Cataluña

Cataluña

El 38% de los nuevos jueces irán a vacantes en Cataluña

El Rey, largamente aplaudido, vuelve a presidir la entrega de despachos reivindicando la «convivencia»

La mayoría de los jueces que ayer pudieron fotografiarse con el Rey Felipe VI en la entrega de despachos de Barcelona han sido destinados, precisamente, a Cataluña. En concreto, de los 188 recién incorporados a la carrera judicial, 73 de ellos se repartirán en esa autonomía, es decir, el 38,8%. Unas cifras muy altas que se llevan repitiendo en las últimas promociones en las que la mayoría de vacantes ofertadas son en este lugar (en 2020 de 62 plazas, 56 eran en Cataluña) y, por tanto, los jueces se ven forzados a elegir este como primer destino. Sin embargo, esto es solo un parche, ya que una vez transcurre el primer año pueden volver a concursar y Cataluña tiene uno de los mayores porcentajes de movilidad (un 13,6% en 2020), según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Esto llevó hace unos días al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, -presente en el acto- a pedir al Ministerio de Justicia un «complemento de destino» para «incentivar» el traslado de profesionales al territorio, como tienen en otros lugares como los archipiélagos o el País Vasco.

Después de la polémica ausencia del Rey el pasado año, Felipe VI volvió a presidir el acto en el Auditorio de Barcelona y fue, sin duda, el más aplaudido de toda la ceremonia. Ante los integrantes de la 70º promoción, el monarca subrayó los valores cívicos: «Con vuestra labor reforzaréis la convivencia pacífica de la sociedad aportando no solo vuestros conocimientos jurídicos, sino, sobre todo, unos valores, unos principios éticos y una rectitud personal y profesional». Felipe VI puso de relieve la trascendencia de la labor del Poder Judicial como «parte nuclear del Estado».

Precisamente, uno de los problemas que se remarcan en el éxodo de jueces de Cataluña es que se haya judicializado gran parte de la política. «Ejercer el poder jurisdiccional aquí es muy conflictivo. Sobre todo a partir de 2015 y, más aún, del 2017 después del procés. No es un destino atractivo», indica a LA RAZÓN la magistrada Beatriz García-Valdecasas y vicepresidenta territorial de la Asociación Profesional de la Magistratura. A esto se añade también el coste de vida en una gran ciudad y una gran carga de trabajo, puesto que en Cataluña la media de jueces por cada 100.000 habitantes es de 10,82 por debajo de la nacional (que ya es baja con respecto a la europea) de 11,97.

Por su parte, el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes –también presente en el acto– felicitó a la nueva promoción a la que instó a ser independiente, ajeno a «cualquier tipo de presión» que trata de «influir legítimamente», así como a dejar fuera del trabajo «las propias convicciones personales», poniendo siempre por delante la Constitución. Si bien, las primeras palabras de Lesmes fueron expresamente para Felipe VI: «Vuestra presencia en un acto tan relevante [...] no solo sirve para resaltar la dignidad de nuestra función, sino que tiene sobre todo una enorme fuerza simbólica». También simbólico fue la ausencia de cualquier miembro del Govern. Estaba invitado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El que sí estuvo fue el Major de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero, además de otros muchos miembros del CGPJ y toda la cúpula del Tribunal Supremo, entre el público, incluido el presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena, ponente de la sentencia del «procés», así como Antonio del Moral, miembro del Tribunal.

Acompañando al Rey en la mesa que entregó los diplomas estuvo también la ministra de Justicia, Pilar Llop, el presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano –que mostró mucha sintonía con el monarca–, y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. Felipe VI permaneció casi una hora después de terminar el acto haciéndose fotos en el «hall» del Auditorio con todos los nuevos miembros de la carrera judicial y sus familias.

Vuelve la cena de los jueces

El Rey evitó hacer cualquier mención a la renovación del CGPJ de manera pública, pero tampoco la hizo en las esferas privadas, según fuentes presentes en el acto. Este tampoco fue uno de los temas que ese debatió en los corrillos posteriores a las ceremonias, donde la Fiscal General del Estado abandonó el edificio rompiendo el protocolo. Aún así, las fuentes consultadas se muestran esperanzadas con un pacto cercano entre PP-PSOE para renovar la única institución que queda pendiente.

No valoran un escenario más allá de la navidad. Todos los magistrados asistentes, incluidos los presidentes de las cinco Salas del Tribunal Supremo y los vocales del CGPJ que estuvieron (casi todos) acudieron a Barcelona desde el domingo y recuperaron una tradición: cenar juntos el domingo. A la cena también asistieron presidentes de TSJ como el catalán, Jesús María Barrientos. Los comensales hablan de clima “distentido” y conversaciones relacionadas con la judicatura, pero alejadas de la política.