sesión de quimioterapia después de un año de tratamiento tras haber sido diagnosticado en abril de 2020 de un tumor en el fémur. Durante todo este tiempo,  el niño, pero también su familia, han tenido que pasar largas estancias en el Hospital Vall d’Hebron, donde le han tratado, primero durante los ocho ciclos de quimioterapia a los que se tuvo que someter en un principio, para los cuales debía ingresar en el centro durante periodos que iban de los 3 a los 7 días; después para ser intervenido del tumor en la pierna,  y por último, para concluir el tratamiento con una última tanda de sesiones de quimioterapia.

En estas circunstancias, cuando uno debe pasar temporadas largas en un hospital durante un prolongado periodo de tiempo, es clave que el propio paciente y sus acompañantes puedan sentirse cómodos, confortables, a gusto y puedan hacer del hospital casi un hogar. Tal y como señala Bea, madre de Biel, “en el tratamiento influye mucho todo esto, puesto que afecta al estado de ánimo del niño y también al nuestro” y al respecto señala que “siempre que teníamos que ingresar Biel pedía que le dieran una habitación con luz y vistas al patio”. Y es que la Unidad de Hospitalización del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas del Hospital Vall d’Hebron y  la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos de Vall d’Hebron han quedado obsoletas y sus instalaciones a día de hoy no permiten dar respuesta a las necesidades de confort de los pacientes, pero tampoco son funcionales para los profesionales que trabajan en ellas.

“Las habitaciones son muy pequeñas y hay que compartirlas con otro paciente. A Biel, por ejemplo, una vez le tocó compartir con un bebé de dos meses y otra, con un adolescente”, recuerda Bea, quien señala además que “el espacio es tan reducido que mi hijo, cuando tenía que ir al baño, no podía moverse con la silla de ruedas o con el aparato que le suministraba el tratamiento, de manera que teníamos que desplazar la cama para hacerle espacio”. De hecho, “las sesiones de rehabilitación a las que tenía que someterse Biel no las podía hacer en la habitación por esa falta de espacio y tenía que hacerlas en Traumatología de adulto”, constata Bea, quien además señala que “muchas habitaciones, además, no cuentan con luz natural”.

“Incluso en uno de los ingresos no había camas disponibles y nos dieron una habitación en la zona de los niños con leucemia y trasplantados, que es lo que llaman cámaras, y allí las habitaciones no cuentan ni siquiera con ducha ni con lavabo, solo hay un baño químico”, ya que esas instalaciones datan de 1992 y por entonces las medidas de aislamiento y seguridad eran mucho más restrictivas que hoy en día.

“No es lo mismo estar en un hospital en estas condiciones para una operación con un ingreso de una semana, que estar un año con continuas entradas y salidas como nosotros”, comenta al respecto la madre de Biel, quien ahora ha de acudir periódicamente al centro para seguir con sus sesiones de fisioterapia, para las que tampoco cuentan con una instalación adecuada que pueda dar respuesta a esta necesidad.

Sin embargo, a partir de mayo del año próximo esa realidad va a cambiar, ya que gracias al impulso de la Fundación Aladina, la Fundación Small y la Fundación A. Bosch, junto con el propio hospital, se pondrá en marcha una remodelación de la Unidad de Hospitalización del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas y de la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos con el objetivo de “mejorar la calidad de las instalaciones y humanizar el área”, señala Anna Bosch, presidenta de la Fundación A. Bosch, quien comenta al respecto que “el objetivo es conseguir que el ingreso sea lo más confortable posible para nuestros pacientes”.

Biel y su madre, Bea, junto al doctor Moreno y la supervisora de Enfermería, Esther Díaz
Biel y su madre, Bea, junto al doctor Moreno y la supervisora de Enfermería, Esther DíazVall d'Hebron

Por su parte, el doctor Lucas Moreno, director clínico del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas, destaca que “nuestros pacientes están mucho tiempo ingresados, por lo que hemos de ponerles en el centro y asegurarnos que están en las mejores condiciones posibles”, mientras que Esther Díaz, supervisora de Enfermería del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas, apunta que “las instalaciones actuales tienen más de treinta años y en todo este tiempo las necesidades asistenciales tanto de los pacientes como de sus familiares han cambiado”. “La remodelación mejorará notablemente la calidad de la atención, permitiendo aplicar con total seguridad y excelencia los cuidados y nuevas terapias en el tratamiento del cáncer infantil”, añade.

Reforma integral

En esta línea, la nueva Área de Hospitalización de Oncología y Hematología Pediátricas contará con 2.646 metros cuadrados que se dividirán en una zona infantil con 13 habitaciones individuales, la zona de adolescentes con 7 habitaciones individuales y zona de trasplantes, con otras 7 camas individuales más, así como un espacio de descanso, que constará de una zona de juegos infantiles, un espacio para adolescentes y otro para padres, comedor, y una nueva aula, un nuevo gimnasio y una gran terraza exterior. Así pues, las nuevas instalaciones ofrecerán más seguridad al haber un mayor control entre áreas y mecanismos de aislamiento, mayor intimidad, con habitaciones individuales y espacios privados, y fomentará la convivencia potenciando las relaciones entre pacientes en los espacios de juego, sin olvidar que permitirá la entrada de luz natural en las habitaciones.

El proyecto de rehabilitación de estas unidades, fruto de un acuerdo de colaboraciones público-privado entre las tres fundaciones y el hospital, arrancará el próximo mes de mayo y se acometerá en dos fases con el objetivo de no interrumpir el tratamiento de los niños ingresados, para concluir toda la reforma en enero de 2024. En una primera fase, se creará la parte nueva, donde se ubicará la unidad de trasplantados y las zonas comunes, y en la segunda, se reformará toda la parte antigua. Pero para que la reforma integral se pueda llevar a cabo, las cuatro entidades implicadas hacen un llamamiento a la ciudadanía, las empresas y asociaciones para, a través de sus donaciones a la web www.realidadmejorada.com, reunir los 6.172.432,40 M€ necesarios para hacer realidad esta iniciativa. Por ahora, gracias a las aportaciones de las tres fundaciones, el proyecto ya cuenta con un fondo de medio millón de euros.