Historia
Los cinco grandes robos de obras de arte
De “La Gioconda” a “El grito”, algunas de las piezas más importante de todos los tiempos acabaron en manos ajenas
La reciente desaparición en un domicilio barcelonés de dos obras originales de los años de formación de Salvador Dalí es la constatación de que no estamos ante un caso aislado. Algunas de las piezas más importantes de todos los tiempos, ya sean pinturas o esculturas, han acabado en manos ajenas, ya sea en un robo por encargo o porque el ladrón quiso provocar un golpe de efecto. Veamos algunos de los más llamativos casos.
1. “La Gioconda” de Leonardo da Vinci (1911). En los primeros años del siglo pasado, “La Gioconda”, posiblemente el retrato más célebre de todos los tiempos, era una pieza en las colecciones del Louvre, en París. La pintura de Leonardo da Vinci estaba colgada en una pared de la pinacoteca sin ninguna medida de seguridad excepcional, como ocurre en la actualidad. El 21 de agosto de 1911, a las siete de la mañana, Vicenzo Peruggia, un antiguo empleado del museo, se subió a una escalera y descolgó “La Mona Lisa” sin problema alguno para después esconder en una valija. Fue el robo del siglo. El Louvre permaneció una semana cerrado para que la gendarmería pudiera encontrar pistas. Las investigaciones llegaron a señalar que los responsables del hurto fueron Pablo Picasso y Guillaume Apollinaire que fue arrestado y encerrado por el caso. La pieza fue recuperada 28 meses después en Florencia, siendo detenido Peruggia que trataba de vender el cuadro a través de un anticuario florentino. El robo convirtió a “La Gioconda” en la gran estrella del arte que es hoy.
2. “El grito” de Munch (2004). El cuadro del que Munch realizó varias versiones es uno de los grandes iconos del arte moderno, una obra maestra del expresionismo. El 22 de agosto de 2004, el museo en Oslo que lleva el nombre del pintor se convirtió en escenario de uno de los robos de pintura más espectaculares de todos los tiempos cuando dos tipos, pistola en mano, entraron en la sala donde estaba una de las cuatro versiones de “El grito”, además de otra pieza de Munch, una “Madonna”. Los ladrones escogieron las once de la mañana, un momento en el que el museo estaba lleno de visitantes y que acabaron tirándose al suelo. Las piezas fueron recuperadas en 2006, aunque nunca se ha aclarado si se llegó a pagar rescate.
3. “La Saliera” de Cellini (2003). Como si se tratara de una película, el 11 de mayo de 2003, una o varias personas, nunca se ha podido concretar, subió a un andamio para poder entrar en el Museo de Historia del Arte de Viena (Kunsthistorisches). El objetivo era una de las grandes joyas de la orfebrería renacentista: la conocida como “La Saliera”, un salero realizado por Benvenuto Cellini, modelado y fundido por encargo del rey Francisco I de Francia. En el momento del robo, el museo estaba en obras por lo que había varios andamios en el exterior del edificio, lo que facilitó la llegada del delincuente. El museo llegó a ofrecer 70.000 euros por cualquier pista que permitiera la recuperación de la pieza que, finalmente, fue localizada en un bosque al norte de la capital austriaca. El sospechoso, Robert Mang, fue detenido después de que su rostro apareciera en los medios de comunicación y fuera reconocido por sus familiares.
4. Cinco retratos de Bacon (2005). No todos los hurtos acaban con la recuperación de las piezas. En julio de 2015 tuvo lugar en Madrid uno de los más mediáticos y controvertidos robos de arte contemporáneo sucedidos en España. Cinco cuadros de Francis Bacon eran sustraídos del domicilio de José Capelo, un empresario que había sido pareja del pintor británico al final de su vida. Capelo vivía en el cuarto piso de un edificio situado en la plaza madrileña de la Encarnación y era allí donde guardaba celosamente lo que había sido un regalo de uno de los artistas más celebrados y cotizados del siglo XX. Hasta ahora solamente se han recuperado tres de los cinco originales mientras que los otros dos se han ofrecido en el mercado negro, como demostró un video el año pasado.
5. Trece obras maestras del Isabella Stewart Gardner Museum de Boston (1990). ¿Le gustaría ganar un millón de euros? Eso es lo que se ofrece desde hace años por cualquier pista que permita localizar alguna de las trece obras que fueron robadas el 18 de marzo de 1990 del Isabella Stewart Gardner Museum de Boston. Una serie documental de Netflix ha vuelto a relanzar un caso con demasiados interrogantes del que lo único que se sabe seguro es que dos hombres vestidos de policía se hicieron con trece obras de arte, entre ellas “El concierto” de Vermeer; “Tempestad en el mar de Galilea”, la única marina de Rembrandt; además de trabajos de Manet y Degas. El misterio persiste del paradero de este tesoro valorado en unos 500 millones de dólares persiste.
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