Barcelona

El engaño de Colau: lo que prometía sobre no alargarse en el cargo

“Prácticamente seguro éste será mi último mandato”, decía en 2019. Este jueves confirma su tercera candidatura

Ada Colau colgó la camiseta verde de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) para coger la vara de mando de Barcelona, la segunda ciudad de España, con una promesa: su ciclo se alargaría como máximo dos mandatos, ocho años. El asalto al poder tenía fecha de caducidad, como así suscribió en el código ético de Barcelona en Comú y en el documento de compromiso político que sirvió de génesis para su plataforma municipal. Este jueves, la alcaldesa ha anunciado que opta a su tercera reelección.

La ex activista se desdice avalada por su propio partido, que este pasado fin de semana maniobró internamente para poder pedir a Colau que volviera a presentarse a las elecciones municipales de 2023, las terceras consecutivas. El código ético de la formación establece que los cargos electos permanecerán dos mandatos en el Consistorio. Sin embargo, abre la puerta a un tercero, previa votación de la militancia, cuya propuesta se presentó en el pleno de BComú con resultado favorable para que su lideresa repita candidatura.

211 personas votaron a favor y una se abstuvo en un pleno en el que Colau no estuvo al encontrarse de viaje oficial a Austria.

Más allá de las formalidades de partido, los dos mandatos -y ocho años- en el poder se habían convertido en una especie de mantra para Ada Colau. “Prácticamente seguro éste será mi último mandato porque no vengo a alargarme en la política. Pero nuestras políticas necesitan otros cuatro años para consolidarse. Y para ello, lo mejor es hacerlo desde la alcaldía”, aseguró justo cuando fue reelegida alcaldesa de Barcelona en 2019.

Entonces y en una entrevista en Rac 1 -en concreto el 18 de junio- dijo entre lágrimas que se había planteado dejar la política por las críticas recibidas durante la negociación de su segunda investidura. “No haré ningún acuerdo de Gobierno ni de nombramientos con Manuel Valls”, había prometido en en la campaña previa a los comicios.

Lo que vino después es de sobras conocido: el ex primer ministro francés facilitó con sus votos la reelección de Colau en Barcelona, y la alcaldesa siempre ha suscrito que no hubo ningún tipo de acuerdo. “Yo nunca me hubiera imaginado ese escenario. No mentí. No he hecho ningún acuerdo ni conversación con el señor Valls. No es de recibo que deba renunciar a mi objetivo legítimo y gobernar”. “No me gusta” [ante la pregunta de la reelección con los votos de Valls], aseguró.

En 2019 justificó volver a presentarse por segunda vez precisamente con el escudo de los dos mandatos. También por la excepcionalidad de su primer Gobierno, marcado por los atentados del 17 de agosto de 2017 y por el “procés” y el 1-O.

Y ahora, a un año de 2023, lanza su tercera candidatura: “Hemos tenido un gobierno en momentos de dificultades (por la pandemia) que nos ha obligado a replanificar proyectos, y nos ha salido bien precisamente porque hemos mantenido siempre el espíritu de diálogo y colaboración”.

“La transformación de la ciudad necesita afianzarse con un tercer mandato”, dice Colau. “Y me lo planteo como el último”.