Salud

Así protege el huevo contra la demencia

Un estudio pone de manifiesto que este alimento estaría relacionado con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad en el caso de individuos con poca adherencia a la dieta mediterránea

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Imagen de archvioEising Studio - Food Photo & Video©GTRESONLINE

Varios estudios ya habían sugerido el potencial del huevo como neuroprotector, pero ahora, investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el Instituto Catalán de Oncología (ICO) han observado que el consumo de este alimento estaría relacionado con un menor riesgo de demencia y, especialmente, de Alzheimer, en aquellas personas que no siguen una dieta mediterránea, sin embargo, para los individuos que sí tienen adherencia a esta dieta, el consumo del huevo no aportaría ningún efecto neuroprotector extra.

“Nosotros iniciamos un estudio de cohorte prospectivo muy grande, conocido como EPCI (European Prospectiva Investigation in Cancer and Nutrition) España, en el que evaluamos el consumo de huevo y el riesgo de mortalidad por todas las causas y vimos que éste tenía un efecto protector en la mortalidad por causas debidas al sistema nervioso y, entre las enfermedades que causan estas muertes, estaría la demencia. Por eso, quisimos investigar, ya no la mortalidad, sino la incidencia de demencia en la misma cohorte para ver si realmente el huevo tenía un efecto beneficioso y podía prevenir la incidencia de demencia”, explica al respecto Raül Zamora- Ros, líder del artículo, publicado en la revista Frontiers in Nutrition, e investigador principal del grupo de investigación en Nutrición y Cáncer del IDIBELL y del ICO.

La explicación a este efecto del huevo es que éste contiene una serie de componentes beneficiosos para la salud, como podrían ser los aminoácidos esenciales, la vitamina B y, sobre todo, varios elementos bioactivos, componentes que quien sigue una dieta mediterránea ya incorporaría a través de otros alimentos, por eso, en estos casos, no se apreciaría ese efecto neuroprotector extra del huevo. “En dietas menos saludables, en las que estos componentes bioactivos son menos consumidos, el huevo podría tener un efecto beneficioso contra la demencia, mientras que cuando una persona sigue una dieta mediterránea, al ingerir una variedad amplia de alimentos, éstos y otros compuestos que podrían tener un efecto similar vendrían aportados por la propia dieta, de manera que el huevo no ofrecería una protección extra”, aclara el investigador.

En cualquier caso, las conclusiones de este nuevo estudio tendrían una relevancia significativa puesto que la demencia, que afecta a 50 millones de personas en todo el mundo y se prevé que, debido al envejecimiento de la población. esta cifra se incremente hasta los 152 millones de cara a 2050, no cuenta con un tratamiento que resulte efectivo a la hora de curar o detener el avance de la enfermedad, de manera que, a día de hoy, la prevención es la herramienta más eficaz para hacer frente a la demencia y reducir su incidencia. Y, cuando hablamos de prevención, hay que tener en cuenta que, tal y como ya han puesto de evidencia diversos estudios, modificando 12 factores de riesgo, entre los que cabría destacar el tabaquismo, el sedentarismo, el consumo de alcohol, la educación, la dieta o la obesidad, es posible prevenir o retrasar la aparición hasta el 40% de las demencias.

“En países en los que presumiblemente se sigue una dieta mediterránea, como España, la relevancia de estos resultados sería supuestamente menos importante porque, en principio, con la dieta que deberíamos seguir, deberíamos estar suficientemente protegidos y el huevo no nos aportaría nada extra, pero lo cierto es que los jóvenes siguen cada vez menos una dieta saludable, por lo que este alimento podría tener este plus protector”, comenta al respecto el investigador, quien además señala que “en otros países menos desarrollados, donde la dieta es menos saludable, el huevo podría tener un factor protector extra mucho más importante”.

En cuanto a la forma de consumir este alimento, Zamora-Ros concreta que “en principio, estaríamos hablando de cualquier clase de huevo, porque la composición es similar en todos ellos en lo que se refiere a estos componentes bioactivos, de manera que todos deberían comportarse de forma similar” y , sobre la frecuencia de ingesta, apunta que “unos 6 u 8 huevos a la semana es el consumo medio en el que hemos visto más efecto protector”.

Sobre la metodología de la investigación desarrollada por IDIBELL y el ICO, ésta se ha concretado en el la recogida mediante cuestionario de la información de la dieta de los 25.000 participantes en el estudio, todos ellos de edades comprendidas entre los 30 y los 70 años y procedentes de la cohorte EPIC España, en los años 90 y, posteriormente, la realización de un seguimiento de todos ellos hasta la actualidad, durante el cual se ha ido observando quiénes de todos ellos producían la enfermedad y qué personas no lo hacían. Del total de participantes, 770 desarrollaron demencia, de los cuales 520 fueron por Alzheimer, una patología que representa el 60% del total de las demencias. “Con estos datos, mediante análisis estadístico, pudimos estimar cuál es el riesgo de padecer demencia dependiendo de varios factores de riesgo y en este caso, el factor que investigamos fue el consumo de huevo”, señala Zamora-Ros.