Inseguridad

La delincuencia vuelve a Barcelona tras el paréntesis de la pandemia

Los hechos delictivos denunciados se incrementaron un 10% en 2021 tras una caída del 35%

Agentes de la Guardia Urbana en las inmediaciones de la Rambla, en el distrito barcelonés de Ciutat Vella
Agentes de la Guardia Urbana en las inmediaciones de la Rambla, en el distrito barcelonés de Ciutat Vellalarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@731b78c5

La inseguridad tiene el dudoso honor de ser el primer problema entre los barceloneses. Incluso en tiempos de pandemia con todos los indicadores claramente a la baja. De hecho, tras el evidente descenso durante las primeras olas del coronavirus, el año pasado la capital catalana volvió a experimentar un aumento en la criminalidad. Así, mientras los hechos delictivos denunciados en la ciudad durante 2021 han disminuido un 35,2% respecto a 2019, aumentado un 10% respecto al2020.

Las cifras, en concreto, pareen indicar que las agresiones y abusos sexuales son un problema creciente o bien que cada vez se denuncian más. En 2021 hubo 526 abusos sexuales en la ciudad, un 36% más que en 2020 (379), y un 13% más que en 2019 (439). Un 30% de las denuncias por agresiones y abusos se ubican en el ámbito de la violencia de género, pero también existe una parte destacada relacionada con la noche y la fiesta. La cuestión preocupa a los estamentos policiales, tanto a los Mossos como a la Guardia Urbana, como han reconocido esta mañana al finalizar la Junta de Seguridad Local de Barcelona, los máximos representantes de la seguridad en el Ayuntamiento y la Generalitat.

Una de las novedades importantes para hacer frente a esta lacra es que las víctimas de violencia sexual puedan dirigirse a cualquier comisaría de la Guardia Urbana, tal y como hasta ahora podían hacer en las comisarías de los Mossos d’Esquadra. Según ha explicado el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, hay conversaciones “avanzadas” con los Mossos en esa dirección. “Queremos compartir esta competencia con los Mossos”, ha dicho Velázquez. “Que cualquier mujer que esté sufriendo esta situación se pueda dirigir a una comisaría de la Guardia Urbana”, ha explicado.

Guardia Urbana y Mossos se han comprometido a seguir trabajando para incrementar la coordinación y colaboración en este tipo de delitos, y la policía autonómica ha avanzado que incidirá especialmente en la formación de los agentes.

Los datos que se han expuesto durante la Junta de Seguridad Local también ponen de manifiesto que existe un repunte de los hechos delictivos respecto al año anterior. En 2021 aumentaron un 10%, aunque todavía se mantienen muy por debajo de las cifras de prepandemia de 2019 (-35%). También se constata que, con el descenso del turismo, las víctimas de los robos son personas que viven, transitan o trabajan en la ciudad. En 2021, sólo un 7% de las víctimas han sido turistas, frente al 29% del año 2019.

El problema de la multirreincidencia

Tanto a los Mossos como a la Guardia Urbana también les siguen preocupando los ladrones multirreincidentes. El plan Tremall ha permitido detener 385. De éstos, 213 han sido detenidos durante el último año un total de 997 veces. El caso más destacado es el de un ladrón con 35 antecedentes policiales que ha sido detenido 28 veces. También preocupan las ocupaciones ilegales, sobre todo en la zona del Besòs, donde más se concentran. Mossos y Guardia Urbana están desarrollando una estrategia conjunta para afrontar ese fenómeno.

De hecho, el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ha urgido al Estado a modificar el Código Penal para terminar con la multireincidencia en la ciudad. Batlle ha alertado de que la multireincidencia es “un factor clave en la percepción de inseguridad que se produce en la ciudad” (los barceloneses la ven como el principal problema), por lo que ha insistido en la necesidad de abordar esta cuestión.

“No entendemos este retraso en abordar una cuestión. Pedimos que se haga el trabajo y que el Gobierno del Estado y el Congreso hagan esta puntual modificación del Código Penal” porque, ha añadido, no es una reforma de alcance, sino únicamente cambiar un punto y una coma, en sus palabras.

Ha lamentado que, a pesar de haber trasladado esta petición a los ministerios de Interior y de Justicia, no se haya modificado todavía, por lo que asegura que seguirán insistiendo: “Tenemos más policías, más coordinación, necesitamos instrumentos legales para corregir esta situación”.

Ante los datos presentados, el director general de Mossos, Pere Ferrer, ha asegurado que “Barcelona es una ciudad segura” y ha puesto en valor el buen clima de entendimiento entre los cuerpos policiales que trabajan diariamente y la coordinación que, para él, debe llevar a que la vuelta a la normalidad tras la pandemia no comporte una subida del índice de delincuencia de etapas anteriores. En la misma línea, Batlle ha insistido en que todas las administraciones están comprometidas e implicadas en la seguridad y convivencia de Barcelona ante un “escenario complejo” y ve una mejora de los datos, sobre todo en la reducción de hurtos.