Salud

La nueva Unidad de Arritmias de Vall d’Hebron duplica su capacidad y aumenta la precisión en el diagnóstico y tratamiento

Además, la tecnología pionera con la que cuenta permite trabajar en la sala de electrofisiología sin apenas recurrir a los Rayos X, que en grandes dosis pueden acabar provocando cáncer

La nueva sala de electrofisiología de la Unidad de Arritmias de Vall d'Hebron cuenta con la tecnología más puntera
La nueva sala de electrofisiología de la Unidad de Arritmias de Vall d'Hebron cuenta con la tecnología más punteraVall d'Hebron

En el marco de la reforma que está llevando a cabo el Hospital Vall d’Hebron para mejorar sus instalaciones y asistencia, se acaba de poner en marcha la nueva Unidad de Arritmias, la cual permite al centro ofrecer a sus pacientes un mejor diagnóstico y tratamiento gracias a la tecnología puntera de la que se ha dotado, así como reducir las listas de espera al haber duplicado su capacidad.

En lo relativo a la tecnología, tal y como explica el doctor Ferran Roses, cardiólogo y arritmólogo pediátrico de Unidad de Arritmias de Vall d’Hebron, “en la nueva unidad podemos utilizar unos sistemas 3D de navegación que permiten visualizar el corazón del paciente en tres dimensiones y eso hace que no sea necesario utilizar tanto las radiaciones ionizantes o rayos X en el tratamiento de las arritmias”. Así pues, “en la nueva unidad minimizamos al máximo, prácticamente a cero, la radiación ionizante, que, tal y como está descrito, en grandes dosis, puede acabar provocando cáncer en la edad adulta, especialmente entre los pacientes pediátricos, que son más sensibles”, señala el doctor.

En este sentido, Roses recuerda que “si bien en la unidad ya teníamos esta tecnología de navegación en 3D, lo que ha cambiado ahora es que nos hemos dotado de más y mejor tecnología, que nos permite prácticamente anular la radiación ionizante y, paralelamente, también nos da la posibilidad de ser más precisos en los tratamientos de las arritmias. Y es que como apunta el doctor, “podemos hacer un mapa individualizado y personalizado de la arritmia de cada paciente”. “Se trata de un mapa del corazón similar al del tiempo, en el que se pueden identificar las zonas que son más interesantes desde el punto de vista eléctrico para planificar así los puntos que hay que eliminar y que, por lo tanto, se van a quemar porque son los que están creando esa arritmia, y todo ello sin apenas tener que recurrir a la escopia o uso de rayos X y pudiendo así reconstruir el corazón de cada paciente para cada arritmia concreta, de forma personalizada e individualizada”.

Además, esta tecnología puntera, ofrece una mayor precisión en los tratamientos porque “permite grabar en tiempo real, así que los médicos podemos movernos por el corazón tantas veces como queramos y volver a todos los puntos GPS que hemos marcado en cualquier momento, algo que con los rayos X no es posible, ya que éstos ofrecen una foto que desaparece”, comenta Roses, quien al respecto señala que “en definitiva, esta navegación nos permite en todo momento saber dónde estamos con una precisión máxima”.

Por su parte, la doctora Nuria Rivas, jefa de la Unidad de Arritmias de Vall d’Hebron, comenta al respecto que “estos sistemas de navegación pioneros nos permiten navegar en las tres dimensiones del espacio, localizar los cateteres utilizados en las tres dimensiones, hacer reconstrucciones anatómicas y eléctricas del corazón para poder localizar los focos de las arritmias y poder tratarlos con precisión”. “Esto además se integra con técnicas de imagen de radiología, lo que nos permite conocer muy bien la anatomía y tratar las arritmias de forma precisa y personalizada”, añade.

Reducir listas de espera

Así pues, uno de los principales grandes avances de la nueva unidad, tal y como pone de relieve el doctor, “es que con la tecnología de la que dispone, nos permite trabajar sin apenas usar radiación ionizante, sin escopia o con muy poca escopia, y es como un GPS para cada niño y cada arritmia”, pero además, gracias a que se ha dotado de una segunda sala de electrofisiología, cuando antes solo disponía de una, ésta ha duplicado ahora su capacidad. “El número de pacientes que vamos a poder atender ahora es ya el de los grandes hospitales de España, lo cual es muy importante por cuanto Vall d’Hebron es el centro de referencia para el tratamiento de niños con enfermedades congénitas en Cataluña y además vienen muchos pacientes de otras Comunidades Autónomas, lo que nos hace tener lista de espera”, constata.

Sin embargo, al poder disponer de una segunda sala de electrofisiología, “va as ser posible duplicar el número de pacientes a los que atendemos y así reducir esa lista de espera”, señala Roses, quien al respecto indica que en lo que se refiere al ámbito pediátrico, “podremos hacer entre 150 y 200 pacientes al año, cuando ahora estamos haciendo entre 80 y 100, lo que nos sitúa como uno de los primeros hospitales de España, sino el primero, en lo que se refiere a este tratamiento y nos va permitir reducir el tiempo de espera para las ablaciones, que ahora es de entre 4 y 6 meses, a la mitad”.

Por su parte, la doctora Nuria Rivas indica que, en lo relativo a los pacientes adultos, “si antes hacíamos unas 300 ablaciones anuales con una sola sala, implantábamos 200 dispositivos y realizábamos más de 100 estudios electrofisiológicos, con esta segunda sala esperamos incrementar la actividad al menos en un 60%”. Pero además, tal y como indica Rivas, “con esta nueva instalación también se ha avanzado en la humanización y mejora de la experiencia del paciente, porque se ha tenido muy en cuenta que el crear un entorno agradable que ofrezca un mayor confort”.

En este sentido, el doctor Roses comenta que “ahora contamos con una sala en la que los niños permanecen antes de entrar en la sala de electrofisiológica, en la cual hay televisiones en el techo y audio para hacer que el proceso sea más fácil y menos traumático para ellos”. “Además, los padres pueden permanecer allí con ellos hasta la entrada en la sala y lo mismo sucede cuando concluimos la intervención, antes de subir al paciente al planta”, añade.

Por último, la doctora Rivas recuerda que, en la nueva unidad, “al margen de la parte invasiva, tenemos una parte no invasiva, en la que llevamos a cabo el control remoto de dispositivos, la monitorización de los Holters...y todo está integrado en la misma unidad, de manera que todos los recursos humanos están en la misma zona, entrenados en el mismo tipo de patología y, por lo tanto, es muy transversal”.