Municipal

Colau prohíbe derruir edificios en Barcelona

El Ayuntamiento quiere evitar la pérdida de fincas singulares de la ciudad sin protección urbanística

Las casitas de la Calle Encarnació se salvaron en el último momento de ser derruidas
Las casitas de la Calle Encarnació se salvaron en el último momento de ser derruidaslarazon

Con cierta asiduidad, los vecinos de Barcelona lamentan el cierre de algún comercio emblemático o el derribo de fincas no protegidos, como por ejemplo el Cine Niza. El gobierno municipal de Ada Colau intentó poner coto al primer caso ampliando al protección a determinados locales. El segundo, sin embargo, está siendo un dolor de cabeza ya que el catálogo de patrimonio, pionero en España pero originario de los años 60, se centra en elementos monumentales o singulares. Por ello, el Ayuntamiento llevará una propuesta al próximo pleno para ampliar el catálogo y dificultar los derribos.

Tal y como ha explicado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, hasta ahora bastaba un comunicado en diferido por parte del promotor de las obras para derruir un edificio no catalogado. La idea del Ayuntamiento es que a partir de ahora sea obligatorio obtener una licencia acompañada de un informe histórico del edificio en cuestión.

De este modo se quiere proteger un patrimonio que “se encontraba en una situación de riesgo y fragilidad también, digámoslo claro, por culpa de la gentrificación y la especulación”, tal y como ha dicho Sanz. En este sentido, para conseguir una licencia, los promotores tendrán que aportar información sobre el posible valor de la finca a derribar y los técnicos municipales tendrán que estudiar caso por caso las solicitudes para asegurarse de que no se pierde patrimonio sin protección.

“Hasta ahora se podía derribar con relativa facilidad las fincas no incluidas en el catálogo patrimonial. Ahora se considerará que toda la ciudad puede tener un valor”, asegura el gobierno de Ada Colau. Por ello, Sanz ha remarcado que quiere que haya “más control en los derribos para evitar que desaparezcan estos elementos patrimoniales que no estén protegidos”. Con este objetivo, se incrementará tanto el personal como la dotación económica destinada a la conservación y mejora del patrimonio, alcanzando los 7,5 millones de euros. “En los últimos años hemos visto como se demolían edificios históricos, Villa Concepción, Cines Niza, que no estaban protegidos por esa dinámica tan perniciosa de que es más fácil derruir y volver a construir que conservar”, ha añadido.

El cambio en la ordenanza municipal forma parte de una serie de acciones incluidas en el paquete de medidas del gobierno municipal para proteger el patrimonio desde las vertientes histórica, ambiental y de identidad popular. Llega después de casos polémicos como los de las casetas de Encarnación (en Gràcia) o el del antiguo Hotel Buenos Aires (en Vallvidrera). Otras acciones previstas son la revisión del nivel D de protección patrimonial para que cualquier intervención en una finca con protección D deba documentarse previamente y la creación de un nuevo nivel E para proteger los comercios emblemáticos. Del mismo modo, también se incluirán más parques y jardines en el catálogo patrimonial y se revisarán los planeamientos urbanísticos de los barrios de Barcelona para incrementar la protección de los edificios incluidos en el ámbito, como ya ocurrió con el plan de Gràcia anunciado año 2021.