Justicia
Las asociaciones de jueces se unen para pedir medidas contra las vacantes en Cataluña
Reclaman un complemento de destino para estabilizar la plantilla judicial en la autonomía
El acoso que sufren los jueces en Cataluña por parte del independentismo se ha hecho cada vez más insoportable para el colectivo judicial, que está año tras año más mermado. Tanto es así que las asociaciones judiciales se han unido para pedir medidas que permitan atraer y retener jueces en una autonomía donde hay muchas vacantes: en concreto, 2020 acabó con 106 de las 837 plazas judiciales que hay en toda la autonomía.
Lo cierto es que, tomando los datos de los últimos tres años, se puede hacer una radiografía bastante precisa de la situación: en 2018, tan solo un año después de la fase más dura del “procés”, se registraron 92 vacantes y, al año siguiente, ascendieron a 134. Estas vacantes se producen por la huida de jueces de la autonomía: en 2018 se fueron 48; en 2019, 40; y, en 2020, 37.
Para contrarrestar esta dinámica, la Asociación Profesional de la Magistratura Cataluña, Francisco de Vitoria Cataluña, Juezas y Jueces para la Democracia Cataluña, Foro Judicial Independiente Cataluña y Àgora Judicial se han unido para exigir un complemento de destino específico para los jueces y magistrados titulados con destino Cataluña, una medida que “junto con otras a valorar, conllevará la estabilización de la planta judicial”.
La huida y vacantes se trata de compensar con el destino forzoso de las nuevas promociones de jueces que van saliendo, pero tampoco es suficiente. Menos aun cuando la gran mayoría de ellos, una vez han cumplido el tiempo mínimo legalmente exigido, solicitan inmediatamente su traslado a plazas judiciales situadas fuera de Cataluña. De la última promoción, de los 188 nuevos jueces, 73 han ido destinados a la autonomía catalana.
Con todo ello, las asociaciones comparten “la necesidad de que se adopten medidas de estabilización” que logren poner fin o atemperar “la extrema movilidad existente en los destinos judiciales en Cataluña y la ausencia de cobertura estable de las vacantes”. ¿Cómo? “Promoviendo una llegada de titulares a los órganos judiciales de nuestra Comunidad y, especialmente, su permanencia en el tiempo en los mismos”, señalan. Y es que, según subrayan, los “efectos perniciosos” de la interinidad o vacantes de jueces y juezas en Cataluña resultan “notorios tanto desde un punto de vista organizativo del trabajo, capacidad de resolución de la elevada carga de trabajo de los órganos (afectada por el continuo cambio en su titular) y, lo más relevante, en los tiempos de respuesta y con ella la calidad en la prestación en tiempo razonable de un servicio público esencial para la ciudadanía como es la Administración de Justicia”.
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