Municipal
Barcelona se queda sin homenaje a Copito de Nieve por motivos “coloniales”
El Ayuntamiento, sin embargo, reconoce la necesidad pero sigue sin presentar una propuesta casi 20 años después de la muerte del gorila
Decir una cosa y la contraria está en el manual de todo político que se precie. Y el gobierno municipal de Ada Colau no podía ser una excepción. Algo así ha sucedido con el debate alrededor de un eventual homenaje a la figura de Copito de Nieve. Tal y como ocurrió con un eventual monumento al Quijote en Barcelona, buenas palabras, supuesta predisposición pero, al final, ni el el caballero de la triste figura ni el gorila albino tendrán un homenaje en la ciudad. Y, según Rac1, el Ayuntamiento ha rechazado el homenaje a Copito esgrimiendo motivos “coloniales”. Esta mañana, no obstante, el teniente de alcalde de Barcelona, Jordi Martí, se ha agarrado al funambulismo para explicar los motivos que han llevado al Ayuntamiento a rechazar la propuesta.
Copito de Nieve falleció hace casi 20 años. Desde entonces, los sucesivos alcaldes de la ciudad se comprometieron a homenajear al primate de alguna manera. Las buenas intenciones, sin embargo, cayeron en saco roto. El verano pasado, un particular empezó su propia cruzada y ha recogido casi 38.000 firmas en Change.org. Se lo propuso al Ayuntamiento hace unos días y la respuesta que recibió es que “la figura de Copito de Nieve pueda resultar amable y despertar nuestra empatía, al fin y al cabo fue el resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial”.
Así que Martí ha tenido esta mañana que matizar en parte los argumentos del Ayuntamiento. Ha asegurado estar a favor de rendir homenaje al gorila. Pero, “el problema es que lo que recibió el Ayuntamiento no era un homenaje, era una propuesta de una empresa privada, Aquí Houston, para colocar una gran instalación con una especie de réplica de copito por un coste de un millón de euros y que no podía estar en la calle. Se descartó en tres minutos. Era una pieza que solo podía tener lugar en la ciudad si, quizás, si alguna institución cultural se hacía cargo”. Según la representante de ERC, Gemma Sendra, “se trataba de una especie de robot que daba de comer a la gente”.
Desde el PP, Óscar Ramírez señaló que Copito es víctima del revisionismo de Ada Colau. “Quizás es cierto que la propuesta no cumplía todos los estándares, pero no se nos ha hecho partícipes de los detalles que se ocultan tras esta decisión. Creemos que se está aplicando ese dogmatismo al que nos tienen acostumbrados. Son el gobierno del no, como tantas veces nos han demostrado”. Ferran Mascarell (Junts) recordó que cuando surgió esta polémica, “las acusaciones de colonialismo encajan perfectamente con su forma de pensar”. Y Paco Sierra, de Ciutadans, recordó, precisamente lo ocurrido con el Quijote, que no tendrá una estatua en Barcelona por ser “un españolazo”.
Martí, en el turno de réplica, reconoció el revisionismo del Ayuntamiento. “Es lógico que cuando copito viene de una colonia, en la que los barceloneses tenían intereses muy importantes, el debate aparezca, este debate sobre revisar la historia se está haciendo por toda Europa, en Bélgica incluso hay museos cerrados. Bienvenido cualquier debate que trate sobre explotadores y explotados”. Pero ha insistido en que se suma a un homenaje del que, sin embargo, sigue sin haber ninguna propuesta.
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