Cataluña

La nueva ocurrencia de Puigdemont: crear una red mundial de colaboradores para lograr la independencia

El expresident desafía a Aragonès asumiendo la estrategia de internacionalización del “procés”

Carles Puigdemont.
Carles Puigdemont.STEPHANIE LECOCQAgencia EFE

Carles Puigdemont mueve ficha. Descontento ante el freno que ha impuesto Pere Aragonès al “procés”, el expresident de la Generalitat continúa desplegando el Consell per la República con el objetivo de asumir un papel activo en la política catalana, que vaya más allá de su pleito contra España a nivel judicial. Y, en el marco de este Consell per la República, que es una suerte de Govern paralelo a la Generalitat pensado para escapar a la Justicia española, ha expuesto esta mañana su estrategia internacional, que pasa por la creación de una red mundial de colaboradores que vayan “picando puertas” en todos los estados y expliquen el proceso independentista.

El objetivo final: crear alianzas y amplificar sus denuncias contra el Estado. Es decir, seguir desgastando la democracia española y lograr la independencia de Cataluña. Adrià Alsina, uno de los portavoces de esta estrategia, ha querido puntualizar que, en ningún caso, esta estrategia servirá para “sustituir” a la conselleria de Exteriores de la Generalitat, que está en manos de JxCat, sino que tiene como objetivo “complementar” y llegar a aquellas zonas en las que el Govern no puede por estar fiscalizado por el Estado.

¿Cómo se puede nutrir de colaboradores? Alsina ha hecho un llamamiento a los independentistas que viven en el extranjero para que se unan y ha explicado que se harán reuniones y formaciones. “Hacemos un llamamiento a la gente que vive fuera de Cataluña y quieran participar de este esfuerzo. Si creéis que podéis representar el Consell per la República, podéis entrar y rellenar un formulario web”, ha señalado.

“En Cataluña hay un 155 permanente”, ha señalado Puigdemont, subrayando el papel del Consell per la República, que debe, a su juicio, asumir una acción que las “instituciones de dentro de Cataluña no pueden hacer” y que tiene que ver con la “diplomacia civil” sin la amenaza judicial. “Todo lo que sabemos que ahora tendría casos penales de falsas malversación y el Tribunal de Cuentas que afectaría a miles de catalanes”, ha afirmado.

Lo cierto es que, más allá de esta estrategia contra España, la maniobra también tiene una segunda lectura: es un desafío a Pere Aragonès, con quien mantiene abierta una guerra. Y es que el Consell per la República también busca suplantar en algunas funciones a la Generalitat para poner rumbo directo a la independencia y, en este sentido, es una forma de plantar cara a la estrategia negociada del president con el Gobierno: de hecho, ha llegado a decir que el Consell per la República se está preparando para cuando se “consolide” el fracaso de la mesa de diálogo, dando por hecho que no dará resultados.

La estrategia negociada de Aragonès pasa por un referéndum acordado con el Estado para alcanzar la independencia, pero también por un pacto para retirar las acusaciones penales que pesan sobre algunos independentistas, entre ellos, Puigdemont. El expresident rechaza que se negocie su vuelta a España y prefiere regresar libre habiendo vencido en Europa al Estado.